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Insulza: crisis alimentaria es una oportunidad para Latinoamérica

El titular de la OEA consideró también en desacuerdo con el discurso general contra el uso de productos agrícolas para generar energía, «porque es perfectamente posible ampliar mucho la superficie destinada a caña de azúcar. Y azúcar no va a faltar ni se va a encarecer mucho».


El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó este jueves que la crisis alimentaria supone una oportunidad para Latinoamérica, ya que tiene un enorme potencial de producción e importa muy poco de otros países.



En un encuentro con periodistas, el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) explicó que Latinoamérica es la región que «menos alimentos importa del mundo», por lo que podría «ampliar perfectamente su presencia en el mercado alimentario».



Insulza señaló que para ello los gobiernos latinoamericanos deberían, además de subsidiar alimentos para los pobres, poner recursos para extender los terrenos para la producción de alimentos.



En este tema insistirá el secretario general de la OEA en su discurso de inauguración de la 38 Asamblea General del organismo, que se celebrará del 1 al 3 de junio en Medellín (Colombia).



El máximo responsable de la OEA recordó que, según analistas, más de 30 países del mundo sufrirán las consecuencias de la crisis alimentaria en su estabilidad política.



Así ocurrió en abril en Haití, donde se registraron graves disturbios debido a la carestía de los alimentos.



Las protestas desataron una crisis política en el país caribeño y costaron el puesto al primer ministro Jacques Edouard Alexis.



El titular de la OEA expresó su temor de que «cada organización esté saliendo de nuevo con su propio plan para abordar la crisis alimentaria», e instó a los organismos internacionales a que «concentren la ayuda» y lo repartan a través de pocas instituciones.



A su juicio, la ayuda humanitaria se puede canalizar por medio de alguna «conocida institución que se dedique a repartir alimentos en el mundo entero, pero no que vaya cada uno con sus propias toneladas de arroz, porque va a ser una desperdicio de recursos y de esfuerzos», enfatizó Insulza.



Otro aspecto que preocupa al secretario general de la OEA son los subsidios al sector agrícola.



«No cabe duda, la política agrícola tiene un peso mayor hacia la protección del productor. Hay que estar un poco más hacía el lado de los consumidores, y eso significa terminar con algunas barreras artificiales impuestas por los seres humanos a los alimentos; y eso ciertamente son las políticas de subsidio que la Unión Europea y Estados Unidos aplican a su política agrícola «, señaló Insulza.



En este sentido, explicó que EE.UU. importa más del 40 por ciento de alimentos y la UE «anda por allí también», lo que supone que hay un mercado en esta región, al igual que en el tercer mundo.



«Espacio hay para crecer», destacó Insulza con respecto al potencial de Latinoamérica para ampliar su producción agrícola.



Un tema políticamente delicado es la producción de biocombustibles en plena crisis alimentaria, según Insulza.



«En el caso de Latinoamérica y EE.UU. habrá que discutir con más interés el tema del etanol», en referencia a la considerable producción de EE.UU. de este biocombustible a partir de maíz, un producto muy extendido en la región.



A juicio del titular de la OEA, producir etanol a partir de alimentos básicos como el maíz «es una barbaridad»; sobre todo cuando para producir etanol de estos productos se subsidia».



«Lo que me parece equivocado es (…) el discurso general contra el uso de productos agrícolas para generar energía, porque es perfectamente posible ampliar mucho la superficie destinada a caña de azúcar. Y azúcar no va a faltar ni se va a encarecer mucho».



Por ello, concluyó: «Es razonable decir produzcamos etanol con aquellos productos que no signifiquen limitar ni encarecer excesivamente los alimentos».



La crisis alimentaria podría ser objeto de una resolución en la Asamblea General de la OEA, según Insulza.



EFE

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