»Para enfrentar los desafíos estoy yo», afirmó el nuevo titular de Transportes, al postergar indefinidamente la entidad anunciada el 10 de marzo por la Presidenta Bachelet. Mientras algunos parlamentarios apoyaron la decisión, otros consideran necesario un organismo dedicado al sistema de locomoción colectiva.
Al asumir como nuevo ministro de Transportes y Telecomunicaciones, René Cortázar (DC), descartó por el momento la creación de una Autoridad Metropolitana de Transportes (AMT), dejando de lado la idea de entregar a otro organismo el control del plan Transantiago.
"Para enfrentar los desafíos estoy yo", dijo enfático Cortázar al asumir el cargo en la cartera más solicitada por la prensa en los últimos días. El ex presidente del directorio de TVN y otrora titular de Trabajo sostuvo que, por ahora, él será el encargado de coordinar el funcionamiento del Transantiago con las operadoras y estudiar alternativas eficaces para mejorar los inconvenientes que aún persisten.
La postura del nuevo secretario de Estado generó encontradas reacciones entre los parlamentarios integrantes de la comisión sectorial de la Cámara, tanto de la Concertación como de la Alianza. Aunque todos concuerdan en que es necesario buscar urgentes soluciones a las falencias del Transantiago, algunos piensan que no necesariamente la Autoridad Metropolitana sería la solución.
El diputado Fidel Espinoza (PS) comparte la posición de Cortázar, en el sentido de que no es trascendental nombrar a una figura superior para el transporte metropolitano. «No creo que un zar del transporte solucione los problemas si no hay claridad respecto a cómo buscar soluciones. Le pido al nuevo ministro que tenga la claridad suficiente y las luces necesarias», sostiene.
En tanto, Jorge Sabag (DC) coincide con Espinoza y cree que la prioridad hoy es tener solucionado el problema del Transantiago en un periodo de tres meses. "Para eso no se requiere una AMT, sino que regularizar el sistema y que lleguen los buses contratados y arreglar los recorridos", manifiesta.
«Lo mejor sería dejar la creación de la AMT para una segunda etapa, una vez que se hayan regularizados los déficit del Transantiago. Que él concentre por un breve plazo las facultades y potestades del Ministerio, de manera que en esta etapa de emergencia se solucionen los problemas. El ministro debe contar con buenos asesores y de este modo tendrá éxito en su gestión", asegura.
Para Javier Hernández (UDI), el ministro debe conocer bien el sistema y hacer las correcciones. "Si nombra una Autoridad Metropolitana va a estar lejos del problema, se deben determinar cuáles son los inconvenientes y eso lo puede hacer el mismo ministro. Sé que es un puesto difícil que necesita el respaldo del gobierno para solucionar los problemas que la gente espera", argumenta.
En la misma línea, Cristian Monckeberg (RN) cree que las mejoras al sistema de transporte no pasan por la creación de la AMT. "Con o sin Autoridad Metropolitana es poco lo que se va a poder hacer para solucionar las dificultades del Transantiago. Este organismo no iba a despejar los problemas que hoy existen. Las dificultades se relacionan con el diseño de recorridos y de la mala implementación del sistema", dice.
«La solución que puede adoptar el nuevo ministro es reestudiar el diseño de los recorridos, determinar cómo se pueden mejorar y modificar, mantener a los operadores que están cumpliendo y eliminar a los que no lo están haciendo. Y dotar a los buses de la tecnología necesaria como el sistema GPS, para la gestión de flota", indica.
Discrepancias con Cortázar
Sin embargo no todos concuerdan con la propuesta de Cortázar, y creen que es necesario que la AMT opere lo más pronto posible y sirva de respaldo a sus gestiones.
El diputado Juan Carlos Latorre (DC) cree que la Autoridad Metropolitana de Transportes es una necesidad, que ojalá pudiera concretarse en un proyecto de ley. "Creo que es necesario que exista, ya que el rol del ministro de Transportes no puede centrarse sólo en la Región Metropolitana", indica.
En el mismo sentido, Sergio Correa (UDI) considera que es indispensable que alguien que se dedique en forma exclusiva al Transantiago y tenga atribuciones de ministro. "Debe ser una persona de confianza y que pueda manejar el sistema de forma más libre y con plena autonomía", dice.
Respecto a la decisión de Cortázar, el diputado gremialista sostiene que si el ministro considera que no es necesario nombrar a una autoridad metropolitana, es una decisión personal. "Si él puede desempeñarse en ambos cargos, perfecto", explica en tono irónico.
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