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Discrepancias en la Alianza frente a eventual acusación constitucional

Si bien las directivas de ambos partidos coinciden en que respaldarán a sus diputados si finalmente optan por presentar el libelo contra el titular de Interior, el presidente de RN estima que dados los resultados de la interpelación, este instrumento podría resultar inconducente. Incluir al ministro de Hacienda tampoco genera consenso.


Las secuelas de la interpelación de la Alianza por Chile al ministro del Interior, Belisario Velasco, podrían llegar a transformarse en una acusación constitucional mucho más amplia, incluyendo en un mismo paquete a los titulares de Hacienda, Andrés Velasco, y de Obras Públicas, Eduardo Bitran, algo que se está evaluando en el gremialismo. Sin embargo, pese a que si bien en la UDI existe disposición para avanzar por esta vía, el presidente de RN, Carlos Larraín, estima que sería inconducente dados los resultados de la interpelación.



A este respecto, el timonel de Renovación Nacional reconoció que es "un poco escéptico, porque hemos visto como funciona el reflejo de protección gremial en la Concertación» y que estima que el instrumento de la acusación constitucional "es de dudosa utilidad", considerando el resultado de la interpelación que dejó a su partido "muy defraudado".



De todas maneras, precisó que si la bancada de diputados de su colectividad resuelve presentar la acusación, pues finalmente la atribución de hacerlo es de los legisladores, contará con el respaldo de la directiva.



En el gremialismo, en tanto, están evaluando el escenario ya que, según explicó el jefe de la bancada de diputados, José Antonio Kast, "semana a semana hemos ido viendo nuevos antecedentes". Por lo que no descarta que de las declaraciones que en las próximas semanas deben realizar los invitados a la comisión investigadora del Transantiago -como las del ex ministro Sergio Espejo, que deberá asistir el próximo 27 de agosto- surjan más antecedentes acerca "de la responsabilidad o de la irresponsabilidad de que fuimos objeto".



En todo caso, el legislador UDI precisó que de presentarse la acusación ésta no afectaría solamente al ministro del Interior, sino a "todo el comité técnico-político que echó a andar el Transantiago". En este contexto, los ministros Andrés Velasco y Eduardo Bitran formarían parte de la tríada en que la tienda de calle Suecia tiene puesta su mirada inquisidora.



De allí que Kast sea preciso en sostener que "lo más probable es que si acusamos constitucionalmente, los acusemos a los tres". Mientras que el diputado Rodrigo Álvarez, autor de la interpelación, reiteró que su sector no va a renunciar a ninguna de las atribuciones que le otorga la Constitución y que la UDI va a "conversar" el tema con sus socios.



El difícil camino hacia la acusación



Seguramente esta postura va a generar más de algún debate al interior de la Alianza, puesto que hay dirigentes que descartan de plano una acusación contra el titular de Hacienda, ya que estiman que "es uno de los pocos ministros que ha hecho bien su pega". Incluso, no faltan los que medio en broma y medio en serio sostienen que sólo lo interpelarían para "afirmarlo", aludiendo con ello a la tendencia de la Presidenta Michelle Bachelet a confirmar a quienes la derecha pide la renuncia.



Seguir por el camino de la acusación es mucho más difícil que el de la interpelación, ya que el proceso es más largo y requiere de un quórum más alto para su aprobación. Mientras que para la interpelación la derecha sólo necesitó 40 votos y el sector los tenía, para el libelo acusatorio debe pasar dos vallas. Primero, la puede presentar sólo con 10 firmas, pero luego requiere de la mitad más uno de los votos de la Cámara para aprobar la "cuestión previa", que apunta a definir si es que hay mérito o no lo hay para la acusación.



En este escenario, la Alianza requiere de todos modos convencer a un porcentaje nada menor del oficialismo para que respalde la acusación. De hecho, la derecha tendría que convencer a seis de los 65 diputados de la Concertación para alcanzar el quórum de 61 votos necesarios para este trámite.



Así las cosas, la derecha tendría que centrar sus esfuerzos en diputados como el DC Gabriel Ascencio, quien de este modo podría cobrar las cuentas pendientes que tiene con el titular de Obras Públicas desde que rechazó el proyecto del Puente Chacao, cosa que en su momento sacó de sus casillas al legislador democratacristiano. Y lo mismo, aprovechando las antipatías que despierta Andrés Velasco, en más de algún parlamentario díscolo.



La UDI devuelve el guante



Mientras tanto, Belisario Velasco no se quedó tranquilo con los dichos del diputado interpelador, Rodrigo Álvarez, quien lo acusó de mentir, y le exigió que le pida "excusas públicas en la Cámara". De hecho, entregó un dossier ante la corporación legislativa, como evidencia de declaraciones en que el legislador gremialista lo acusaría de faltar a la verdad.



Sin embargo, la UDI y el propio Álvarez no se movieron ni un ápice de su crítica postura. Por el contrario, el aludido insistió que quien debe pedir disculpas al país es el ministro del Interior.



"El que debe pedir disculpas al país por haber rehusado asumir la responsabilidad del Gobierno, el que debe disculpas a todos los chilenos por la indignidad que ha sido el Transantiago, por la humillación que ha sido para cuatro millones de usuarios -porque hay que pensar que a menos de 15 horas de terminada la interpelación ayer (miércoles) miles de personas tenían problemas para ir a sus trabajos en Metro y buses-. Así es que lo que corresponde son las disculpas del ministro Velasco por su actitud en el Congreso y el gobierno, en general, por este daño enorme a los usuarios del Transantiago", señaló Álvarez.



Por su parte, el presidente de la UDI, Hernán Larraín, entregó su respaldo incondicional al diputado. El dirigente lamentó que Velasco "no haya asumido la responsabilidad que él tiene como jefe político del gobierno. Fue penoso como evadió asumir derechamente, como siempre, cuando uno ha cometido errores tan graves como los que afectan a millones de santiaguinos".



Y, lejos de retroceder en la postura de que Velasco mintió, reiteró que el jefe del gabinete político del gobierno,"adicionalmente, ha faltado a la verdad, porque un día ha dicho una cosa respecto de cómo informó a la Presidenta y al día siguiente ha dicho algo muy diferente. Y no fue capaz de esclarecer ante de la Cámara de Diputados toda la verdad".



En este contexto y en la misma línea de Álvarez, Larraín subrayó que «quien debe disculpas al país es el señor Belisario Velasco, que no asume su responsabilidad, no da la cara, como corresponde a cualquiera con ese tipo de problemas, y tampoco ha dicho enteramente la verdad».

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