Aunque vicepresidenta UDI desconoce confiabilidad del sondeo -según el cual el 85% no cree en los dichos de Joaquín Lavín-, estima que el electorado de izquierda nunca respaldará a alguien de derecha por declarar que es necesario colaborar con el gobierno. Además, tiene la convicción de que estas actitudes hacen que el aludido pierda respaldo en su propio sector.
Más de una semana se ha prolongado el debate provocado por el ex abanderado de la UDI Joaquín Lavín, al declararse como bacheletista-aliancista. Sin embargo, el gremialismo está poniendo todo de su parte para cerrar la polémica, aunque la senadora Evelyn Matthei estima que a ello contribuyó la filtración de una encuesta según la cual el 85% de los consultados no creería en los dichos del ex alcalde.
«Obviamente que el resultado de ese tipo de encuestas sí pueden acelerar el fin de este tipo de discusión», admitió la vicepresidenta UDI, quien de todas maneras aclaró que desconoce el grado de confiabilidad de la misma.
El estudio es el que el pasado martes dio a conocer el abanderado presidencial de RN Sebastián Piñera a sus senadores. En una reunión con algunos de ellos en el Congreso, el empresario exhibió los resultados del sondeo de la Fundación Futuro. Cifras que tranquilizaron a todos y que, especulan, deberán desmotivar a Lavín en su extraña cruzada.
«Siempre he estimado que una persona que es de izquierda no va a votar por otra persona por el hecho de que esa persona diga que hay que colaborar con el gobierno de turno. Podrá evaluarla bien en las encuestas, pero no va a votar por ella. Y, en cambio, una persona que es de la Alianza puede penalizar, restarle confianza a una persona que señala eso. Así que yo, en general, tenía la intuición de que no era una estrategia adecuada», precisó Matthei.
Además, recordó que los senadores juraron ante Dios que realizarían, o al menos intentarían, bien su trabajo, por lo que aquello de colaborar es algo que está dentro de las obligaciones de los parlamentarios de apoyar lo bueno y rechazar lo malo.
Tolerancia gremialista
El miércoles en la UDI mantuvieron silencio sobre el tema. Sólo lo abordaron integrantes de la directiva y en este sentido, el timonel de la tienda, Hernán Larraín, señaló que «ya se ha dicho todo lo que correspondía. Hay un punto de vista de Joaquín Lavín que yo creo que vale la pena respetar y entender que está en una perspectiva distinta de al que hemos (la UDI) estado trabajando, porque él está mirando el asunto de cómo colaborar hoy día con el gobierno, lo que nosotros comprendemos».
Pese a entender la lógica lavinista, la UDI continúa en su postura de no respaldarla, lo que despeja claramente el presidente del partido cuando sostiene que «nuestra responsabilidad, no es sólo con el 2007 sino con el 2009. Porque necesitamos darle a Chile una nueva opción de gobierno y esa no se construye a última hora. Y eso es lo que estamos haciendo en la Alianza y es lo que tenemos que seguir haciendo más allá de esas opiniones a las que hay que dejarles su espacio, tener una cierta diversidad, un respeto a opciones que pudieran no parecer tan ortodoxa, pero que al final son convergentes».
Las declaraciones de Larraín se suman a otras en las que, una vez más, no descarta que el ex alcalde pudiera ser a futuro la figura presidencial de la UDI. Discurso que el gremialismo tenía antes de sus sorpresivas expresiones de apoyo a la Presidenta Michelle Bachelet.
El silencio de la UDI contrasta con la postura del propio Lavín, quien insiste en mantener su polémica postura e incluso rebate la de su «amigo», el senador de RN Andrés Allamand, quien postula la tesis del desalojo.
Mientras, el senador Pablo Longueira también mantiene silencio sobre el tema, aunque cercanos al parlamentario aseguran que él no cree que Lavín haya adoptado la posición que tanto revuelo causó sólo para reposicionarse en el ámbito político.
