La semana que el canciller carioca Celso Amorim estuvo de visita en Chile mantuvo una reunión con su par Mariano Fernández, en la que le habría manifestado la preocupación de Brasilia por el futuro de la inversión de su compatriota Eike Batista. La Región de Atacama tiene dos proyectos del emblemático empresario. Actualmente el proceso de evaluación ambiental de uno de ellos, Central Castilla, está detenido.
La mediática reunión que sostuvo el canciller brasileño, Celso Amorim, con Sebastián Piñera el pasado 12 de febrero, no fue la única visita que marcó la agenda política del diplomático en el país.
Además de la cita con el próximo Mandatario, Amorim sostuvo un largo encuentro con su par nacional, Mariano Fernández. Uno de los temas abordados habría sido el futuro de la mayor termoeléctrica del país, la central Castilla, perteneciente al empresario brasileño Eike Batista, y que pretende instalarse en la Región de Atacama.
En la cita, según fuentes vinculadas a la Cancillería chilena, el representante de Lula da Silva habría manifestado su preocupación por la situación del proyecto, que estas últimas semanas sufrió un duro revés luego de que la seremi de Salud de la zona lo calificara como “contaminante”. Según la compañía titular de la iniciativa de Batista, MPX Energía de Chile Ltda., esta definición es ilegal.
En vista de ello, Fernández habría mostrado su disposición a impulsar la revisión de la decisión de la Seremi de Salud, para que el proyecto no se viera perjudicado.
En Cancillería señalan que “no es raro que este tipo de temas se traten, sobre todo tomando en cuenta la importancia de este empresario”. Aunque no confirman que Amorim haya tocado el tema de Batista.
Brasil es un socio estratégico para Chile. Es una potencia emergente y la más importante de América Latina. Además, cada vez son mayores las inversiones entre ambos países, y según las mismas fuentes “Lula es un personaje conocido y querido en la coalición del gobierno actual, por lo que tiene mucha importancia mantener buenas relaciones”.
[cita]Batista se declara fanático de Brasil. Donó US$11 millones para la candidatura carioca para ser sede de las Olímpiadas y ha invertido US$ 340 millones para renovación urbana de Río de Janeiro.[/cita]
El mandatario tiene gran sintonía con la Presidenta Michelle Bachelet, y en su entorno hay varios personeros con lazos históricos con Chile. De hecho, su más importante asesor internacional, Marco Aurelio García, pasó por las filas del MIR mientras estuvo exiliado en Chile, durante la dictadura militar brasileña, y al volver asistió junto a muchos otros retornados a las reuniones para formar el Partido de los Trabajadores (PT), que hoy lidera el gobierno.
El empresario Eike Batista es la primera fortuna de Brasil según el último ranking de Forbes. Con un patrimonio avaluado en 7.5 mil millones de dólares en el mismo ranking figura en la casilla 61 a nivel mundial.
Además es una figura emblemática en su país: fue uno de los avales, junto al presidente da Silva, y el mejor futbolista de todos los tiempos, Pelé, para impulsar la candidatura de la nación carioca como sede de las Olímpiadas. El multimillonario donó la friolera de 11 millones de dólares.
Tampoco pasó inadvertido su aporte de 7 millones de dólares a proyectos sociales liderados por la cantante Madonna. La “rubia material” recibió el donativo durante una cena que Batista organizó en su casa, a la que asistieron también el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y el alcalde de la capital carioca, Eduardo Paes.
El ex esposo de la top model Luma de Oliveira, se declara como un fanático de Brasil.
En Río de Janeiro, donde vive, ha invertido 340 millones de dólares en varios proyectos que valoricen la ciudad. Entre iniciativas de descontaminación o la remodelación de emblemáticos edificios, pretende “devolverle a Río la identidad de ciudad de lujo”, atraer turistas y “darle autoestima a los ciudadanos de Río”, según publicó El Mercurio en noviembre pasado.
Incluso, les ha dicho a sus hijos que si quieren estudiar en otro lugar del mundo pueden hacerlo y que él los solventará, pero si deciden trabajar en otro país tendrán que batírselas ellos mismos.
[cita]Hace un par de años la Policía Federal brasileña indagó un fraude que supuestamente podría favorecer al brazo minero de Batista. Sus acciones cayeron 22% en la Bolsa de Sao Paulo. [/cita]
Pero Batista, conocido como el “Señor X” porque las siglas de los nombres de sus múltiples empresas siempre llevan esa letra, también ha enfrentado caídas. Hace un par de años la Policía Federal brasileña indagó un fraude en una licitación ferroviaria que supuestamente podría favorecer al brazo minero del empresario, MMX, por lo que fueron allanadas sus oficinas y su residencia. Batista alegó inocencia y hasta ahora, según Forbes, ha surgido indemne.
La situación, según detalló America Economía en un extenso reporte sobre el empresario, significó una caída del 22% de sus acciones en la Bolsa de Valores de Sao Paulo e hizo que Anglo American exigiera una “garantía personal” de Batista para cerrar la compra de activos de MMX, por $5.500 millones.
También ha estado envuelto en otros episodios complicados. En Bolivia, la administración de Evo Morales decidió expulsar a EBX del país, luego de que se lo acusara de que una planta siderúrgica de la compañía violaba la ley porque se hallaba a menos de 50 kilómetros de la frontera con Brasil. El grupo de Batista también ha sido acusado de malas condiciones laborales en otra planta siderúrgica y cuestionado por temas medioambientales en su propia nación.
Su entrada a Chile es inminente. Porque además del proyecto Castilla en Atacama, MMX ingresó este año una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a la Corema de esa región para un proyecto de prospección minera por US$ 11,2 millones.
Las exploraciones serán en el área denominada Fortuna, Fierro y Reconquista, donde, según la DIA “se pretende determinar y cuantificar los recursos y las reservas de un depósito de mineral de hierro, que permita evaluar la factibilidad de su explotación”.
Hasta ahora la termoeléctrica Castilla ha contado con el rechazo de vecinos de la zona y de ecologistas. Con una inversión de US$ 4.400 millones, planea instalarse en la zona de Punta Cachos, a 80 kilómetros al sur-oeste de Copiapó e inyectar 2.100 megawatt (MW) de potencia al Sistema Interconectado Central (SIC).
Luego de meses de tramitación ambiental, el gerente general de MPX Energía de Chile, Luis Hormazábal, presentó un recurso administrativo cuestionando el informe de la Seremi de Salud ante la Corema, que rechazó los reclamos de la firma.
Pero MPX acudió ante la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama) y el mismo día que Amorim se reunía con Piñera, el organismo ambiental presidido por Álvaro Sapag, determinó suspender la tramitación ambiental del proyecto -agendada para la tercera semana de febrero– hasta que se aclare la situación.
Lo más probable es que el proyecto se vote en el nuevo gobierno, por lo que habrá nuevas autoridades a cargo, incluyendo la seremi de Salud y a la intendente regional, Viviana Ireland, a quien, según fuentes del sector, la compañía cataloga como opositora a la apuesta energética.
