Pleno del máximo tribunal recibió un informe de dos magistrados sobre la labor del equipo que dirige el abogado y periodista Miguel González Pino, y que se encarga de las relaciones de prensa de los jueces de todo el país. Jueces manejan en absoluta reserva asesorías de algunos profesionales que estudian el tema desde hace varios meses.
Una serie de modificaciones a la labor de la Dirección de Comunicaciones del Poder Judicial se estudian entre los ministros de la Corte Suprema para mejorar la imagen de los tribunales de todo el país, un tema que sigue siendo sensible entre los jueces que ostentan la más alta magistratura.
Las modificaciones se vienen analizando desde hace varios meses, pero se habrían acelerado luego del impasse generado por la dictación de un autoacordado que limitaba la labor de los periodistas en el Palacio de Tribunales e impedía a los profesionales acercarse a ministros, fiscales judiciales, secretarios y relatores sin su autorización.
El presidente de la Corte Suprema, Enrique Tapia, reconoció que el tema fue discutido en el último pleno, en el que dos ministros encargados del tema dieron cuenta de una serie de contactos que han tomado para buscar nuevas asesorías en materia comunicacional, que permitan reforzar la labor de la unidad que actualmente dirige el abogado y periodista Miguel González Pino.
De acuerdo a fuentes de la Corte Suprema, las tratativas no se mantienen con empresas de comunicaciones como Extend, que entregó una auditoría de imagen hace tres años, sino que se está conversando con periodistas de manera específica, cuyos nombres se mantienen en absoluta reserva por los integrantes del Pleno.
Tapia habló de que se mantienen contactos con una persona específica, que ya habría entregado un primer informe a los dos jueces encomendados de la tarea, y aseguró que el tema seguirá siendo analizado en próximas reuniones de los magistrados del máximo tribunal.
Objetivos
Respecto de los alcances de la asesoría y sus consecuencias en la actual labor de la Dirección de Comunicaciones hay puntos que no son concordantes y si bien algunos magistrados hablan de una reestructuración de fondo, otros más bien se inclinan por modificaciones menos dramáticas y apuestan por un reforzamiento de las labores que realiza el equipo que dirige González Pino.
En todo caso, lo claro es que en los próximos meses habrá novedades al respecto, pues el tema de la imagen pública que proyectan los jueces sigue siendo una importante preocupación entre los habitantes del Segundo Piso del Palacio de Tribunales, que desean mejorar la relación con los medios y las políticas de transparencia.
Por ello, el tema del autoacordado de restricciones a la prensa fue visto como un retroceso en los esfuerzos desplegados en este sentido por el grupo de magistrados que lidera Enrique Tapia y que plantean una mayor cercanía con los problemas de la ciudadanía y la justicia en el país, y que se oponen al sector que encabeza Ricardo Gálvez y que desea mantener grados de secretismo.
Los magistrados partidarios de la transparencia, tras la presión de los periodistas y medios de comunicación, desactivaron rápidamente el conflicto que se estaba generando con la eliminación total del polémico autocardado, aunque el grupo de Gálvez dejó clara su posición a través de una voto de prevención que mantenía las críticas a la labor de la prensa en los tribunales.
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