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Contralor estudia caso de las subvenciones para llevarlo a la Fiscalía

Explica que el instituto fiscalizador «tiene varios caminos. Si está todo bien, santo y bueno; si hay algo mal, se abre sumario; si además hay delito, se hace la denuncia al Ministerio Público".


Aún no ha usado el 10% de sus atribuciones, comenta el contralor general de la República Ramiro Mendoza, quien esta semana ha estado en el ojo del huracán tras ser citado a la Cámara y cuando todavía está en la nebulosa las irregularidades en el caso de las subvenciones educacionales.



En entrevista con el diario La Tercera, señala que la clase dirigente vive en el secreto y la reserva. De ahí que se dice "tenemos que regular esto y lo otro, legislar de eso y esto".



Explica que la "Contraloría tiene varios caminos. Si está todo bien, santo y bueno; si hay algo mal, se abre sumario; si además hay delito, se hace la denuncia al Ministerio Público".



Específicamente en el caso de las subvenciones, adelanta que se están estudiando los casos para presentar la denuncia ante la justicia.



Critica la tarea de las superintendencias ya que "son débiles en sus capacidades. O mejor dicho es un poder o control variopinto el que tienen. Algunas sólo pueden revisar entradas y salidas de dinero, nada más. O sea, son menos potentes de lo que parecen. Su rol de supervigilancia es más bien técnico, con pocas atribuciones legales".



Requerido por una posible acusación constitucional en su contra, señala que "cada quien tiene derecho a su opinión".

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