El presidente boliviano, Evo Morales, será el primero en llegar, alrededor de las 10:30 horas; seguido por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
A partir de las 10:00 de la mañana se espera la llegada de los primeros mandatarios sudamericanos que asistirán a la cumbre extraordinaria de la Unión de Estados Suramericanos (Unasur) convocada por la Presidenta Michelle Bachelet para tratar el conflicto en Bolivia, informó radio Cooperativa.
El presidente boliviano, Evo Morales, será el primero en llegar, alrededor de las 10:30 horas; seguido por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
El último en llegar será el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a eso de las 15 horas, quien cerrará las comitivas presidenciales.
El Gobierno de Bolivia confirmó ayer que el presidente Evo Morales asistirá a la cumbre de emergencia para analizar la crisis de su país.
El vicepresidente del Gobierno, Álvaro García Linera, anunció a los periodistas la presencia de Morales en la cumbre de Unasur, momentos antes de iniciarse en el Palacio de Gobierno de La Paz la reunión entre el Gobierno y el representante del bloque opositor autonomista, el prefecto de Tarija, Mario Cossío.
Lo que convenció a la Presidenta Michelle Bachelet para convocar a la cumbre fue una advertencia del presidente Evo Morales sobre la existencia de un informe de inteligencia, que advertía de un inminente intento para derrocarlo.
Hasta hoy se han confirmado la asistencia de nueve presidentes a la cita: Cristina Fernández (Argentina), Evo Morales (Bolivia), Lula da Silva (Brasil), Álvaro Uribe (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Hugo Chávez (Venezuela), además de la anfitriona, Michelle Bachelet.
A la reunión también asistirá el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Los prefectos opositores a Morales enviaron una carta a Bachelet para solicitar su presencia también en esta cumbre, a fin de poder explicar sus reivindicaciones y para desmentir que sean unos «golpistas» como denuncia el Gobierno de Bolivia.
Bolivia se encuentra en un momento crítico por la ola de violencia que ha sacudido el país a raíz de una serie de protestas contra el Gobierno en varias regiones gobernadas por opositores que reclaman la devolución de ingresos petroleros recortados por el Ejecutivo.
El episodio más grave se vivió en la región norteña de Pando, donde un enfrentamiento armado entre opositores y afines al Gobierno ha dejado al menos 30 muertos y 45 heridos de bala.
Días antes, la ciudad oriental de Santa Cruz, feudo opositor, vivió una violenta jornada cuando los autonomistas decidieron tomar entidades estatales en una protesta que derivó en saqueos violentos y vandalismo.
Durante la semana pasada, también se produjeron ataques a varias infraestructuras energéticas del sureste boliviano que afectaron a las exportaciones de gas a Argentina y Brasil.
Los prefectos de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca reclaman un modelo autonómico para sus territorios que el Gobierno ha rechazado por «ilegal» y «separatista». También coinciden en rechazar el proyecto constitucional que impulsa Morales.
