En una actitud poco común en él, el presidente del gremialismo profundizó el desmarque de su sector con el empresariado, advirtiendo que en lo sucesivo no se reunirá con Alfredo Ovalle para ningún efecto. Además, advirtió que el Gobierno inició una nueva etapa de alianza con los grandes empresarios y acusó a la actual administración de abandonar a su suerte a las PYME.
Durante las últimas semanas ha emergido un Hernán Larraín, prácticamente desconocido en el mundo político. El presidente de la UDI ha adoptado una postura confrontacional poco común en él y que tuvo su punto máximo el jueves, cuando cortó relaciones con el máximo representante de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alfredo Ovalle, señalando que el empresario ya no es interlocutor válido para su sector. Incluso, algunos en el gremialismo atribuyen esta nueva faceta de Larraín a su interés por perfilarse como candidato presidencial.
Tras reunirse con el ministro del Interior, Belisario Velasco, en La Moneda, Larraín no esquivó responder los dichos del jefe de la CPC, Alfredo Ovalle, en orden a que el desmarque de la Alianza respecto del empresariado es "una situación es pasajera".
Ante esta aseveración, el timonel gremialista reaccionó con inusitada irritación: "En la corta gestión que lleva el presidente de la CPC ha demostrado muchos desatinos, así que para nosotros él dejó de ser interlocutor válido y, por lo menos yo, en lo sucesivo no me voy a reunir ni juntar con él para ningún efecto".
Si bien el timonel de la UDI fue quien respondió con más dureza a los dichos de Ovalle, en su partido ya habían replicado las palabras del empresario en la mañana del jueves. Fue el diputado Julio Dittborn quien afirmó que "lo que es pasajero es la oportunidad de colocar sobre la mesa un tema, lo que es permanente es nuestra preocupación por las PYME".
Daño colateral
Su pelea con el empresariado no se detuvo en Ovalle, sino que el máximo dirigente gremialista también decidió responder a los dichos de Ricardo Claro, quien durante su intervención en el Foro Económico Mundial, realizado en Casa Piedra, criticó tanto a la derecha como a la Concertación por los niveles que ha alcanzado el debate político en Chile, pero también se refirió específicamente a la actuación de la Alianza que, a su juicio, muchas veces "dispara de forma bastante irreflexiva".
Ante ello, Larraín dijo que su partido va a seguir en la línea que se trazó al rechazar el proyecto de depreciación acelerada, "vamos a seguir en esto, porque no nos equivocamos en donde tenemos que estar, vamos a estar al lado de la gente que necesita de nuestro apoyo (…). El Gobierno, ya el país lo sabe, aliado con los grandes empresarios ha iniciado una nueva etapa, y en esa etapa nosotros no participamos".
Sin embargo, el dirigente no se detuvo ahí. Pese a que venía saliendo de una larga reunión con el titular de Interior, el timonel de la UDI también las emprendió contra el Ejecutivo. «Estamos asistiendo a la alianza de los grandes empresarios con el Gobierno. Nosotros nos mantenemos al margen de esa alianza y representamos los sentimientos de la gente, de la gente común, de los pequeños y medianos empresarios que han sido abandonados a su suerte por el Gobierno y, aparentemente, también aliados con algunos grandes empresarios", afirmó.
Y por si fuera poco, también fustigó al ex Presidente de la República, Ricardo Lagos, quien el jueves también lamentó lo "degradado" que se ha tornado el debate en la política chilena e instó a respetar las instituciones en general y a la Presidenta Michelle Bachelet, en particular. A este respecto, Larraín advirtió que "si lo que se pretende es evitar la crítica, entonces, qué clase de democracia es la que tenemos. Si acaso se molestan porque nos consideramos, como chilenos, mal gobernados, si criticamos porque hay un Transantiago que no funciona, porque hay una ideología de la corrupción, porque no se actúa bien frente a fenómenos de la naturaleza como el de Aisén… Bueno, realmente si lo único que esperan de nosotros son aplausos y autocomplacencia, se equivocan».
Cautela en RN
La reacción de Hernán Larraín fue recibida con cautela en sus aliados de Renovación Nacional, ya que si no lo defendieron abiertamente, tampoco criticaron sus duras palabras. En la tienda de Antonio Varas, donde las palabras de Ovalle fueron recibidas con bastante más moderación que en la UDI, aseguran que están dispuestos a sentarse a conversar con el jefe de los empresarios cuando sea necesario, siempre teniendo como objetivo "ideas de más largo alcance como son el mercado y la economía".
El timonel de Renovación, Carlos Larraín -quien evitó criticar la postura de su socio-, dijo no compartir las palabras de Ovalle, pues su partido no se ha desmarcado de nadie y siempre se la ha jugado porque la economía de mercado funcione para todos, incluidas las PYME. Sin embargo, afirmó que, bajo ese concepto, está disponible para sentarse a conversar con Ovalle si eso contribuye a mejorar la desmejorada situación de las PYME.
En esta misma línea, el senador José García Ruminot manifestó que Ovalle se equivoca en sus planteamientos, porque "nosotros tomamos conciencia de que hay un sector del país que trabaja con enorme esfuerzo, que carga sobre sus hombros una mochila financiera tremendamente grande, que da empleo al 80% de la fuerza laboral del país y que nunca está presente en los beneficios o apoyos del Estado para que puedan continuar con su labor productiva y, por lo tanto, nuestra defensa de las PYME no es sólo ahora a raíz del proyecto de depreciación acelerada, sino de siempre".
A juicio de García, si los beneficios de la economía social de mercado se siguen concentrando en unos pocos -aludiendo a los grandes empresarios- "lo que vamos a tener es cada vez más descontento, cada vez presiones sociales más fuertes y, en lugar de tener estabilidad política y tranquilidad en lo social, lo que vamos a tener son explosiones sociales que generalmente terminan mal".
Y aunque sin criticar a Hernán Larraín ni defender a Ovalle, al igual que el presidente de su partido afirmó que "yo estoy dispuesto a sentarme con quien sea necesario para que arreglemos la situación de las PYME, para arreglar las situaciones de inequidad que hoy se producen en nuestro sistema económico. (…) Las personas se entienden conversando".
