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Insulza reconoce tema pendiente entre Chile y Bolivia y confía en solución

"soy ferviente partidario de que Chile y Bolivia encuentren caminos de entendimiento y resuelvan los temas pendientes. Creo que eso es lo que quiere la Comunidad de las Américas", dijo en La Paz el secretario general de la OEA.


El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza, reconoció el jueves último, tras en una reunión en La Paz con el presidente Evo Morales, que Chile y Bolivia tienen "temas pendientes" que espera puedan ser resueltos.



Insulza, en el marco de una visita oficial al país altiplánico, fue consultado en una rueda de prensa por la demanda marítima boliviana, señalando que tanto en su calidad de titular de la OEA como de chileno "soy ferviente partidario de que Chile y Bolivia encuentren caminos de entendimiento y resuelvan los temas pendientes. Creo que eso es lo que quiere la Comunidad de las Américas".



"Yo, como chileno, quiero que la relación entre Chile y Bolivia vaya cada día mejor y que sus problemas puedan ser solucionados a través del dialogo y la concertación entre los dos países», agregó.



En tanto, el secretario general de la OEA también respaldó el proceso de cambios que está impulsando el Gobierno de Morales, poniendo énfasis en el carácter democrático que envuelve dicha reforma política.



"El presidente Morales sabe que su gobierno cuenta con el pleno apoyo de la comunidad de las Américas, que ya se expresó en el Consejo Permanente de la OEA, al proceso de transformaciones que se está viviendo en Bolivia que ciertamente será conducido de manera democrática y con la participación de todos los bolivianos», puntualizó.

Asimismo, indicó que «nosotros respaldamos absolutamente el esfuerzo que el Presidente y su Gobierno hacen por lograr un entendimiento que permita a Bolivia salir adelante más grande y más unida que nunca».



Insulza sostuvo que si bien en un principio existió preocupación en el seno del organismo regional a raíz de los fuertes desacuerdos entre el Gobierno y sectores de oposición de cara a la nueva Constitución, «hoy en día la actual situación se mira con tranquilidad, se advierte normalidad y sabemos que existe un diálogo, y aunque subsisten algunas diferencias, no creo que nadie piense que esas diferencia ponen en juego la democracia. Dentro de la democracia puede haber discrepancias, pero no existe, externamente, la impresión de que haya alguna amenaza en el desarrollo democrático de Bolivia», afirmó.

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