Su profundo rechazo a la medida, que calificó de inaceptable tanto jurídica como éticamente, manifestó el presidente de los estudiantes, Felipe Betancourt. Por ello, presentó un reclamo en el organismo fiscalizador y solicitó a la Dirección Jurídica de la Pontificia Universidad Católica que excluya la disposición.
"Efectivamente, declaro conocer la política de la Universidad de establecer un reajuste real anual máximo del arancel de matrícula de hasta 1,5% mientras sea alumno regular de la Universidad".
Así reza la nueva cláusula que los cerca de 3.500 alumnos que se espera se matriculen en la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) deberán firmar al momento de realizar el trámite de ingreso, y que ha generado un profundo rechazo dentro de la recién estrenada federación de estudiantes (FEUC).
En palabras simples, implica que los "novatos" deberán aceptar que durante su carrera el arancel pueda subir hasta en 1,5% real cada año, lo que para la federación es inaceptable. Por eso, el presidente de la instancia, Felipe Bettancourt, ha iniciado sus labores buscando fórmulas para contravenir la medida, que califica como "poco ética y de injusticia social".
Pero además, desde el punto de vista jurídico, contravendría la ley del Consumidor, que en su artículo 16 estipula que no se podrán hacer cambios en los contratos de adhesión, salvo que se especifiquen prestaciones adicionales que puedan aceptarse o rechazarse en cada caso y "estén consignadas por separado en forma específica".
Además de este hecho, el timonel de la FEUC reclama que "no se nos ha permitido ser parte de un trabajo en conjunto para revisar estos temas, y por ello nos vemos obligados a tomar todas las medidas necesarias con tal de detener este acto injusto e ilegal. Esperamos, por el bien de los alumnos nuevos y de la universidad en general, que la Rectoría desista de tan dañina disposición".
La letra chica
No es menor tampoco que los representantes de la FEUC se enteraran de la medida sólo porque se interesaron en indagar cuál sería el proceso de matrícula de 2008, ya que no recibieron la información de manera oficial. De esta forma y tras revisar los documentos que deberán firmar los futuros alumnos, detectaron esta suerte de letra chica.
Betancourt detalla que ya han mantenido conversaciones con la dirección superior de la universidad y que el motivo esgrimido fue lograr una mejor distribución de las alzas arancelarias, para que no sólo recayeran en los estudiantes novatos.
"Puede haber argumentaciones, pero lo cierto es que este es un cambio en las reglas que ya estaban dando y pasa también por la posición de la federación y de los estudiantes de poder evaluar las futuras y eventuales alzas de aranceles, pero esto compromete a aceptar esas futuras alzas", dijo.
Por eso, sumado a que el plantel ya manifestó su negativa a anular la disposición "y que lo que buscamos es precisamente que sea retirada, lo que haremos es seguir las medidas pertinentes para lograrlo. Y por eso interpusimos un reclamo frente al Servicio Nacional del Consumidor (Sernac)".
De esta forma, este lunes formalizaron el reclamo y paralelamente hicieron pública la situación. Además, están esperando la respuesta oficial de la Dirección Jurídica del plantel, la que sería entregada el próximo miércoles.
Incertidumbre jurídica
Según fuentes del Sernac, sobre la base del artículo en el que decidieron ampararse, la argumentación de los estudiantes sería correcta. Pero no se puede hablar de "ilegalidad" hasta que sea determinado por un tribunal, en el caso de que las gestiones de mediación que haga la entidad entre los alumnos y la PUC no llegue a buen término.
"Eventualmente, se podría probar que esto es una ilegalidad y que es una cláusula que no corresponde, porque si a los otros alumnos no se les ha hecho firmar esta cláusula y no hay una modificación ni servicios adicionales que se estén prestando que justifiquen este supuesta alza de arancel en cualquier momento, se provoca una incertidumbre jurídica", señalan.
Esto implica que en el momento menos esperado el pago del arancel podría cambiar, quedando una suerte de desigualdad, porque la universidad tiene esa facultad, pero el alumno no tendría ninguna.
De todos modos, como el período de matrícula será entre el 28 de diciembre y el 2 de enero, el Sernac contempla una figura especial para estos casos -sobre derecho a retracto de los estudiantes universitarios- que consiste en la posibilidad de postular a dos universidades y luego renunciar a una, recuperando el dinero de la matrícula.
Esto serviría si hay una pronta solución de la polémica. De lo contrario, a los futuros profesionales les queda decidir si están dispuestos a arriesgarse a que el veredicto final dé la razón a la entidad universitaria y asumir luego eventuales alzas.
