Iniciativa enviada al Congreso por la mandataria mantiene el actual mecanismo para elegir a los 120 diputados, pero adicionalmente crea 20 nuevos escaños que serán repartidos entre aquellas nóminas que superen el porcentaje mínimo. En un acto del que sólo se restó la UDI, Bachelet aseguró que de esta manera se avanza en el término de la exclusión.
Un total de cinco escaños en la Cámara de Diputados tendrán garantizados las listas cuya votación superen el 5% en las elecciones parlamentarias, según lo dispone la reforma enviada este jueves al Congreso por la Presidenta Michelle Bachelet.
La firma del proyecto fue encabezada por la mandataria en un acto en el Palacio de La Moneda al que asistieron la mayoría de las fuerzas políticas, con excepción de la Unión Demócrata Independiente (UDI), colectividad que ha expresado su rechazo a los cambios.
La iniciativa enviada al Congreso por la mandataria mantiene el actual mecanismo para elegir a los 120 diputados, pero adicionalmente crea 20 nuevos escaños que serán repartidos entre aquellas nóminas que superen el porcentaje mínimo. El remanente, si lo hubiera, será repartido equitativamente entre todas las nóminas.
Durante la actividad, Bachelet destacó que de esta manera se busca terminar con la exclusión de la que son víctima distintos las colectividades minoritarias, en referencia a la histórica marginación del Partido Comunista (PC) del Congreso.
«Es un paso fundamental porque va a permitir combatir la exclusión que hoy día tenemos de un sector importante de nuestro país», afirmó previamente en entrevista con la radio Cooperativa.
Asimismo, destacó que «lo mejor que le puede pasar a la democracia es que en el Parlamento estén todos los sectores políticos que tengan una cierta representatividad en el país».
Si bien reconoció que el proyecto «no es el sistema proporcional que a mí me hubiera gustado», pero «es un avance, porque si seguimos luchando después de 17 años por el óptimo y que no hemos logrado, vamos a seguir dejando fuera del Parlamento a un grupo importante de chilenas y chilenos».
Además de estos cambios al sistema, Bachelet también destacó la necesidad de terminar con la inhabilitación de los dirigentes sociales y sindicales que no pueden ser electos.
Asimismo, mencionó la inscripción automática «que yo creo debiera ser con voto voluntario; el voto de los chilenos en el exterior y «cómo garantizamos que más mujeres también tengan posibilidades de ser electas en el Congreso».
