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El misterioso retraso de una extradición en las oficinas de Interpol

Luis Miguel Casado logró evadir a la policía por varias semanas, sin siquiera hacer un esfuerzo. La petición para enviarlo a la Argentina por sus vínculos con la mafia dedicada a robar cuentas en el extranjero, estuvo »olvidada» en un escritorio de la policía por más de un mes. La Fiscalía Nacional enterada de esta situación requirió explicaciones. Pero hubo sospechas, porque el cuarto hombre a nivel mundial de la Interpol, el chileno Aldo Villanueva, conoce muy bien al prófugo.


Un misterioso atraso sufrió en la Interpol-Chile de Investigaciones una solicitud de extradición enviada desde Argentina, para que enfrente un juicio en ese país Luis Casado Córdova, ex dueño de la tienda Shopping Group. Todo en el marco de un proceso que se le sigue en ese país por sus vínculos con una mafia dedicada a robar los dineros que eran mantenidos en cuentas extranjeras por ciudadanos de ese país.



La solicitud llegó a Chile hace algunos meses y fue remitida a la Interpol, dirigida en ese entonces por Drina Mazuelos, quien fue removida por falta de eficiencia.



La mujer salió de vacaciones dejando sin tramitar el documento, pasando cerca de un mes sin que la Fiscalía Oriente se enterara de ello ni pudiera llevar adelante el procedimiento de detención contra Casado, dejando abierta la posibilidad de que huyera.



A tanto llegó la demora que un alto funcionario de la Fiscalía Nacional, pidió explicaciones a Interpol. Mazuelos, preocupada por la situación, envió a un emisario para enfrentar la molestia.



El detective se dirigió hasta la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (UCIEX), donde se le inquirió del por qué de la demora e incluso se le indicó que un fiscal había divisado a Casado en plena calle "paseando como si nada".



La respuesta llegó de inmediato a Mazuelos, quien revisando entre sus papeles se percató que la petición de extradición había sido guardada en el cajón de un escritorio.



Dudas que matan



El hecho provocó una serie de sospechas, ya que Aldo Villanueva, el ex jefe de Interpol en Chile y ahora el cuarto hombre en la escala de la Interpol Mundial, conoce perfectamente a Casado desde hace bastantes años.



De hecho, su hermana Valeska trabajó como la secretaria de este último durante 11 años aproximadamente, cuestión que hizo dudar a más de alguno dentro de la institución.



Debido a estas y otras situaciones, Mazuelos fue enviada a la Brigada de Delitos Sexuales (Brisexme), donde actualmente se desempeña.



Casado fue detenido el pasado 22 de julio en plena calle luego de varios días de vigilancia policial por parte de la misma Interpol, ya que llevaba una vida clandestina en Chile para eludir la acción de la justicia.



Aunque apeló a la extradición, Casado perdió la semana pasada en la Segunda Sala (penal) de la Corte Suprema, por lo que deberá enfrentar la causa en Argentina.



Caído en desgracia



Casado escapó de Chile en 1998 acusado de estafa y giro doloso de cheques en la gestión de la tienda Shopping Group, la que sólo le dejó pérdidas. Hoy se desconoce su paradero.



La caída de Casado comenzó súbitamente en diciembre de 2006 cuando la policía allanó su casa en Buenos Aires. Las autoridades lo sindicaban como uno de los estafadores dedicados obtener dinero de importantes empresarios argentinos y chilenos que se mantenían en cuentas de bancos como el HSBC, el Bank Austria Creditanstalt, el Hiposwiss Private Bank y el italiano-francés Friulcasa Cassa Di Risparmio Regionale Spa.



En Argentina sindican a Casado como partícipe en el delito de estafa, así como de la intercepción de comunicaciones de agentes del SIDE, policías y delincuentes de alto vuelo.



Básicamente, la banda de Casado operaba con cómplices en el registro civil bonaerense, ex uniformados y un agente del SIDE, que consiguiendo números de carné e interceptando los teléfonos obtenían claves de empresarios que, antes del corralito, habían depositado su dinero en cuentas extranjeras.



Esta tecnificada organización era dirigida por el abogado Fabián Goní§alves, quien obtenía los datos de los incautos y operaba con las transferencias junto a Ezzio Pizzini. Según señala el exhorto de la justicia argentina, Luis Casado era el cerebro de la organización y él decidía a dónde iban a parar los dineros para evitar que fueran detectados.



Otro incauto



Sus tentáculos llegaron incluso hasta Chile, donde un ingeniero químico argentino perdió 86 mil euros. En esta operación, un chileno -Rodrigo Pizarro López-, conocido de Casado, prestó su cuenta para llevar a cabo el fraude a través de la cambiadora de dólares Afex, también afectada por el delito. Los dineros fueron retirados nada menos que del Banco Oppenheimer & Co. Inc de Nueva York.



En el país, la Fiscalía Regional Oriente tiene abierta una investigación, donde Rodrigo Pizarro se encuentra formalizado por estafa y se le embargó un departamento por $100 millones.



En una entrevista que Casado dio el año pasado a la revista Qué Pasa negó cualquier vinculación en los hechos y aseguró ser inocente, diciendo que la justicia trasandina lo ha involucrado erróneamente.




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