Ñublense utilizó una formación alternativa para empatar como visitante, 2-2, con O’Higgins de Rancagua y unas horas después viajó a Perú, para jugar el martes con el Sport Ancahsh el partido de vuelta por la Copa Sudamericana.
El técnico Fernando Díaz, cuyos dirigidos ganaron el partido de ida por 1-0, quiso dosificar la plantilla y dio descanso a la mayoría de los titulares, a fin de tenerlos en óptimo estado para el partido internacional, a disputarse a más de 2.200 sobre el nivel del mar en la ciudad de Huancayo.
Según fuentes del club de Chillán, la plantilla tiene prevista una escala en la capital peruana, donde el técnico Díaz planificó un entrenamiento liviano y la revisión de vídeos del Sport Ancash, antes de seguir el viaje a la sede del encuentro.
En el partido de anoche sólo jugaron parte del encuentro el central Juan Pablo Toro, los volantes Bruno Martelotto y Crtistián Morán, que anotó el segundo gol de su equipo mediante un tiro libre y el delantero Juan Francisco Viveros.
El primer gol del Ñublense lo marcó, de penal, Patricio Galaz, mientras que el paraguayo Néstor Bareiro anotó los dos tantos de O’Higgins.
Antes de embarcarse hacia Lima, los jugadores admitieron que el partido, en el que buscarán el paso a los cuartos de final, será difícil por el rival, la escasa cuenta de ahorro con que llegan al encuentro y por la altura, por lo que deberán hacer un juego «inteligente» para alcanzar el objetivo.
«Sabemos que va a ser difícil por el tema de la altura, pero debemos ser inteligentes para jugar y lograr que ellos hagan el desgaste físico y nosotros matar de contra», afirmó al respecto el lateral izquierdo Fernando López.
EFE
