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El desembarco de la derecha en la embajada de Chile en Colombia

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Hace sólo unos meses el ministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Foxley ascendió a embajador a Gustavo Ayares y la semana pasada ya fue destinado a Bogotá. Su segundo de a bordo, Ricardo Hernández, conoce de sobra ese país, pues estuvo casado con una hija del ex presidente colombiano Andrés Pastrana. Ambos funcionarios -de alta eficiencia, se comenta- están ligados a la oposición dentro del servicio exterior.


La reciente decisión del canciller Alejandro Foxley de nombrar como embajador en Colombia a Gustavo Ayares y como segundo de a bordo a Ricardo Hernández -ambos ligados a la derecha dentro del servicio exterior- tiene a una parte importante del edificio de Teatinos 180 tratando de buscar una lógica a esa determinación y tejiendo todo tipo de teorías, incluso de las más conspirativas.

Y es que Foxley, según diversas fuentes de ese ministerio, rompió el criterio impuesto a mediados de los 90′ por su antecesor en el cargo, el ahora jefe de la OEA José Miguel Insulza, de que en las legaciones nacionales clave, cuando el embajador es de derecha, quien le sigue debe ser proclive a la Concertación, como una forma de mantener un equilibrio político y el control interno.

Si a lo anterior se suma el impasse entre el gobierno de Bachelet y el de Álvaro Uribe ocurrido el año pasado -cuando el senador RN Alberto Espina reveló un informe de la inteligencia colombiana que señalaba que las FARC tenían nexos en Chile- el cuadro se complejiza. Más aún, porque Ayares fue ascendido a embajador sólo hace algunos meses y reemplaza en el cargo a Gabriel Gaspar (PS) quien fue enviado a Cuba.

Hernández, en tanto, ya estuvo destinado en Bogotá, pero además estuvo casado con la hija del ex presidente colombiano Andrés Pastrana, quien gobernó ese país entre 1998 y 2002. De hecho, era el único funcionario de la embajada que recorría las calles de la capital en un auto blindado y con guardaespaldas que lo seguían a donde fuera.

Algunas fuentes de la Cancillería aseguran que Foxley le hizo un guiño a la derecha ante la eventualidad de que Piñera gane las próximas elecciones. Otros, sin embargo, aseveran que el gran articulador en las sombras de estos nombramientos es el actual jefe de protocolo Fernando Ayala, de quién dependió Ayares por varios años.

Ayares es un funcionario -de profesión abogado- que ingresó al Minrel en 1983, previo paso por la Secretaría General de Gobierno del régimen de Pinochet, específicamente por DINACOS, el servicio de comunicaciones del régimen, aseguran quienes le conocieron, cuestión que coincide con su hoja de vida en el servicio público.

Al igual que Hernández, son altamente eficientes y disciplinados con la autoridad de turno, hecho  que les ha granjeado cercanías con el oficialismo dentro del Minrel, lo que para algunos explica los nombramientos.

Lo cierto es que Hernández le abrirá las puertas a Ayares en Bogotá y lo vinculará con el mundo cercano al mandatario Álvaro Uribe.

El temor interno de los concertacionistas en el Minrel es claro: Foxley, con estos nuevos nombramientos, pudo haber dado el vamos para el inicio de una nueva red Hamlet ad portas de las elecciones presidenciales de fin de año.

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