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Fiscales mantienen sospechas contra Cornejo en caso GMA

Rocío Omegna era el “caballito de batalla” de la defensa del alcalde de Recoleta para desacreditar el testimonio de Lilian Cabello, la ex secretaria privada del edil, quien reveló el aparataje de depósitos por millonarias sumas en las cuentas del jefe comunal. Sin embargo, los fiscales, al interrogarla, obtuvieron un testimonio similar, e incluso con más detalles.


Rocío Omegna, la actual jefa de gabinete del alcalde de Recoleta, Gonzalo Cornejo (UDI), mantuvo en pie las sospechas de los fiscales Ximena Chong y José Manuel Ramírez de que el edil trianguló dineros en su favor con la empresa GMA, en el marco de la investigación que llevan por los delitos de fraude al fisco y negociación incompatible.

Fuentes allegadas a la indagatoria explicaron a El Mostrador, que una de las intenciones de la defensa de Cornejo era lograr desacreditar el testimonio de Lilian Cabello, quien fungió por varios años como la secretaria del investigado.

La mujer fue llevada como testigo de cargo por la candidata a la testera comunal, Francisca Zaldívar (DC), y testimonió que Cornejo depositaba grandes sumas de dinero en su cuenta corriente. Y aunque no imputó delito a nadie, lo cierto es que la descripción aportó datos de la operatoria interna así como del comportamiento del edil.
La principal arma de los patrocinantes de Cornejo contra Cabello era el hecho de que quedó debiendo dinero a distintas personas en la municipalidad antes de retirarse, una de ellas, la propia Omegna. La estrategia, entonces, era sostener que, debido a esta conducta, el testimonio de Cabello no era fiable.

Sin embargo -y como dice el adagio popular- fueron por lana y salieron trasquilados, ya que los fiscales, al interrogar a Omegna, requirieron, primero, la misma información que su antecesora, es decir, cómo se realizaban los depósitos, en qué cuenta y quiénes los hacían. La respuesta fue que, efectivamente hubo grandes sumas, aunque negó conocer el origen del dinero.

Omegna, entonces, hizo algunas insinuaciones respecto a la calidad de la testigo anterior, pero los fiscales le indicaron si quería hacer una denuncia por estafa contra Cabello por el dinero que supuestamente le adeudaba, podía hacerlo en el mismo instante.  Al verse presionada, declinó la oferta de los perseguidores.

Que si que no

En la investigación, hasta ahora, constan dos informes que envió el Departamento de Investigación de Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos (Didet), que revelan el comportamiento impositivo de Cornejo y sus empresas. Éstos, sin embargo, no arrojan a simple vista ninguna anomalía, ya que tienen sólo un carácter descriptivo. Por esta razón es que los fiscales esperan un análisis pormenorizado de parte del Didet, que aún no ha sido evacuado por el organismo.

En todo caso, una de las aristas que los fiscales investigan, al menos hasta ahora, no le ha entregado resultados concretos. Se trata de si los trabajos de la empresa GMA, que fabricó sistemas de georeferencia que permitían estar al tanto de las necesidades de distinto tipo de la comuna, se habían realizado y pagado. Y es que los ingenieros informáticos -e incluso un geógrafo- revelaron que todo estuvo en regla, según las declaraciones tanto a la fiscalía como a la policía civil.

Sin embargo, eso no necesariamente mella la indagatoria de Chong y Ramírez, ya que si bien es posible que tanto los servicios y los pagos fuesen correctos, ello no indica que Cornejo no hubiese triangulado dineros en su propio beneficio.

En la investigación aún falta por saber si el FBI logrará establecer si la declaración con la que Cornejo informó al Servicio de Impuestos Internos (SII) de su salida de la sociedad Rush S.A., fue en enero de 2007 o en diciembre del mismo año, ya que los pagos de GMA a través de la primera firma, datan de principio del año en cuestión.

La diligencia también tiene otra parte y es el análisis de una escritura pública fechada en agosto de 2005, donde consta que Jenny Acevedo -su ex jefa de gabinete – ya no pertenecía a Rush cuando se suscribieron los contratos a nombre de GMA con la Municipalidad de Recoleta, en agosto de 2006 y marzo de 2007. Una parte de la información que maneja la fiscalía apareció en un informe entregado por la Contraloría en junio de este año.

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