Publicidad

«Nunca me ha gustado la política chilena»

El polémico juez, actual protagonista de documentales y defensor de los indígenas, afirma que nunca se ha sentido atraído por la política nacional, debido a que la encuentra sesgada, limitada, fanática y excluyente. Asimismo, reitera su apreciación sobre lo que fue la justicia durante el gobierno militar, señalando que esta fue "cobarde, obsecuente, unilateral y apoyó al fuerte en desmedro del débil".


Admirado por sectores de la izquierda nacional y despreciado por la derecha, el juez Guzmán reitera en una conversación con el diario El Mercurio que nunca ha sido derechista y que la celebración con champaña el día del Golpe de Estado lo hace tonto "me da profunda vergüenza".



Asimismo, afirma no pertenecer a ningún partido político o identificarse con alguno, ya que a su juicio "soy independiente. La política chilena no me ha gustado nunca. La encuentro sesgada, limitada, fanática y excluyente".



Sobre la admiración que siente la izquierda por lo que ha hecho, el ex magistrado precisa que eso se debe a que "actúo más a favor de la gente que necesita, que de los que pueden arreglarse por sus propios medios. En Chile eso se considera como ser comunista o socialista. Me honra ser independiente".



Respecto a que sector se siente más cercano, el juez afirmó que de la gente más desamparada y que necesita más ayuda. "Pérez Yoma va a Temuco donde está el capital, no donde están los mapuches que han sido reprimidos. Yo voy al otro lado", menciona.



Sobre los casos que tuvo en sus manos para poder sentenciar a Pinochet, Guzmán Tapia precisa que "lo procesé en tres ocasiones, pero, al revocarse esos procesamientos por tribunales superiores, no podía continuar los procesos. En la práctica, se me imposibilitó judicialmente condenar a Pinochet".



"En tres ocasiones lo encargué reo. Dos veces la Corte Suprema y una vez la de Apelaciones dejaron su efecto esas encargatorias", señala.



En torno a cómo será visto Pinochet por la historia, el juez Guzmán es claro en señala que "nadie dudará de su responsabilidad en los crímenes que se le imputaron. Lamento mucho la calidad de vida que tuvo, pero creo que debió ser juzgado. Pablo Rodríguez hizo todo lo posible para que no se le juzgara. Por último, era preferible que se le condenara o absolviera".



También agrega que pudo haber sido absuelto por la situación mental que fue ratificada por los médicos, pero añade que "las dos veces que conversé con él me pareció lúcido. La segunda vez me preocupó más su situación física".

"Hice todo lo posible para juzgar a Pinochet, pero la Corte de Apelaciones de Santiago y, luego, la Corte Suprema revocaron esa decisión, sobreseyéndolo definitivamente. Sacaron a Pinochet del banquillo de los acusados", sostiene.



El retirado magistrado afirma seguir convencido de que Pinochet era culpable de la mayor parte de los crímenes que "consistieron en homicidios, secuestros, torturas y prisión ilegítima".



Asimismo, estima que los civiles son más responsables que los militares en lo ocurrido durante el Golpe de Estado y el gobierno que vino después, ya que "ellos -civiles- llevaron a los militares a dar el golpe; después contribuyeron con la Constitución y colaboraron durante el gobierno militar".



Cree también que la justicia durante el gobierno de Pinochet fue "cobarde, obsecuente, unilateral y apoyó al fuerte en desmedro del débil".



Juan Guzmán Tapia cree que desde que se hizo intervenir al Senado en los nombramientos de los miembros de la Corte Suprema existe un menor grado de independencia del Poder Judicial, porque "estos nombramientos dependen, en realidad, de la decisión del 1/3 del Senado. El sistema binominal parlamentario se trasladó a la justicia


Publicidad

Tendencias