El 11° Juzgado de Garantía de Santiago tiene en sus manos la posibilidad de que el fiscal antimafia Héctor Barros formalice por denuncia calumniosa al ex jefe de la DINA, luego de que en una declaración judicial acusara a quien fuera su jefe, a su hijo menor y al empresario Edgardo Bathich de haberse enriquecido con el narcotráfico.
El destino está lleno de contradicciones e ironías. Y el ex jefe de la DINA Manuel Contreras lo sabe muy bien. Más aún cuando el 11° Juzgado de Garantía de Santiago fijó para este próximo 11 de septiembre la audiencia donde se verá si la Fiscalía Sur es competente para continuar la investigación en su contra, luego de que en un proceso judicial declarara que Augusto Pinochet, su hijo Marco Antonio y el empresario Edgardo Bathich se habían enriquecido con el narcotráfico.
En la oportunidad, alegarán los abogados Luis Correa Bluas (Batchich) y Luis Pacull (Pinochet), quienes intentarán revertir la decisión del jefe de la Unidad de Crimen Organizado Héctor Barros de que se trata de un delito de acción privada de injurias y calumnias.
Si el tribunal acoge la tesis de los profesionales, ambos solicitarán que Barros formalice a Contreras por denuncia calumniosa con lo que el ilícito se convierte en un delito acción pública que debe perseguir la Fiscalía Sur.
Esta tesis es la postura de los querellantes, que aducen que el Mamo usó a la justicia del crimen (antiguo sistema) para injuriar a sus clientes.
La venganza es dulce
La querella presentada por Bathich y Marco Antonio Pinochet se originó a fines de 2006, luego de que el jubilado hombre de armas enviara un informe al ministro Claudio Pavez, en el que acusaba que ambos habían fabricado cocaína junto al químico de la DINA Eugenio Berríos en el Complejo Químico del Ejército de Talagante y la traficaban con la anuencia de Pinochet.
Las palabras de Contreras incluían además una serie de datos sobre el conocimiento de algunos oficiales, como también de él, respecto a las millonarias cuentas que mantenía en el banco Riggs de Estados Unidos, así como en otras entidades de Europa y como esos fondos eran producto de ilícitos.
Sin embargo, hubo una declaración que tomó el propio Barros hace algunas semanas al agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) chilena, el ex detective Jorge Alarcón Dubois, donde este último, al ser consultado sobre los dichos de Contreras, aseguró que el organismo nunca manejó antecedentes sobre las vinculaciones de Marco Antonio y Bathich.
De esta manera, Alarcón Dubois mantuvo la declaración que hiciera en el proceso por el homicidio de Berríos, cuando señaó que el químico intentaba ser agente pagado de la DEA, pero que los antecedentes que entregó eran de poca importancia.
Sin embargo, cuando Berríos fue sacado de Chile por agentes de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) en octubre de 1991 con destino a Uruguay, el primero en saberlo fue Alarcón Dubois, incluso, antes que la propia policía civil.
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