La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) descartó que sea necesario ejercer un mayor control sobre los 1.722 pilotos privados habilitados en Chile y sus aeronaves.
Un total de 33 personas han fallecido en accidentes aéreos en lo que va del año en Chile, el peor registro de víctimas mortales desde 1991, según un informe.
La Dirección de Aeronáutica Civil ha registrado hasta el momento 18 siniestros aéreos, cifra que está dentro del promedio de los últimos años, aunque el número de muertes ha aumentado considerablemente.
La aviación civil privada -aviones de menos de 5.700 kilos- ha concentrado la mayor parte de los accidentes en los nueves primeros meses de 2008.
El peor siniestro del año se registró el 27 de febrero, cuando 13 personas fallecieron al estrellarse una avioneta de Carabineros en una cancha deportiva situada en una zona residencial de la capital.
Otras nueve personas perdieron la vida el 10 de julio cuando la aeronave en la que viajaban se estrelló en las cercanías del aeródromo la Paloma de la ciudad de Puerto Montt.
El último accidente con víctimas mortales se registró el pasado 28 de septiembre, cuando una avioneta que desapareció en una localidad cercana a Santiago se estrelló contra un cerro y sus tres ocupantes perecieron en el accidente.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) descartó que sea necesario ejercer un mayor control sobre los 1.722 pilotos privados habilitados en Chile y sus aeronaves.
«Se trabaja duro», precisó Claudio Pandolfi, jefe de la sección de prevención de accidentes de la DGAC.
Pandolfi subrayó que tras los 39 accidentes que se registraron en 1999 se tomaron medidas que los redujeron a la mitad.
Según Pandolfi, las causas de los accidentes suelen ser fallas en la fase de aproximación o aterrizaje, cambios de las condiciones meteorológicas y errores en el manejo del combustible.
Desde 2005 se han invertido más de diez millones de dólares en un plan para mejorar las condiciones de vuelo en Los Lagos y Aisén, las regiones sureñas con más riesgo de accidente, por las circunstancias meteorológicas y la orografía.
EFE
