Opinión predominante entre los legisladores es que se debe adquirir una nave de largo alcance, con capacidad logística para apoyar misiones de paz y otros despliegues de fuerzas militares chilenas. En consecuencia, esperan que ésta pueda transportar el máximo número de pasajeros posibles, que pueda realizar viajes extensos y evacuación de civiles, como ocurrió en el Líbano.
Poco satisfechos quedaron los miembros de la comisiones de Defensa y Relaciones de la Cámara de Diputados tras la reunión en que el pasado martes la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, junto a altos oficiales de la Fuerza Aérea, intentó explicar los planes de compra de un avión para trasladar a los primeros mandatarios en viajes intercontinentales.
Los parlamentarios no recibieron ninguna información escrita sobre las distintas alternativas que se barajan para comprar el avión «multipropósito» que, además de ser empleado para el traslado de los gobernantes y en tareas de transporte y apoyo logístico, deberá cumplir también el rol de reabastecimiento en vuelo de aviones de combate.
Incluso, algunos legisladores de la comisión de Relaciones Exteriores reclamaron porque la presentación se trataba de un avión militar, que apuntaba básicamente a resolver las carencias de la FACH, más que a las necesidades de una nave de uso presidencial. Más de algún diputado pensó que la exposición estaba dirigida a convencerlos de que el modelo que se debía comprar era cualquiera de las alternativas del Boeing, ya sea el 767-200 o el 767-300.
Algunos quedaron confundidos porque faltó información, por ejemplo, de los años de los modelos en disputa. Los Boeing son de la década del 80 y el Airbus 340-300, de los 90. El precio del primero, según se informó en el encuentro, sería de US$ 37 millones y el del consorcio europeo, el Airbus 340, bordearía los US$ 45 millones.
La opinión predominante entre los legisladores es que se debe adquirir un avión de largo alcance, con gran capacidad logística para apoyar misiones de paz y otros despliegues de fuerzas militares chilenas.
En consecuencia, esperan que la nave pueda transportar el máximo número de pasajeros posibles, que pueda realizar viajes de largo alcance y evacuación de civiles, como ocurrió en el Líbano. Otra condición es que cuente con apoyo técnico y logístico seguro y que sea lo más moderno que se pueda comprar con los US$ 50 millones que planea invertir el gobierno.
Esto, con el objetivo de que se solucione el problema a largo plazo y no suceda lo ocurrido con el actual Boeing 737, que en un principio se aseguró que tenía siete horas de autonomía de vuelo, cuando en realidad no tiene más de cinco, además de presentar otros problemas técnicos.
Intereses de la FACH
Sin embargo, la FACH tendría otras ideas. Para la institución aérea no importa el radio o alcance operacional que tenga la nave, pese a tratarse de un requerimiento que es primordial para los vuelos entre continentes.
En realidad, la Fuerza Aérea busca privilegiar la adquisición de un aparato que, aunque sirva de transporte presidencial y logístico, también sea tanquero o cisterna, para reaprovisionar de combustible en vuelo a los A-37 y F5, en reemplazo del Boeing 707 Águila que posee en la actualidad.
Cabe señalar que para el reaprovisionamiento en vuelo de los F-16 la FACH planea utilizar dos Boeing KC-135 que Estados Unidos está ofreciendo desde mediados del año pasado, a menos de US$ 10 millones la unidad. Washington también ha prometido un tercera de esas naves, que podría estar disponible para que Chile la compre durante 2008.
La dificultad que presenta el Águila -un Boeing 707 que antes de ser modificado como cisterna para la FACH operó largos años como parte de la flota de aviones de pasajeros de LanChile- es que está generando crecientes problemas logísticos, debido a su antigüedad y uso.
Su importancia es que, siendo la única nave equipada con el sistema de reaprovisionamiento en vuelo de "manguera y canastillo", es la única especialmente habilitada para reabastecer a los Cessna A-37B de ataque ligero y a los cazabombarderos F-5E Tigre III.
Los KC-135 que la FACH debería recibir el próximo año emplean el sistema de reaprovisionamiento de "caña telescópica", que es el sistema especial para reabastecer a los F-16. La entidad aérea prefiere retirar al Águila y reemplazarlo por un avión más nuevo, y ese interés sería el que se está mezclando hoy con la compra del avión presidencial.
Modernizar el Águila
Nuevamente la opinión de los parlamentarios sobre el tema del cisterna Águila difiere de la de la FACH. Los legisladores piensan que es mejor recuperarlo y modernizarlo, en lugar de reemplazarlo.
José Higuera, experto de la comisión de Defensa del PPD, comparte esa opinión, subrayando que "es improbable que la Fuerza Aérea siga operando sus F-5 y A-37 por muchos años más. Los A-37 iban a ser retirados cuando llegaran los F-5, o al menos eso se dijo cuando se compraron los primeros F-16, y en todo caso son aviones bastante viejos. Hoy en día hay aviones turbo-hélice que son más eficientes en el rol de entrenamiento táctico y ataque ligero».
«Los F-5, que son buenos aviones, deben ser reemplazados a principios de la próxima década, mediante la compra de un lote adicional de F-16 u otro avión de combate avanzado. Todo esto significa que la necesidad de proveer reabastecimiento en vuelo para estos aviones es de corto plazo y no debería ser mezclada con la necesidad de comprar un avión de transporte para vuelos presidenciales fuera del continente", sostiene.
Higuera agrega que "en todo caso, los KC-135 que la FACH debe recibir para proveer de reabastecimiento en vuelo a los F-16 también podrían reabastecer a los A-37 y F-5, en los años que a estos les quedan de servicio, mediante la instalación de un adaptador. Esto es lo que hace regularmente la fuerza aérea estadounidense con sus KC-135 y KC-10, cuando debe reabastecer a los aviones de combate de la Marina y otras Fuerzas Aéreas que utilizan el sistema de "manguera y canastillo". Todo indica que, para consolidar las capacidades de los F-16, será necesario comprar no sólo los dos KC-135 que está ofreciendo Estados Unidos en estos momentos, sino adquirir un tercero o más de esos aparatos. Evidentemente, es necesario separar los temas del avión cisterna y el avión presidencial, resolviendo en lo inmediato este último, y estudiar seriamente las necesidades de la FACH en lo relativo a capacidades de reabastecimiento en vuelo".
Preferencias por un fabricante
El interés de la FACH por comprar un avión multipropósito -para transporte presidencial, transporte logístico y cisterna- incluye una marcada inclinación por el Boeing 767 y una postura obstinadamente crítica hacia el contendor del aparato estadounidense, el europeo Airbus A340, apreciación en la que coincidieron los parlamentarios de las comisiones de RREE y Defensa.
Una de las peculiaridades de esta postura de la FACH son los reparos respecto del A340, en el sentido de que sólo podría operar desde Pudahuel, porque las restantes pistas dentro de Chile serían demasiado cortas, mientras que el 767 si podría hacerlo.
Pero ello no es tan así, ya que de hecho el A340 ha operado desde Cerrillos durante la realización de la muestra Fidae, sin mayores problemas. La única diferencia es que en las pistas más cortas el A340 tendrá que despegar con 150 toneladas de carga, equivalentes a las de un 767, y no con las 250 toneladas máximas que el avión europeo puede llevar.
Las manifiestas preferencias de la FACH por el Boeing 767 también han chocado con las críticas a la conducta de su fabricante y a la tecnología más antigua de ese aparato.
Durante la exposición del pasado martes, un parlamentario señaló «qué sentido tiene adquirir un avión de tecnología más antigua y más pequeño -y agregarle además el rol de cisterna- habiendo ya un aparato reabastecedor en servicio para los F-5, de muy baja utilización. Por otra parte, Boeing no se ha hecho responsable de haber prohibido el uso de los estanques de largo alcance del 737 que la FACH opera actualmente como avión presidencial, y sin embargo nadie ha reclamado".
Informe de Airbus que tiene Defensa
El Ministerio de Defensa cuenta con información que le entregaron los proveedores sobre las alternativas existentes, a una de las cuales tuvo acceso El Mostrador.cl. Es el caso del Airbus A340, cuya presentación destaca que es una nave para la capacidad de transporte de personas.
Como avión presidencial, el A340 puede ser adaptado con in kit -que incluye elementos que se ponen y se retiran según se les necesite- para acomodar a la Presidenta y a una comitiva de 30 ministros y otros invitados VIP, además de otras 100 personas que incluirían al personal de seguridad, funcionarios de gobierno y prensa invitada. El kit para habilitar el sector VIP incluye asientos reclinables tipo cama, un despacho para la Presidenta con mesa de reuniones, equipamiento de oficina, etc) vale US$10 millones.
A diferencia de los Boeing 767 y 777, el A340 cuenta con dos puertas de carga, que le permiten embarcar bultos bastante grandes -contenedores de distintos tamaños- para operar como transporte logístico. Aunque se debe señalar que los Boeing 767 y 777 también podrían ser equipados con el kit para acomodar a los VIP y se les puede equipar con puertas grandes para carga, que no poseen en su configuración original.
Sin embargo, el A340 tiene una ventaja insuperable es en materia de seguridad, al poseer cuatro motores en lugar de los dos que poseen los Boeing. Eso ofrece un incremento de seguridad, ya que en caso de fallar uno o dos de sus motores el avión aún puede continuar volando y alcanzar el aeropuerto más cercano. La mayor potencia motriz del A340 también le permite un mayor techo de vuelo -es decir, puede volar más alto-, lo que a su vez le permite seguir rutas más rectas, ya que no necesita circunvolar o evitar zonas montañosas altas.
En materia de apoyo logístico para las operaciones del A340, el que este avión y otros aparatos de Airbus sean operados en Chile, por LAN, le asegura un adecuado mantenimiento y suministro de repuestos.
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