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Obispos llaman a respetar fallos del Tribunal Constitucional

Al terciar en la polémica desatada por la prohibición de la distribución de la píldora del día después en el sistema público, prelados expresaron su "gratitud, solidaridad y respeto a quienes se han visto agredidos por expresar sus convicciones en defensa de la vida".


Un llamado a respetar fallos del Tribunal Constitucional "como los de cualquier tribunal", formuló la Conferencia Episcopal, precisando que "llamar a la desobediencia es un camino peligroso, que conduce al caos institucional".



Al concluir su 95ta Asamblea expresaron además su "gratitud, solidaridad y respeto a quienes se han visto agredidos por expresar sus convicciones en defensa de la vida".



Asimismo en relación a la llamada "píldora del día después", los prelados manifestaron que su compromiso permanente en favor de la vida del que está por nacer les llama a rechazar tanto su distribución en el sistema público de salud como su comercialización en farmacias.



Al respecto, en el mensaje al país "La dignidad de la persona es la base de nuestra convivencia", sostuvieron que las opciones cotidianas de la gente en su amor y respeto por la vida requieren de una forma adecuada y de un contexto favorable que "debiera traducirse en que las familias puedan contar con ingresos suficientes, oportunidades de educación y empleo para acoger a los hijos y vivir en condiciones dignas".



Descalificaciones personales y agresión verbal



Para el Episcopado el nivel de descalificaciones personales y agresión verbal en algunos actores políticos durante el último tiempo no se corresponde con la responsabilidad que la ciudadanía les ha confiado.



"Resulta arbitraria la costumbre de diversas autoridades y dirigentes políticos de evaluar positivamente a las instituciones cuando sus decisiones son de su agrado, y de rechazar su legitimidad, amenazar con destituciones y aun convocar a desconocer sus decisiones cuando no lo son", sostuvieron.



Campaña electoral



Igualmente la declaración del Episcopado plantea que en el escenario electoral que se avecina resulta fundamental que se recupere para la política su finalidad propia que es el bien común, en un clima de amistad cívica. "Es de esperar que los candidatos y sus partidos políticos ofrezcan al electorado un debate de altura, poniendo sobre la mesa los temas que afectan y preocupan a los habitantes de las comunas, sin populismo ni demagogia", señalan los obispos.



La Conferencia Episcopal considera que no se han valorado en su justa medida los esfuerzos por establecer amplias bases de acuerdo sobre temas políticos, económicos y sociales. En ese sentido, estimaron necesario que se dignifique el servicio público: "No hay otra misión más noble al servicio de la sociedad civil que favorecer el bien común, y preocuparse de manera preferente por el bien de los marginados y desprotegidos (Â…) Los ciudadanos quieren ver a sus dirigentes, de los diferentes partidos políticos, dialogando para solucionar los grandes problemas, y no en permanente disputa y descalificación", señalan.



En cuanto a la probidad y transparencia los obispos manifestaron que a todos -también a la Iglesia y sus organismos- corresponde desplegar esfuerzos por construir una sociedad honesta y transparente. "Sobre todo hoy, cuando el país enfrenta una difícil situación económica y energética, que se traduce en un alza de precios de bienes y servicios que golpea duramente a los sectores más modestos, resulta incomprensible que algunas personas no cumplan de manera responsable sus tareas de servicio público, o peor aún, que abusen de sus cargos públicos o privados para obtener dividendos económicos, escalar en posiciones de privilegio o ejercer influencias ajenas al nivel ético que la sociedad les exige. Cuando se falta a la transparencia y a la probidad se erosiona la confianza pública, esencial para una sana convivencia", señalan.



Finalmente, la Conferencia Episcopal hizo un llamado a autoridades y dirigentes a realizar todo lo que esté en sus posibilidades por resolver aquellas graves dificultades que enfrentan los sectores más pobres del país, y que continúan sin solución como una lista de asuntos "pendientes".



En particular, los obispos confían en que los aportes del Consejo Asesor Presidencial de Equidad y Trabajo den frutos de justicia social en materia de sueldo mínimo ético y de cancelación de imposiciones impagas. También dijeron esperar creatividad y eficiencia para abordar las causas de los problemas de inseguridad en las ciudades y que afectan sobre todo en las poblaciones pobres.


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