Representante abrió los fuegos en los alegatos por la solicitud de extradición del ex presidente ante la Corte Suprema. A su parecer, el ministro instructor no evaluó la causa en su conjunto »y prescindió del contexto histórico y político en el que se desarrollaron los casos» que motivan la petición para juzgarlo en Lima. [Actualizada]
Centrado en violaciones derechos humanos, corrupción, control ilegal de la prensa y el Poder Judicial, coimas a congresistas y el conocimiento total que, a su juicio, tuvo como presidente, el abogado del Estado peruano, Alfredo Etcheberry, inició a eso de las 11:25 de esta jueves la primera parte de los alegatos para la extradición de Alberto Fujimori.
Señaló que tanto el informe de la fiscal del máximo tribunal, Mónica Maldonado, como también la sentencia de primera instancia del ministro instructor, Orlando Álvarez, coinciden, salvo en un aspecto, dijo el profesional, «que es la participación de Fujimori en los hechos».
«Hay una situación curiosa y poco recurrente, en la que hay acuerdo entre la fiscal y el ministro, salvo en un punto, donde discrepan y que determina que la sentencia sea negativa», alegó.
Por esta razón, el centro de la primera parte de su exposición se dirigió a tratar de comprobar cómo Fujimori sí participó en todos los hechos que se le imputan, desde la corrupción hasta las violaciones a los derechos humanos.
Etcheberry dijo que el ministro Álvarez no evaluó la causa en su conjunto «y prescindió del contexto histórico y político en el que se desarrollaron los casos que motivan la extradición».
Para el profesional, es importante este punto, porque sólo así se pueden valorar las respuestas que le dio al juez sobre cada uno de los casos: no sé, no me acuerdo, no podía saber…
Le siguieron, dijo el representante del Estado peruano, la violación de derechos humanos y la corrupción, con la inestimable ayuda de su brazo derecho, Vladimiro Montesinos.
Y se preguntó por los vladivideos y el desconocimiento que Fujimori asegura tener sobre estos hechos.
«¿A quién beneficiaban estos hechos?, ¿a Montesinos?, ¿de dónde salía el dinero?», argumentó ante los supremos.
Conoció y ocultó matanzas
Posteriormente, recurrió a los casos de violaciones de derechos humanos, en la eliminación de personas. Y detalló una serie de casos.
Para demostrar que Fujimori supo de muchos de ellos, dijo Etcheberry, citó un memorándum enviado al ministro de Defensa, en el que ordena el ascenso de los funcionarios que participaron «en exitosas operaciones de inteligencia contra la subversión».
«No hay duda de que Fujimori no puede ni debe alegar desconocimiento de estos hechos ni de las acciones que desempeñaba y, si bien pudo no haber una orden para las matanzas, no las ignoró y las ocultó», añadió.
Recordó también el tránsito desde que era un rector universitario hasta que en 2005, ya siendo ex presidente, arrendó un jet y vivió en el extranjero «sin trabajo conocido para sustentar esos gastos».
«Uno es bueno hasta que deja de serlo», comentó el abogado, recordando una anécdota ocurrida con uno de sus clientes.
En la segunda parte del alegato, el delegado del Estado peruano acusó a Fujimori de ser el autor de toda la conspiración que se le imputa.
Expresó que los delitos de violaciones a los derechos humanos son imprescriptibles e inamnistiables, por lo que procede la extradición.
Presunciones fundadas
En ese sentido, les dijo a los magistrados, no es necesario que las pruebas sean concluyentes, sino que basta con las «presunciones fundadas», para entregar a Fujimori a los tribunales limeños, de modo que Chile no se transforme a futuro en refugio para personas imputadas por estos ilícitos.
Cuando eran las 12:45 y el listado de situaciones relativas al proceso se hacían sentir en la audiencia, Etecheberry intentó, diplomáticamente, detener su alegato, atendido el tiempo transcurrido.
Sin embargo, el presidente de la sala, Alberto Chaigneau, bromeó diciéndole que continuara con sus argumentos, porque «ni siquiera nos hemos quedado dormidos». Hubo risas.
Otro de los tópicos centrales de la presentación fue la prescripción de algunos hechos que ha sostenido la defensa de Fujimori.
Al respecto, explicó que la prescripción se interrumpe una vez cometido un delito se comete otro. Por ello, leyó cronológicamente la larga lista de procesos que envió la justicia peruana para demostrar la responsabilidad del ex mandatario peruano.
Etcheberry dijo que está probada la existencia de grupos paramilitares destinados a llevar a cambo matanzas y la relación con Fujimori.
«La guerra sucia era conocida por Fujimori. Mantenía reuniones y los jefes de esos grupos así lo reconocen en sus declaraciones», dijo el abogado.
Además, fustigó el razonamiento usado por el ministro Orlando Álvarez, por ejemplo, en que no existían pruebas para demostrar que el ex presidente tuviera conocimiento de los hechos que se le imputan.
«Está claro que Fujimori no estuvo en todos los lugares, por eso hay que concluir y tomar el contexto que permitieron la ocurrencia de esos hechos», insistió.
La última herramienta discursiva usada por Etcheberry fue la corrupción, al recordar la transferencia ilegal de fondos y el enriquecimiento ilícito.
Doble incriminación
En la Segunda Sala, estaban presentes, además, las cajas con los antecedentes enviados por Perú, como testigos de un proceso que será resuelto por la Suprema en los próximos meses.
Anteriormente, la relatora Paola Plaza les explicó a los magistrados de la Segunda Sala (Penal) de la Corte Suprema las consideraciones adoptadas por el ministro Álvarez para rechazar la solicitud de extradición.
Básicamente, apuntó a los conceptos de "doble incriminación", es decir si los delitos cometidos en Perú tienen correlato en Chile, como también la prescripción de los mismos.
De esta manera, recorrió todos y cada uno de los casos, mientras los ministros tomaban apuntes que les servirán para esgrimir sus argumentos en el fallo final.
