La iniciativa indica que desde 1959 «miles de tibetanos y su líder espiritual, el Dalai Lama, han sufrido el exilio y la creciente pérdida cultural y de autonomía del Tibet», lo que no ha sido estimado por las autoridades chinas.
La Cámara de Diputados condenó este jueves por 35 votos a favor y ocho en contra la represión en el Tibet e instó al Gobierno de China a dialogar con el Dalai Lama.
La iniciativa, que debió aprobarse mientras la presidenta Michelle Bachelet se encontraba en China, visita que culminó hace 48 horas, generó una polémica entre los legisladores.
Frente a una nueva posibilidad de postergar la votación, se generó un altercado entre partidarios y detractores de la moción, ya que mientras los primeros insistían en votar la norma, los opositores argumentaban que una iniciativa de este tipo no procedía.
Para el diputado independiente Esteban Valenzuela los sucesivos aplazamientos y la posibilidad de no votar el proyecto eran graves, ya que era «la primera vez en la historia del congreso desde el retorno de la democracia (1990) en la que se impedía que el parlamento se pronunciara respecto de una iniciativa más bien moderada, que condena la situación del Tibet, la represión y la violencia que aquí ocurre».
En este sentido, el proyecto de acuerdo aprobado precisa que «Chile tiene entre sus principios de política exterior el respeto a los derechos humanos, la libertad religiosa, el respeto a las culturas y la resolución pacífica de los conflictos».
La iniciativa indica que desde 1959 «miles de tibetanos y su líder espiritual, el Dalai Lama, han sufrido el exilio y la creciente pérdida cultural y de autonomía del Tibet», lo que no ha sido estimado por las autoridades chinas.
Añade que «el Dalai Lama ha declarado reiteradamente su voluntad de dialogar con las autoridades chinas para aceptar niveles de autonomía sin separatismo, lo que permitirá abrir conversaciones para una solución pacífica para el Tibet».
El texto solicita al ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley, «que se manifieste contra la violencia y la represión en el Tibet y pida al Gobierno de China iniciar conversaciones directas con el Dalai Lama en búsqueda de una solución pacífica».
Sin perjuicio de la aprobación, igualmente surgieron críticas.
El disputado Fernando Meza cuestionó el que se apruebe un proyecto que hace referencia a aspectos internos de otra nación, preguntándose «qué va a pasar en el mundo cuando se cuestione la situación, por ejemplo, del pueblo mapuche», al respecto señaló: «Vamos a ser condenados por la comunidad internacional».
«Mi llamado es a no entrometernos en los asuntos de otros países», concluyó.
EFE
