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EE.UU. ha impedido al FMI analizar su sistema financiero en detalle

La gran mayoría de los países avanzados, incluidos Reino Unido, Japón, Francia, Alemania y España, se han sometido al «Programa de Evaluación del Sector Financiero», como se conoce formalmente a la revisión, y también lo han hecho algunas naciones en desarrollo, como Chile, Colombia, México, Marruecos y Arabia Saudí.


Estados Unidos no ha permitido hasta ahora al FMI analizar en detalle su sistema financiero, pese a que sus fallas ocasionaron el «big bang» de la crisis que se ha extendido por el resto del mundo, según fuentes del organismo.



Mientras en el Grupo de los Siete (G-7) y en el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) los ministros de Economía del mundo debaten este viernes y durante el fin de semana cómo enmendar las deficiencias, nadie aparte del Gobierno de EE.UU. conoce los entresijos de su entramado financiero, que tiene un impacto inmediato en todo el planeta.



La negativa de Washington es paradójica, dado que el propio Gobierno de Estados Unidos ha presionado en los últimos años al FMI para que centre su trabajo en asuntos cambiarios -y convenza a China para que revalúe su moneda- y temas financieros en general.



El Fondo se ha movido en la dirección deseada por su máximo accionista y ha enviado a sus expertos a hacer un análisis concienzudo de «los puntos de tensión potencial» de los sistemas financieros de los países miembros que se lo han permitido, según dijo una fuente del organismo que pidió no ser identificada.



Lo que le preocupa al FMI en especial son los riesgos que problemas en países «sistémicos» representan para el resto del planeta, justo lo que se ha constatado en la actual crisis financiera con la aparición de un «agujero negro» en las hipotecas de riesgo en Estados Unidos.



La gran mayoría de los países avanzados, incluidos Reino Unido, Japón, Francia, Alemania y España, se han sometido al «Programa de Evaluación del Sector Financiero», como se conoce formalmente a la revisión, y también lo han hecho algunas naciones en desarrollo, como Chile, Colombia, México, Marruecos y Arabia Saudí.



No obstante, otras se han manifestado renuentes a dejar que el FMI analice su estructura reguladora y descubra los conflictos de competencias entre agencias, las luchas internas de poder y las tensiones entre Gobierno central y provincias o estados, según fuentes conocedoras del programa.



Aún así, los resultados de la revisión pueden permanecer parcial o completamente confidenciales, dado que el país en cuestión debe dar su visto bueno para que el organismo los divulgue.



El jefe de asuntos internacionales de Estados Unidos, David McCormick, anunció en un discurso hace unas semanas que su país sí permitiría la revisión, pero no de forma inmediata, sino que empezaría «el próximo año».



La declaración pasó desapercibida porque al mismo tiempo McCormick dio el apoyo de su país a una reforma más profunda del FMI, lo que acaparó los titulares.



Pero sí le prestó atención la gerencia del Fondo, que recibió el anuncio con perplejidad, pues para 2009 habrá otra administración en Washington, que decidirá si acepta o no llevarla a cabo, por lo que la declaración de McCormick no tiene ningún efecto, según fuentes del organismo.



Un análisis inmediato del sistema financiero por parte del FMI ofrecería al Gobierno estadounidense una perspectiva nueva sobre cómo reorganizar su sistema regulador, un empeño en el que está inmerso el Departamento del Tesoro de EE.UU. Esa agencia no respondió una llamada de Efe al respecto.



Mientras, la dirección del Fondo se enfrenta a las críticas por no haber previsto la crisis en Estados Unidos, que considera el episodio de inestabilidad financiera más grave desde la Gran Depresión.



El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, no pudo ocultar su irritación en una rueda de prensa el jueves.



«No estoy diciendo que si hace uno o dos años hubiera habido un FSAP -siglas en inglés del programa de revisión financiera-, habríamos podido decir todo lo que deberíamos haber dicho sobre el sistema financiero en Estados Unidos», dijo Strauss-Kahn.



«Pero por lo menos no se nos puede hacer responsables por falta de supervisión en el lugar donde empezó la crisis por el hecho de que no se usó nuestro instrumento principal para hacer este tipo de supervisión», se defendió el jefe del FMI.



McCormick reconoció la importancia del programa en su discurso de hace unas semanas y dijo que «merece nuestro apoyo continuado por los beneficios que trae a los países industrializados y la economía mundial».



Sólo que por ahora, prefiere que sean otros los países que pasen por su lupa.



EFE

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