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«Evo cree mucho en la química que tiene con Bachelet»

Martín Sivak conoce al presidente boliviano desde que era un anónimo sindicalista sin plata. Durante años estuvo cerca de los movimientos cocaleros, escribió una biografía de Hugo Banzer (»El dictador elegido») y fue su cercanía con Morales la que le permitió escribir su historia desde el asiento trasero del avión presidencial, mientras Evo viajaba por tres continentes y tenía pesadillas con la DEA persiguiéndolo por las montañas. En entrevista con El Mostrador devela las claves de este


-En el libro dices que Evo reemplaza "con la prepotencia del trabajo las limitaciones de la administración". Se ve un gobierno más improvisado que las maquinarias aceitadas en Chile y Argentina. Pero aún así el programa de gobierno se ha ido cumpliendo rápidamente ¿Cómo lo explicas?.



-Se puede describir como un caos creativo. El partido de Morales no tuvo una experiencia de gestión previa en alcaldías ni gobernaciones. Además la renovación de elites ha sido tan fuerte en el proceso de Evo que ves funcionarios de primera y segunda línea que nunca habían estado en la administración. A diferencia de Chile y Argentina donde hay una capa de funcionarios que se mantiene, ministros que se van rotando por ejemplo. En Bolivia los dirigentes sociales, los intelectuales, los "oenegeros" en puestos de gobierno, son personas que no tienen mucha experiencia. A eso se suma el vértigo que le imprime Morales. A él le cuesta delegar, controla todos los resortes del gobierno, muchas de las decisiones las toma directamente y eso hace que a veces se detengan algunos procesos porque necesitan del presidente.



-¿Hay peligro que se transforme en un gobierno "etnofascista" o algo por el estilo?



-Nada me permite ver que se vaya a producir la revancha histórica de los indios contra los blancos. Si tu miras la trayectoria y la propuesta de Evo y la comparas con la de Felipe Quispe (líder indigenista radical y candidato a presidente en 2002) vas a ver que en Quispe, muy influyente en el Altiplano, estaba muy presente esa idea de la revancha: decía "en La Paz vamos a hacer reservas para blancos", toda esa radicalidad no está en Evo ni en su gobierno. El conflicto étnico tiene un peso pero no lo explica del todo. Santa Cruz no se opone a Morales porque sea indio sino por su agenda de cambios.



-¿Qué rasgos de caudillo tiene? Igual habla de él mismo en tercera persona.



-Es un proceso que se ha personalizado mucho, producto de la enorme identificación que existe en los sectores populares. Mientras recorría el país con él, vi gente llorando cuando llegaba a los pueblos. Hay un caserío fronterizo que quiere llamarse Evo MoralesÂ….Cuando empecé el libro me preguntaba por el riesgo de personalizar el proceso. René Zabaleta, sociólogo y uno de los grandes pensadores bolivianos, me decía que las masas seguían a este tipo de liderazgo, muy boliviano, porque contiene la tradición más popular del país y el indigenismo. Además ha logrado que Bolivia deje de ser conocida sólo por el narcotráfico y los golpes de Estado. El país vuelve a ser tema por un indio y un millón de campesinos que encabezan un proceso de cambio.



-Pero está en un momento crítico, o se perpetúa o no alcanza a terminar su mandato



-Está en un momento muy delicado, los referendos autonómicos muestran la polarización del país. El "partido de la medialuna" rechaza la forma y el contenido del gobierno. Ahora, el 11 de agosto debería comenzar una negociación que pueda terminar en una suerte de acuerdo frágil. Sin duda, Evo Morales va a terminar su mandato, tiene más de un 53% de apoyo y el drama es que la oposición no tiene un candidato que pueda disputar la presidencia.



-En una parte del libro se insinúa que lo trataron de comprar con mujeres ¿de qué se trató eso?



-Hay una historia que le mandaron menores para que tuviera una relación y después incriminarlo, pero no les resultó.



¿Cómo es su relación con las mujeres?



-Él dice que está casado con Bolivia, reivindica la soltería. Dice que no tiene tiempo para tener una familia, aunque muchos asesores se lo han recomendado. Tiene hijos pero no quiere mostrar un modelo familiar que no puede sostener. De hecho, él busca funcionarios que no tengan familia porque dice que la familia les hace perder tiempo y Morales cree que tienen que estar todo el día gestionando.



Pero igual no es un asceta, cuentas que cuando estaba en Cuba se fue al Tropicana.



-La prensa ha dicho que tiene a tal o cual y él no lo ha desmentido. Entiendo que debe tener relaciones, no es que sea retirado. Pero yo hice un retrato de su cotidianidad, pero no me gusta hablar de su vida privada.



Estuviste con Khadafi, ¿cómo fue eso?



-Parece que estaba en otro planeta, miraba mucho al cielo. Estábamos en una tienda montada en el patio de la embajada de Libia en Abuja, Nigeria. Habló mucho, muy pausado, pero en esas reuniones muchas veces no se dice nada, o a veces en un gesto se dice todo. Romano Prodi con sonrisas y buena onda lo que hizo fue una amenaza velada al presidente de Bolivia, o Clinton que le dijo "si yo fuera minero hubiera votado por usted", no sabes si se está haciendo el simpático o es realmente así.



Parece que Estados Unidos lo subestima un poco o al menos no les molesta tanto como Chávez.



-Parte de la subestimación tiene que ver con la creencia del Departamento de Estado de que Chávez lo maneja, y si bien Venezuela es un aliado importantísimo de Bolivia, la presencia de Chávez en las decisiones cotidianas del gobierno es inexistente. Lo que más le molesta a Estados Unidos es la retórica antinorteamericana de Evo, que es parte de su historia. Si te detiene la DEA y te tortura es normal que termines tus discursos con "viva la coca mueran los yanquis". Pero eso no implica que sea anti Estados Unidos, sino contra el gobierno de Bush. En abril Evo tuvo una charla con Bill Richardson, el gobernador de Nuevo México que suena como vicepresidente de Obama.



¿Es el vicepresidente García Linera el poder en las sombras detrás de Evo?



-Hubo una idea de los grupos de poder de que García Linera sería el "caballo de Troya" para entrar al palacio. Tiene mucha influencia pero no está en competencia con Evo, sino completamente alineado con su proyecto. Pero genera tensiones en el MAS, que Morales no deja crecer, a partir de que es un recién llegado, blanco y con mucho poder. Eso genera conflicto pero no veo que haya espacio para que García Linera se autonomice o tenga un proyecto propio.



-En el libro se dice que la relación con Chile es buena



-La relación con Chile ha mejorado notablemente para sorpresa de todos. A nivel de los dos estados Evo Morales cree mucho en la relación cara a cara con los presidentes. Cree mucho en la química que tiene con Bachelet. Está muy presente esa relación, ha sido muy cuidadoso con todo lo que dice de Chile. Lleva una negociación con mucha discreción. Creo que uno de los temas más secretos de Evo Morales es su relación con Chile. He sido testigo de varios llamados a Bachelet, y de ella a él.



-¿Crees que ha probado la cocaína?



-Hace muchos años dijo que nunca la ha probado. Yo conozco Bolivia hace 13 años y he estado con empresarios y con peones rurales, te diría que no está en la cultura de ellos, es algo muy excepcional. Se consume más en Buenos Aires y Sao Paulo.



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