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Ministro Velasco inaugura conferencia sobre gobierno progresista

Secretario de Estado dijo que la experiencia de Chile en estos últimos 18 años ha enseñado que no hay otro camino que el crecimiento para alcanzar la igualdad y prosperidad de la gente. "En las discusiones progresistas en los países ricos, al crecimiento económico se le presenta como una amenaza que controlar y no una oportunidad para aprovechar", afirmó.


El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, aseguró este viernes en Londres que ser progresista en la actualidad incluye impulsar el crecimiento económico, el libre comercio y mantener la responsabilidad fiscal, precisando que por el contrario el populismo no es progresista.



"Se necesitan líderes que piensen en la próxima generación y no en la próxima elección", precisó, Velasco, quien presentó las fortalezas de la economía chilena ante un grupo de 30 empresarios e inversionistas ingleses invitados por el banco de inversión Rothschild, en el centro financiero de Londres, durante la inauguración de la conferencia que reúne a más de 200 líderes progresistas de todo el mundo bajo el lema Una Globalización Inclusiva.



El ministro de Hacienda compartió un panel con su homólogo de Holanda, Wouter Bos, y que fue moderado por Peter Mandelson, Comisionado de la Unión Europea para Comercio Exterior. En la oportunidad, anunció además que la próxima reunión de líderes progresistas, que incluye una Cumbre con Jefes de Estado y Presidentes de centroizquierda se realizará en Chile, aunque no precisó la fecha.



En su intervención, Velasco afirmó que la experiencia de Chile en estos últimos 18 años ha enseñado que no hay otro camino que el crecimiento para alcanzar la igualdad y prosperidad de la gente. "En las discusiones progresistas en los países ricos, al crecimiento económico se le presenta como una amenaza que controlar y no una oportunidad para aprovechar", dijo.



Asimismo recordó que durante los cuatro últimos gobiernos democráticos, la pobreza se redujo de un 40% a un 13%, porque "aplicamos políticas sociales ambiciosas y sin precedentes, pero también porque el país creció a un promedio anual de 5,5%.



Sin embargo, el secretario de Estado enfatizó que el crecimiento no es sinónimo de ser ortodoxos. Se necesita también investigación, innovación y una fuerte inversión en capital humano. Además, se deben mantener estrictas políticas de competencia en el mercado y "tolerancia cero a los monopolios".



A juicio del funcionario otro rasgo progresista que tampoco acostumbra a aparecer en estos debates es la responsabilidad fiscal, que en el caso de Chile ha permitido que el dinero que antes se destinaba a pagar las deudas a entidades financieras "ahora financia escuelas, hospitales y viviendas para los más pobres".



En ese sentido un beneficio social de la disciplina fiscal es permitir financiar un sistema de protección social de un alcance que hace pocos años habría sido inimaginable. "No hay nada más progresista que garantizar los derechos sociales efectivamente y en el largo plazo", explicó.



Sin embargo la prudencia fiscal, afirmó, tiene otra ventaja: nos protege de las crisis financieras importadas del exterior. "América Latina tiene mucha experiencia en este tema. Muchas veces los países ricos nos instaron a ordenar nuestras finanzas, regular mejor nuestros bancos y aumentar la transparencia", señaló agregando: "¡Cómo han cambiado las cosas! Ahora miramos desde nuestra esquina, con mucha más tranquilidad, cómo los países ricos enfrentan crisis por políticas fiscales riesgosas, regulaciones débiles y mercados de capitales opacos", sostuvo.



Por último afirmó que otro de los rasgos progresistas que lleva a mejorar la calidad de vida de las personas es el libre comercio. "El desafío de la globalización es ser capaz de producir bienes o servicios que otras personas y países quieran comprar". La evidencia demuestra, agregó, que los países que se han abierto al mundo no sólo han crecido más, sino que han reducido la pobreza más rápidamente.

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