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‘Lo que impone a los candidatos dentro de los partidos es el sentido común’

Asegura que no ha lanzado su campaña ni está recorriendo Chile, pero se declara convencida de que su trabajo de alcaldesa de Concepción la ha preparado para enfrentar un desafío como ser aspirante presidencial. Y cree que su posicionamiento en las encuestas es lo que hizo a algunos dirigentes y parlamentarios gremialistas pensar en ella como una posible carta.


Optimista se le nota a la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe (UDI), quien está convencida que su posicionamiento en las encuestas se debe a la labor que ha realizado en su comuna. En entrevista con El Mostrador.cl, la "Coca", como la llaman sus amigos, reconoce que decir que es una «candidata virtual» al interior de la UDI fue una frase "desafortunada", por lo que no se cierra a una eventual aventura presidencial.



A sus 41 años, esta siquiatra madre de cinco hijos, asegura que no le teme a las odiosidades de la política, porque son parte de las reglas del juego. Todo indica que a la edil penquista le gusta nadar contra la corriente. Todavía no se olvida la implacable defensa que hizo de su derecho a no tomarse el post natal, no sólo no fue comprendida por los hombres, sino que perdió la simpatía de muchas mujeres, pero siguió adelante ¿Pasará lo mismo con el tema de los presidenciables al interior de su partido?



-¿Cómo va su candidatura presidencial dentro de la UDI?
– En este minuto tengo un súper buen posicionamiento en las encuestas -lo que agradezco enormemente-, básicamente debido a que he hecho bien mi pega en Concepción. Una ciudad súper complicada, con mucha pobreza, eminentemente de izquierda, en donde hemos podido, ya por cinco años, generar un liderazgo regional. Ahora, yo no he partido ni he hecho ninguna gira por Chile, ni una carrera presidencial propiamente tal. Esta candidatura a Presidente ha surgido desde Concepción y trabajando en Concepción, en la pega para la cual fui electa. De manera que voy a seguir haciendo lo mismo, porque mi intención en este minuto es, ojalá, ser la mejor alcaldesa de Chile.



-¿Por qué cree que hay gente en la UDI que la considera como una carta presidencial si una alcaldía refleja un liderazgo comunal, incluso regional, pero no nacional? Porque siendo alcaldesa de Concepción no es una figura tan reconocida a nivel nacional como el senador Pablo Longueira, que sería su adversario interno.
– Porque es un hecho. Las encuestas no las hace la UDI, son hechas por organismos independientes al partido y generar un reconocimiento nacional desde regiones es súper difícil. Tener un posicionamiento dentro de los políticos mejor evaluados es un hecho que a mucha gente le llama la atención y dicen que si se generaran las condiciones adecuadas, probablemente, tendría un nivel de conocimiento mucho mayor y de aceptación también mayor.



-¿Cómo siente que está para enfrentar una interna? Porque el partido, ahora o en un año, va a tener que definir entre usted o Longueira.
– Lo que impone o elige a los candidatos dentro de los partidos es el sentido común. Y si bien no me cabe la menor duda que quien finalmente sea el candidato va a contar con todo el respaldo de todo el mundo, no creo que vaya a haber una primaria o que vaya a ser ésa la instancia que decida. Finalmente, las cosas decantan y caen por su propio peso.



-¿Cómo así?
– Creo que va a haber un consenso, en el Consejo Directivo Ampliado, en torno a aquella persona que concite las mayores posibilidades de ganar. Porque al final del día, ninguno de nosotros -por lo menos en la UDI- está en esto por ambiciones personales. El costo de trabajar en política, familiar y personal, es extremadamente alto, de manera que uno está porque de verdad cree que se pueden hacer las cosas mejor.



-¿Siente que podría ser la persona del consenso?
– Lo que pasa es que hoy día yo no estoy detrás de una carrera presidencial, pero creo que la escuela de las alcaldías es tremendamente enriquecedora, sobre todo de las alcaldías de regiones. Porque uno ve, primero, el país desde las regiones; y, segundo, porque en las alcaldías se está en contacto directo con la gente y sabe exactamente cuáles son los problemas que tiene, por qué no se solucionan, dónde se estancan los recursos, cuáles son las cosas que deberían mejorar para generar una satisfacción en las personas, en la familia real, en el Chile real.



-Entonces, se siente preparada.
– Claro que me siento preparada, no es ese el problema.



-¿Y cuál es el problema?
– Que hoy día estoy abocada a hacer mi labor de alcaldesa, para eso me eligieron y tengo que dedicar a eso todas mis energías. En segundo lugar, creo que tienen que generarse las condiciones y los consensos que, probablemente, todavía no están, porque estamos a tres años de las elecciones.



-¿No cree que haber dicho que usted es una candidata virtual le baja los bonos?
– A lo mejor la frase no fue la más afortunada, pero lo que traté decir es que para poder ser candidato se requiere una serie de condiciones que hoy día no se dan, entre ellas, que tiene que haber un consenso en torno a la figura.



-¿Cómo y cuándo debería darse ese consenso?
– Si miramos lo que sucede normalmente, vemos por ejemplo lo ocurrido en la Concertación en torno a la Soledad Alvear y a la Michelle Bachelet. Era una obviedad, no sólo para la gente de la Concertación sino para todo el mundo, que quien generaba mayor adhesión era Michelle Bachelet y lo que sucedió, a pesar de que había todas las intenciones de llegar a una primaria, es que no tenía sentido el desgaste que eso significaba y, por lo tanto, todo el mundo se plegó en torno a la figura que concita el mayor consenso.



-Sí, pero eso fue para definir al candidato unitario del bloque, no para elegir dentro de la DC o el PS a su postulante.
– Sí, pero dentro de los partidos sucede más o menos lo mismo. Lo que le interesa al partido es llevar a la mejor figura, la que tiene mayores posibilidades y, por lo tanto, normalmente es difícil que sea una cosa demasiado peleada y si no hay claridad en torno a eso, ahí corresponde una primaria abierta.



-Si bien es un gran desafío y un voto de confianza que dirigentes del partido hayan pensado en usted como una eventual presidenciable de la UDI, ¿no siente que le tocó duro tener que competir con una figura como la del senador Pablo Longueira?
– Eso no me preocupa, porque creo que hay pocas cosas más duras que ser alcaldesa de la Alianza en Concepción.



-¿Con eso ya se superó?
– La odiosidad política a mí no me asusta, creo que es parte de las reglas del juego.



-La semana pasada, el día antes de que Longueira proclamara su candidatura en Los í„ngeles, ustedes se reunieron y están de acuerdo en que la UDI debe llevar un candidato hasta la primera vuelta…
– Sí, en eso concordamos absolutamente. La UDI debiera llevar un candidato hasta la primera vuelta y quien termine siendo el candidato de la Alianza contará con el respaldo de todos nosotros, pero debiera ser tal cual la elección pasada. No tiene sentido no hacerlo.



-¿No cree que el escenario de conflicto en la Alianza podría ser mayor con dos candidatos?
– No, porque en el fondo ya vivimos la experiencia la vez pasada y, a parte de unos roces típicos en campaña, la verdad es que la cosa se dio bastante bien y la Alianza sorprendió a todo Chile al momento que la UDI se puso a disposición de Sebastián Piñera en menos de 48 horas. Si eso funcionó bien la primera vez, no veo por qué no va a funcionar ahora. Más aún cuando el mismo argumento que usaba Sebastián la vez pasada es legítimo para esta vuelta, porque en el fondo es una obviedad que lleva la ventaja por sobre cualquier candidato de la UDI, puesto que él fue el candidato presidencial.



-¿Qué le parece que después de habérsela jugado por el argumento de que lo mejor para el pacto era llegar a la primera vuelta, Piñera diga ahora que el candidato único lo es?
-Es lo que a nosotros nos hubiera gustado escuchar la vez pasada. Pero eso es parte de las reglas del juego. Creo que es legítimo que cada partido quiera tener su propio candidato y así lo entendimos nosotros. Por eso, cuando se levantó la alternativa de Sebastián Piñera la vez pasada lo entendimos. Después, con la disciplina que corresponde, nos pondremos a trabajar por quien gane. Por quien sea el más mejor, como se dice.



-En la UDI Piñera no fue tan comprendido, de hecho los dirigentes se molestaron bastante con él y lo criticaron duramente.
– Claro, pero se comprendió. Lo que pasa es que cuando ocurre algo que a uno no le gustaría que sucediera…¡Está bien, en ese minuto fue bastante sorpresivo!, pero al final no pasa nada. Sebastián hizo su campaña y fue tranquila, en términos generales. Finalmente, nos cuadramos detrás de él. Ya se demostró que se puede y, por lo tanto, me parece que es lógico que sigamos igual.



-En este escenario ¿no coincide con Longueira en que lo mejor para el partido es definir lo antes posible su candidato? Justamente porque Piñera le lleva una gran delantera a cualquiera de la UDI.
– Lo importante es que en un partido se consoliden los liderazgos lo más fuerte posible y que Pablo haga lo que tiene que hacer y haga su campaña como corresponde y salga a recorrer, y yo haré lo que tengo que hacer, que es seguir consolidando un liderazgo regional y ciudadano, desde Concepción.



-Después de ver como le ha ido a Michelle Bachelet ejerciendo el cargo de Presidenta ¿no le asusta que….
– … ¿qué me manden a la cocina? (ríe de buena gana)



-No a la cocina, pero como mucha gente en la Alianza dice que el cargo le quedó grande ¿No le da miedo el desafío?
– No, porque es un hecho objetivo que el gran mérito de Michelle Bachelet es haber abierto la puerta de La Moneda a las mujeres y esa es una puerta que se abre por dentro y no se cierra más. Segundo hecho, es que no creo que la gestión o el estilo le liderazgo que ella tenga va a afectar a las mujeres y de alguna manera las va a estigmatizar. Porque ahora la gente va a evaluar capacidad, más que el sexo o género de la persona que está postulando a un cargo. Eso queda demostrado porque, por ejemplo, Soledad Alvear está requetebién evaluada en las encuestas y es mujer. Lo que ha logrado Michelle Bachelet, en el fondo, es que el tema de si es hombre o mujer ahora va a ser mucho menos importante que lo que probablemente fue en las elecciones presidenciales pasadas.



-Entonces, ¿no siente como una desventaja ser mujer, ya sea para que la acepten dentro del partido o en la Alianza y que existan dudas respecto de su desempeño?
– No. Hoy día es mucho más difícil ser candidato si tú estás en regiones o en Santiago, esa variable influye mucho más.



Reforma al binominal



-Considerando que el jueves la Presidenta despachó al Congreso el proyecto para modificar el binominal, ¿sigue pensando que ese tema no es importante?
– Sí, independientemente de que el tema se pueda evaluar, me parece que con la cantidad de problemas que existen en el país -en la Octava Región tenemos la cesantía más alta, tenemos el crecimiento que no repunta, los problemas de transporte en Santiago, y una infinidad de problemas en regiones- centrar la discusión pública en que si vamos a mejorar el sistema binominal aumentando el número de parlamentarios, de verdad que me parece bastante poco trascendente. Nadie va a creer que sus problemas van a mejorar porque hay más parlamentarios.



-¿No le preocupa que haya un sector tan grande como el Partido Comunista, y otros que han surgido, como los regionalistas por ejemplo, queden excluidos del Congreso?
– Como digo, uno puede estar dispuesto a evaluarlo… pero lo que a mí me preocupa es centrar la discusión pública en otro tipo de cosas. Porque quienes vemos las cosas desde afuera quedamos con la sensación de que los únicos problemas que existen en Chile son los problemas del transporte y, ahora, los problemas del sistema electoral que creo que tergiversan absolutamente lo que es la realidad de Chile.



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