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El costo que debe pagar Lily Pérez para volver a la Cámara

Difícil le ha resultado a la tienda de Antonio Varas resolver quién ocupará el escaño dejado por Álvarez-Salamanca. Esta situación ha sacado a la luz antiguas y recientes diferencias entre el timonel del partido y la secretaria general, donde unos y otros pretenden cobrarse las cuentas pendientes.


Un nuevo capítulo se está escribiendo en RN a raíz de la disputa por el escaño del distrito 38. Esta vez, en la tienda reconocen que el nombre de Lily Pérez podría ser el que finalmente reemplazará al fallecido Pedro Pablo Álvarez-Salamanca, pero sólo a cambio de que deje la secretaría general del partido, cosa que algunos aseguran que la dirigente estaría pensando y a la que debe responder en el curso de estos días.



Aunque fuentes de la tienda dicen que el nombre de Pérez tendría unanimidad en la bancada, otros sostienen que eso no es así. De hecho, un diputado asegura que la única postura en la que todos estaban de acuerdo era en el nombre de Luz María Ramírez y que, en cambio, en la propuesta de la secretaria general de la colectividad, el jefe de la bancada «se ha escapado con los tarros», porque respecto de su nombre «no existe consenso entre los diputados».



La misma fuente asegura que «jamás se ha dicho en la bancada que quieran a la Lily». Pero el argumento que Osvaldo Palma habría expuesto para apoyar a la ex diputada es que sería una forma de «bajarle los decibeles a la UDI». Ello, porque en la tienda de calle Suecia se habría especulado acerca de la posibilidad de llevar a competir a Joaquín Lavín en la Tercera Región, en contra del actual senador Baldo Prokurica, o en la Novena Región Sur donde intentarían quitarle el escaño a José García Ruminot, ambos de RN.



Como contrapartida, Palma plantea que si Lily Pérez ocupa el escaño de Álvarez-Salamanca, podría posicionarse en la zona con el fin de competir en las próximas elecciones senatoriales del 2009 con el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma.



Por otra parte, está la estrategia que se ha analizado en el entorno del timonel de RN: si Lily Pérez acepta volver a la Cámara de Diputados, tendría que dejar la secretaría general, con lo que se terminarían las cada vez más evidentes disputas entre la dirigente y Carlos Larraín. Sobre todo, dado que la última es justamente a raíz del cupo del ahora polémico distrito, ya que el máximo dirigente de Antonio Varas apuesta por Catalina Parot debido a que Luz María Ramírez tiene casos pendientes con la justicia. Mientras que Pérez se la ha jugado por la viuda.



Así las cosas, en la reunión de mesa del lunes recién pasado, cuando surgió el nombre de Lily Pérez para zanjar el tema, «Larraín puso sobre la mesa que si ella aceptaba el cupo tendría que dejar su cargo en el partido», relata un asistente a la reunión.



De mal en peor



Para terminar de complicar las cosas al interior del partido, está el hecho de que también hay que llenar el escaño que dejaría la desaforada diputada Amelia Herrera si la condenada por «cohecho» a la pena remitida de 61 días y a la prohibición de ejercer cargos públicos durante tres años, es ejecutoriada, es decir ratificada.



De ser así y ante esta nueva baja en la bancada, el nombre que para algunos surge naturalmente para el reemplazo es el del ex diputado por el distrito 12 Arturo Longton, ex marido de Herrera. Pero tampoco genera consenso en el partido y sobre todo en el entorno de Carlos Larraín, donde estiman que «algo tendrán que decir los dirigentes de la zona».



Y es allí donde más se complica el escenario para Longton, porque uno de los que se estima deberían opinar al respecto es el senador Sergio Romero, con quien el ex diputado nunca ha tenido una buena relación. Mientras que la presidenta del distrito 12 es, ni más ni menos que Amelia Herrera, quien junto con Romero en su momento se opusieron a que Longton fuera candidato a alcalde por Quilpué.

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