Miembros del tribunal de alzada capitalino afirman que el caso del magistrado Guillermo Cádiz, quien logró que su divorcio se tramitara en ocho días, es más grave que el de María Angélica Grimberg, pues ella nunca pidió favores personales. Ministro Villarroel deberá indagar en el más corto plazo las irregularidades de las que se acusa a Cádiz y otros integrantes del Primer Juzgado de Familia.
Una investigación con la máxima celeridad pidieron los ministros de la Corte de Apelaciones de Santiago a su colega Cornelio Villarroel Ramírez, respecto de las presuntas irregularidades registradas en el Primer Juzgado de Familia de Santiago en el proceso de divorcio del magistrado de ese tribunal Guillermo Cádiz.
El juez Villarroel Ramírez se constituirá a partir de la mañana de este lunes en el tribunal para investigar la forma cómo Cádiz logró tramitar, en tan sólo ocho días, su proceso de divorcio, en un hecho que saltó a la luz pública la semanas pasada y que vino a poner un nuevo cuestionamientos a la labor de los Tribunales de Familia, juzgados recién estrenados en octubre de 2005 y que sufren un colapso por la falta de previsión de la gran demanda de trabajo que se vieron enfrentados.
En el pleno del tribunal de alzada capitalino hay conciencia de que la conducta del denominado "juez express" ha causado un serio daño al prestigio de los tribunales y al trabajo que habían realizado los propios magistrados de familia, al denunciar en marzo del año pasado el colapso de estas nuevas magistraturas.
Hecho grave
El presidente (s) de la Corte de Apelaciones de Santiago, Juan Escobar Zepeda, fue claro al informar el mandato que tiene su colega Villarroel para indagar las irregularidades, y que lo liberarán de su trabajo en la corte santiaguina. "El ministro Villarroel no va a integrar Sala porque se va a dedicar en la forma más rápida y acuciosa a la investigación que se le encomendó", dijo.
Escobar agregó que las investigaciones de Villarroel indagarán a todo el personal del Primer Juzgado de Familia, ya que en los integrantes del tribunal de alzada existe conciencia de que Cádiz no pudo actuar solo, sino que contó con la ayuda de otros funcionarios del tribunal.
En este sentido, los más complicados serían la jueza Luisa Hernández Muñoz, quien falló el divorcio de su colega Cádiz, y Fernando Illanes Rodríguez, el administrador del tribunal, quien habría acelerado la tramitación del proceso de Cádiz al ubicarlo en lugares privilegiados de las tablas del tribunal.
Hasta el momento se conoce que Cádiz habría ingresado una demanda en blanco al sistema y sólo después de que logró que radicara en su propio tribunal, llenó los datos para que la causa fuera tramitada rápidamente.
Hasta el momento se desconoce si el magistrado solicitó algún tipo de ayuda a la jueza Hernández y el administrador Illanes, por lo que deberán ser claves las diligencias que decrete Villarroel. En todo caso, tendrá que esperar que la magistrada regrese de sus vacaciones, el próximo 22 de enero, para interrogarla.
Posibles sanciones
En la Corte de Apelaciones auguran que en el corto plazo habrá algún tipo de sanción en contra de todos los que aparezcan involucrados en la tramitación irregular, pues están concientes de que el caso es más grave que el de la magistrada del Quinto Juzgado de Menores de Santiago María Angélica Grimberg, quien fue expulsada del Poder Judicial a mediados del 2005.
Fuentes consultadas por El Mostrador.cl afirman que la conducta de Cádiz es más grave, pues Grimberg falló más de 800 procesos en menos de 48 horas para obtener un bono económico, pero nunca solicitó un favor de tipo personal para tramitar una causa en la que tuviera algún tipo de interés.
Cabe recordar que fue el propio Villarroel el que investigó en primera instancia a la jueza, también encomendado por el pleno de la Corte de Apelaciones, pero consideró que no había cometido irregularidades al dictar cientos de fallos en pocas horas, por lo que no recomendó ninguna sanción.
Una posterior investigación del ministro Carlos Cerda Fernández determinó cuatro tipo de anomalías: el fallo de más de 800 causas en pocos días; el conducir en estado de ebriedad su automóvil luego de una fiesta; haber tramitado de manera irregular un proceso de adopción del cirujano plástico Héctor Valdés, a cambio de intervenciones quirúrgicas, y malos tratos al personal del tribunal, lo que finalmente selló la expulsión de la denominada "jueza express".
