Tras el artículo publicado por este medio, que constató falta de información e inexistencia de autorizaciones sanitarias para los disuasivos químicos, el diputado concluye que la antigua discusión que busca devolver a Carabineros a la cartera de Interior resolvería la incompatibilidad entre las tareas de las Fuerzas Armadas y las propiamente policiales. En tanto, parlamentarios planean solicitar a las autoridades información detallada sobre los componentes de los químicos para reprimir manifesta
La falta de información con respecto a los disuasivos químicos utilizados por Carabineros, publicada ayer por El Mostrador, no dejó indiferente a parlamentarios ligados a temas de salud, defensa y derechos humanos.
Porque además de ser una incógnita para la opinión pública qué componentes tienen las bombas lacrimógenas, los procesos de autorización o la concentración en las cargas de "zorrillos" y "guanacos", también quedó en evidencia que los organismos de Salud Pública no tienen velas en este entierro, ya que ni siquiera manejan los componentes químicos utilizados por las fuerzas policiales.
Y de paso sacó a relucir la antigua discusión que, congelada en un proyecto de ley en el Parlamento, traspasa la dependencia de la institución policial desde el Ministerio de Defensa a la cartera de Interior.
Para el miembro de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, Patricio Hales (PPD), el hecho de que las autorizaciones relativas a las bombas lacrimógenas dependan de la Dirección General de Movilización Nacional, y por ende, de la cartera de José Goñi, "confirma una vez más que las tareas policiales deben estar bajo la dependencia del Ministerio de Interior".
El político considera que las tareas policiales y de defensa son radicalmente distintas, por lo que "los militares no tiene nada que ver con este tema, pero obligan a la Dirección a regular un tópico que no le corresponde". Y recalca que los gobiernos de la Concertación no han asumido la urgencia de una transformación legal de este tipo, ya que la "presencia de Carabineros bajo el alero de Defensa es una herencia directa de la Dictadura".
Para Hales, el Ejército tiene como misión una parte de la seguridad que es la defensa, pero los órganos policiales y los medios materiales técnicos que utilizan deberían ser estrictamente regulados para la función policial.
Pero también considera que el rol del Ministerio de Salud (Minsal) es fundamental, ya que "cuando se lanzan estos gases se daña a todos, no sólo a los que están produciendo desórdenes. Creo que han descuidado la salud pública al no poner ni siquiera un oficio al Ministerio del Interior inquiriendo sobre el tema".
Oficios y aclaraciones
Quien sí piensa oficiar a Carabineros e Investigaciones para que den detalles de los elementos químicos utilizados, es el diputado y miembro de las comisiones de Salud y Derechos Humanos Gabriel Silber (DC).
Tras leer la nota publicada por este medio, el falangista decidió tomar cartas en el asunto para que una vez obtenidos los datos estos sean contrastados por peritos que explican posibles consecuencias para la salud. "Lo voy a plantear en la próxima sesión de la Comisión de DD.HH., pero esperaría una actitud más proactiva de las autoridades de cara a dar una cuenta estricta de la fórmula química que tienen los elementos de dispersión".
Paralelamente, Silber planea comunicarse con el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, para aclarar las dudas sobre los componentes de estos disuasivos. "La idea es que den información veraz y oportuna. En caso contrario citaremos a Carabineros a que declaren en la Comisión".
En tanto, el senador y miembro de la Comisión de Salud, Guido Girardi (PPD), manifestó su sorpresa de que los disuasivos no estuvieran regulados por el Ministerio de Salud. "Cualquier sustancia que apliques en ciudades y en lugares donde hay seres humanos o que pueda dañar la flora y fauna, es absolutamente inadecuado que no pase por ningún tipo de regulación sanitaria", asegura el parlamentario.
Por ello, pedirá al abogado de la bancada verde, Lorenzo Soto, que haga una revisión legal sobre el hecho de que se estén aplicando sustancias tóxicas para la salud sin autorización de los órganos del área. Y paralelamente solicitará el detalle de los compuestos activos utilizados por Carabineros.
"Es interesante saber qué componentes poseen estas sustancias, porque evidentemente son tóxicas, ya que el organismo reacciona defendiéndose. Y no sabemos si eventualmente puede haber daños genéticos, o algún componente cancerígeno", asegura Girardi.
