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FACH opta por helicópteros indios y Ejército por Puma y Súper Puma

Gran expectación existe por compras que se disponen a hacer ambas instituciones para tareas de rescate, enlace y transporte de tropas. Mientras la aviación anunciaría adquisición del Dhruv en agosto, la decisión del Ejército no deja de ser curiosa, considerando que sus pilotos habían expresado preferencias técnicas por el Mil Mi-17V.


Las próximas decisiones de compra de helicópteros para las FFAA no sólo revelarían fuertes diferencias entre las capacidades de evaluación y gestión técnica de proyectos de cada rama, sino como en algunos casos incide la influencia de un determinado fabricante y los prejuicios en contra de otro.



Gran expectación existe en los círculos ligados a Defensa por las compras de nuevos helicópteros para tareas de rescate, enlace y transporte de tropas que se disponen a hacer la Fuerza Aérea de Chile (FACH) y el Ejército.



Aunque esas dos instituciones castrenses han guardado hermetismo sobre el tema, fuentes confiables aseguran que la decisión en ambas ramas ya estaría adoptada y que ella será informada próximamente por las autoridades de Defensa.



Se sabe que la primera institución que dará a conocer su decisión será la FACH, porque su comandante en jefe, general Ricardo Ortega, ya adelantó que en Agosto anunciará la compra de una partida de entre 6 y 8 nuevos helicópteros ligeros en la categoría de 5 toneladas.



Otras fuentes de la entidad aérea ya habían adelantado a El Mostrador.cl que el aparato seleccionado podría provenir de "un proveedor no tradicional". Fuentes confiables sugieren hoy que la decisión se inclinaría definitivamente por el helicóptero Dhruv (Estrella Polar en Sanscrito) de la India. Con ello, quedaría descartada la alternativa de comprar el W3A Sokol ofrecido por el fabricante polaco PZL Swidnik, otro proveedor no tradicional.



Indios y polacos han dado una dura lucha por quedarse con el contrato, en ambos casos ofreciendo compensaciones industriales u offsets consistentes en negocios conjuntos para la manufactura de partes y el ensamble en Chile de helicópteros para exportación a otros países de la región.



Con esta decisión, la institución aérea tomaría en cuenta la crítica de que no era conveniente sumar a su flota nuevas naves estadounidenses ya que sería "poner todos los huevos en la misma canasta", recordando que actualmente todos los aviones de combate son de procedencia norteamericana.



Sin embargo, fuentes cercanas a la FACH son enfáticas al señalar que esta diversificación de proveedores "no se ha hecho a costa de comprar aeronaves de deficiente calidad o inferiores prestaciones, porque se ha tenido especial cuidado en asegurarse que la aeronave que se compre cumpla con todos los requerimientos operacionales exigidos" por esa institución.



Falta certificación



El helicóptero Dhruv, producido en India por el fabricante local Hindustan Aerospace Limited (HAL), está en la mira de la FACH desde hace mucho tiempo. Ello pese a que la aeronave aún no ha sido certificada internacionalmente, lo que podría complicar la operación del aparato fuera de Chile, si es comprado sin que cuente con ella.



Fue desarrollado con asistencia del fabricante alemán Bolkow -que hoy es parte del consorcio franco-germano Eurocopter, que a su vez forma parte del grupo industrial europeo EADS. Su desarrollo ha sufrido una serie de problemas técnicos y accidentes, que más de una vez han forzado la suspensión de todos sus vuelos mientras se investigaban y subsanaban sus fallas. El más reciente de estos accidentes tuvo lugar en noviembre del 2005.



En la India algunos críticos sostienen que estos problemas no se deben a fallas en el diseño del aparato, que ha demostrado gran eficiencia en vuelo y una gran robustez durante accidentes, sino a un mal control de calidad de algunas partes de los componentes dinámicos -motores, comandos, transmisión y rotores- que fueron producidas localmente en ese país asiático.



La búsqueda del Ejército



Mientras, el Ejército busca reemplazar a los helicópteros de transporte Puma y Super Puma de transporte. Para ello se organizó una comisión de la Brigada de Aviación, que estudió y evaluó las ofertas de aeronaves nuevas como el Mil Mi-17V ruso y el Eurocopter/Agusta NH-90 europeo, además de las alternativas de segunda mano representadas por Sikorsky UH-60A Blackhawk estadounidense y el Súper Puma de Eurocopter.



Según fuentes confiables, los pilotos de la Brigada de Aviación del Ejército finalmente seleccionaron al Mil Mi-17V ruso, después de evaluarlo dos veces en territorio chileno. Pero los generales del Ejército, que no son pilotos, optaron por el Súper Puma de Eurocopter simplemente porque tienen prejuicio contra la aeronave rusa.



Ello pese a que el Mil Mi-17V es más barato y tácticamente más eficiente que el Súper Puma. En el caso del precio, uno nuevo tiene un costo en torno a los 4 millones de dólares, muy inferior al precio cercano a los 20 millones de dólares del Súper Puma o Cougar nuevo. Y un Mil Mi-17 de segunda mano vale apenas 2 millones de dólares.



En lo operacional y táctico, el Mil Mi-17 es un helicóptero probado, que ha demostrado ser capaz de operar adecuada y confiablemente en las más dispares y extremas condiciones de geografía y clima. Tiene además una rampa posterior, al igual que los helicópteros modernos de transporte de tropas de infantería como el italo-británico EH-101 y el europeo NH-90, que hace posible el transporte interno de bultos mayores. El Súper Puma, que es esencialmente un diseño de los años 60, pero modernizado en sus componentes dinámicos, no cuenta con esta importante característica



Es así como, al momento de desembarcar en una zona de combate desde el Súper Puma, las tropas no tienen otra alternativa que salir de la nave por las puertas laterales, lo que implica exponerse al fuego del enemigo sin que haya como cubrirlos con fuego defensivo desde el aparato.



Por lo general dichas ametralladoras, que son operadas por los tripulantes de los helicópteros de transporte, están montadas junto las puertas laterales. En el Mil Mi-17V ruso las ametralladoras son operadas exactamente así, mientras que los soldados pueden salir por la rampa posterior.



Curiosa decisión



La decisión del Ejército a favor del Súper Puma de Eurocopter no deja de ser curiosa, porque significa que después de varios años de análisis y estudios, los altos mandos habrían desechado las preferencias técnicas de sus propios pilotos por el Mil Mi-17V y optado por comprar prácticamente los mismos aparatos que se pretendía reemplazar.



Algunos observadores suspicaces han visto en este hecho otra muestra de las buenas conexiones y fuerte influencia que a nivel político tendría en Chile el grupo industrial EADS, al cual pertenece el fabricante de los Súper Pumas. Se trataría, señalan, de una influencia realmente fuerte, marcada por el plan de compra en el 2006 de un satélite a Astrium -otra filial de EADS- en los últimos días de la administración del ex Presidente Ricardo Lagos y sin un llamado a licitación internacional.



El proyecto de compra del satélite a EADS Astrium en las postrimerías del gobierno de Lagos fue frustrado por la negativa de Hacienda a autorizar la adquisición. Luego, ya instalado el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, el proyecto quedó en manos de la ex ministra de Defensa Vivianne Blanlot, quien insistió en concretar la adquisición.



Pero las críticas del diputado Patricio Hales (PPD), quien como presidente de la Comisión de Defensa de la cámara baja del Congreso Nacional cuestionó el proyecto por su falta de transparencia, forzaron al gobierno a cancelar el plan. El proceso será reactivado antes de fines del año en curso, esta vez con un llamado a licitación internacional al que se espera que respondan al menos una docena de proveedores.



Sin embargo, el episodio dejó la impresión de que EADS recibe un trato preferente de parte del gobierno. Y el que en abril del 2006 la entonces ministra Blanlot ya afirmara que los helicópteros que compraría el Ejército serían Súper Pumas, pese a que el Ejército todavía no concluía sus estudios, refuerzan esa impresión.



Otros observadores piensan que sólo se trata de una expresión del prejuicio que existe en el alto mando contra el material ruso, el que no tendría base técnica y es más que nada visceral. Esta opinión coincide con lo que una fuente cercana al alto mando de esa institución señaló a El Mostrador.cl, en el sentido de que las aeronaves rusas simplemente "no nos tincan", reforzando esa postura en base a un supuesto "atraso tecnológico" de ellas.



Varios países de América Latina, como Colombia, México, Perú y Venezuela, están muy conformes con sus flotas de Mil Mi-8 y Mil Mi-17. El caso de Colombia es muy expresivo, porque pese al gran volumen de ayuda militar que recibe de Estados Unidos, y que ha incluido la transferencia de un número importante de helicópteros UH-60 Blackhawk, también ha comprado y sigue comprando y operando un número importante de aparatos rusos.



Ninguno de los países mencionados se ha quejado respecto de la tecnología de las naves rusas, que en comparación a la de Occidente no parece ser atrasada, sino distinta. Sus diferencias se reflejan en una logística también diferente, pero que no ha sido imposible de manejar exitosamente por sus usuarios de nuestra región. Y lo más importante es que estas aeronaves han logrado satisfacer plenamente los requerimientos operacionales de esos usuarios.



Pero lo más llamativo del caso es que, mientras el Ejército estaría descartando al Mil Mi-17 contra las preferencias de sus propios pilotos, la Fuerza Aérea considera a esta aeronave como una de las mejores alternativas para cubrir un requerimiento para la compra de un número de helicópteros de transporte medianos, que debería materializarse dentro de los próximos dos años. Y no es un detalle menor que el interés de la FACh en el aparato ruso haya despertado luego de que algunos de sus pilotos participaron en las evaluaciones realizadas por sus colegas del Ejército en el año 2006.



Compras conjuntas



Pese a que en el 2003, cuando era ministra de Defensa, la Presidenta Bachelet solicitó a las tres ramas que estudiaran la posibilidad de armonizar y coordinar sus requerimientos para nuevas aeronaves de ala rotatoria, con el fin de concretar compras conjuntas. La idea era seleccionar plataformas que pudieran satisfacer adecuadamente los requerimientos operacionales de las distintas ramas, pero con adaptaciones en lo que se requiere a su equipamiento de misión para sus respectivas necesidades específicas.



Pero eso no se materializó, pese a que esa forma de abordar la compra de nuevos helicópteros habría permitido ahorrar, tanto por la vía de bajar los precios al negociar una cantidad mayor de aparatos en conjunto como por el hecho de permitir una logística común para el mantenimiento de estos, ella no fue aceptada por las fuerzas armadas.



La idea fue finalmente descartada hacía fines del año 2005, durante la gestión como titular de Defensa de Jaime Ravinet, quien reconoció que no había sido posible armonizar los requerimientos planteados por las distintas ramas castrenses.



En opinión de José Higuera, experto del PPD, el fracaso de la iniciativa que buscaba impulsar las compras conjuntas de helicópteros "se debe fundamentalmente a la falta de liderazgo que existe entre las autoridades civiles del sector Defensa. Sin ese liderazgo, que requiere de una combinación de conocimiento, visión y voluntad, los encargados civiles tienen una autoridad de orden institucional o legal pero en la práctica no conducen".



"Esa carencia de liderazgo civil genera un vacío que cada rama llena de acuerdo a las visiones y costumbres de su alto mando, y que suelen traducirse en criterios y procedimientos en el manejo de procesos de selección y adquisición que tienen una calidad y un nivel técnico muy dispares entre una institución y otra".



"Es cosa de estudiar las realidades y experiencias de países líderes en este aspecto, para ver que si es posible armonizar los requerimientos y selección de helicópteros como plataformas básicas de al menos dos ramas en cada caso. Eso se traduciría en un primer momento en importantes beneficios y ventajas en lo financiero y logístico, pero más importante sería su efecto a largo plazo, porque favorecería la instalación de una visión conjunta en el ámbito doctrinal que hoy no existe".



"Un primer paso para instalar esa visión conjunta debería ser la estandarización de los criterios y procedimientos de las ramas de las FFAA, en lo que dice relación con los procesos de definición de requerimientos para nuevos equipos y la evaluación de las alternativas disponibles, centralizando dichos procesos en una agencia de adquisiciones y logística de la Defensa. Pero todo eso demanda una toma de liderazgo por parte de los conductores civiles de sector", concluye Higuera.

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