Después del largo trabajo que ha hecho con las bases de la Democracia Cristiana, en miras del próximo Congreso doctrinario, la ex ministra sostiene que »la gente nos dice déjense de pelear, hasta cuándo pelean, nosotros necesitamos una DC que funcione y no que esté dividida».
Terminada la Junta Nacional de la Democracia Cristiana (DC), con la que el alvearismo obtuvo la mayoría en las distintas instancias de decisión del partido, el gran desafío que espera a la colectividad es el Congreso programático que se culminará en octubre, cuyo propósito es sentar las bases de pensamiento para que la tienda se incorpore en forma activa al siglo XXI.
A cargo de la titánica tarea de organizar a toda la militancia DC a lo largo del país, para llegar a una propuesta consensuada, está la ex ministra de Educación Mariana Aylwin. Y aunque se ve cansada por la intensa tarea que ha llevado a cabo, también dice estar entusiasmada, pues a su juicio el Congreso se ha convertido en una instancia de unidad.
Explica que «hemos enviado a todas las comunas un documento base de discusión, que tiene unas quince páginas, tiene 80 puntos, son párrafos que son numerados y que contienen una visión general sobre todos los temas. Están divididos en seis módulos, son módulos por ejemplo sobre la economía que queremos, la sociedad que queremos, la democracia que queremos, la estructura que queremos y también un análisis sobre nuestra identidad. Hay preguntas en cada módulo que todas las comunas tienen que responder, pero también las comunas pueden hacer propuestas de cambio, agregar temas, de énfasis, etc. Es un documento que es más bien plano, sin grandes énfasis, son propuestas generales que la dirigencia tiene que discutir. El plazo es hasta el 1 de julio para hacer esta discusión interna».
Agrega que «a fines de este mes empiezan los eventos temáticos. Para la realización de los eventos temáticos, que van a ser a nivel regional, hay varios talleres que ya se han constituido, en temas de energía, medio ambiente, la mayoría de los temas que han salido en la discusión en la Junta Nacional, estrategias de desarrollo, educación, innovación, los temas éticos, etc. A mediados de agosto pensamos tener recogidos tanto lo de la discusión temática regional como la discusión de los talleres, grupos de trabajo que se han formado en los distintos ámbitos y de las comunas. De ahí viene una etapa de elaboración de un documento final, que es el documento que se va a proponer al Congreso en octubre».
«Las diferencias son más estratégicas que de fundamentos»
-¿Cómo ha estado la participación de los militantes?
-A nivel de las bases hubo una participación importante en la primera etapa del Congreso con los eventos de escucha. Y después eso se ha paralizado porque hubo elecciones internas. Hubo en enero, después se acaban de constituir los dirigentes regionales, por lo tanto en esa etapa trabajó la comisión interna, y estos grupos de trabajo, en elaborar los documentos para que empiecen ahora una discusión participativa. Creo que lo que viene en los próximos tres a cuatros meses va a ser bastante intenso. Hay un mandato claro, hay directivas nuevas que están con ganas, tiene un documento de trabajo. Nosotros quisiéramos al final terminar con tres productos. Una declaración de principios de la DC, algo así como los 24 puntos de la Falange Nacional; un documento programático nacional y documentos programáticos en cada comuna, que sirvan de insumo para la elección municipal.
-¿Se reunió con las nuevas directivas para recomenzar el trabajo?
-En Santiago nos reunimos con las directivas comunales a fines de marzo; ahora nos reunimos con las directivas regionales que están recién elegidas. Las regiones y las provincias tienen mandato de hacer reuniones con sus directivas comunales a lo largo del país, y para poder ir transmitiendo estas orientaciones. De todas maneras, nosotros estamos viajando y los miembros de la comisión también a distintas comunas y regiones, con el fin de participar y apoyar la discusión y las decisiones que tome la Junta.
-¿Este Congreso puede ayudar a la unidad de la DC?
-Completamente. La experiencia que hemos tenido en el taller de estrategia para el desarrollo es que han estado personas que tienen visiones distintas. Se hicieron seis sesiones que son bastante interesantes, viendo de dónde partimos. Creo que hay bastantes diferencias en los diagnósticos que se hacen de la realidad. Luego poniendo sobre la mesa cuáles son los temas y ahora hay un equipo que está procesando esa información, y que vamos a poder identificar bien cuáles son los temas a cuales tenemos que dedicarnos, discutir más y ponernos de acuerdo. Entonces la segunda etapa del trabajo de las comisiones, va a ser sobre aquellos puntos donde hay diferencias, ver cuánto se puede avanzar para construir el acuerdo.
Ha sido interesante porque ha habido una apuesta en común bien intencionada, en un ánimo más de cooperación que de competencia. Voy a hacer todo lo que esté a mi alcance por buscar zanjar de manera adecuada las diferencias que existan. Me he ido formando la opinión de que las diferencias mayores tienen que ver con cómo miramos la realidad o dónde ponemos los énfasis, y también en temas más concretos. Si a mí me explican en una mesa, donde hay un ánimo cooperativo, lo que significa en qué consiste cambiar el modelo, o los que se miran como más liberales, hay coincidencias bien fundamentales de valorar la economía abierta, de mercado, de pensar que esto no basta, que tiene que haber políticas sociales, que el Estado tiene un rol fundamental. Al final, las diferencias son más estratégicas que de fundamentos.
-¿Ha habido una participación transversal de todos los sectores del partido?
-En estos talleres sí. Además queremos también recoger otras iniciativas, por ejemplo del Consejo Económico Social, que es una instancia que está elaborando propuestas; algunas instituciones como Cieplan. Justicia y Democracia, el Instituto Jorge Ahumada. Estamos trabajando también con los aportes de la reflexión que está saliendo de los institutos. Es un trabajo bien complejo, pero creo que la comisión organizadora ha tenido una actitud bastante positiva y unitaria.
«Siento que hay un desgaste»
-En este trabajo con las bases del partido ¿cómo ve el tema de la unidad partidaria?
-La gente de las bases tiene una demanda enorme por unidad, la gente está aburrida de ver a los dirigentes pelear, y no entiende bien cuáles son las diferencias y se dan cuenta que muchas veces se disfrazan de contenido, diferencias que tiene más bien que ver con la competencia por liderazgos internos. En eso siento que hay un desgaste, hay una molestia, la gente está en otra parada de buena disposición al interior del partido
-¿La peleas están más en las dirigencias?
-La pelea es mucho más cupular. Es verdad que se traspasa, pero se traspasa a disputas de liderazgos internos también a nivel comunal, tiene que ver con disputas de liderazgos de poder. A mi modo de ver, hay diferencias que tienen más que ver con estrategias concretas que con grandes diferencias de fondo. Tendrá que zanjarse esas diferencias, identificarlas bien primero, y luego zanjarlas. Para eso está el Congreso y el Congreso las va a zanjar adecuadamente. Algunos perderán, pero no es la gran derrota.
-Después de todo este trabajo ¿usted cree que se necesitan más normas disciplinarias?
– No creo tanto en eso. Siento que se necesita fraternidad, se necesita cuidado en mantener la calidad de la política. La gente más que molesta con el modelo económico, la gente está molesta con las discusiones de los políticos, la gente está molesta con las prolijidades de los políticos, con las peleas de los políticos. La DC no puede seguir contribuyendo a esa imagen porque al final la gobernabilidad de este país, y los avances que hemos tenido, han tenido que ver con la calidad política. Ese es el principal patrimonio que tenemos que cuidar. La gente nos dice «déjense de pelear, hasta cuándo pelean, nosotros necesitamos una DC que funcione y no que esté dividida». Hay una demanda más de estilo, de que se acerquen a la gente, más que una demanda programática.
_____________
