Un informe confidencial del único partido político legal de la Isla, detalla que la empresa de alimentos Río Zaza, de propiedad de Marambio y el Estado cubano, habría aplicado sobreprecios a los productos que vende en el país caribeño y responsabiliza de ello al empresario chileno. Mencionando la investigación judicial en curso, el documento, al cual tuvo acceso El Mostrador, agrega que la compañía de alimentos del ex oficial de Tropas Especiales habría cometido fraude. Se trata de la primera información oficial del caso, emanada de la orgánica partidaria que lideran Fidel y Raúl Castro. A lo anterior se suman las cuentas pendientes por la campaña presidencial de Marco Enríquez.
Un documento secreto del Partido Comunista de Cuba (PCC) con graves acusaciones y detalles inéditos de la versión oficial de la situación de Max Marambio en la Isla, llegó hace unos días a manos de los máximos dirigentes del Partido Comunista chileno.
El dossier, al cual tuvo acceso El Mostrador, se da a conocer a un día de que se informara de la muerte en extrañas circunstancias de Roberto Baudrand, gerente general de Alimentos Río Zaza, la industria envasadora de productos lácteos, jugos y alimentos de propiedad mixta entre Marambio y el Estado cubano que proveía al gobierno de ese país. Según el empresario chileno, en el verano debió cerrar la firma por el “corralito” financiero que Raúl Castro habría impuesto deteniendo los pagos a compañías extranjeras. A raíz de esta situación, Marambio tiene cerca de US$ 23 millones congelados en Cuba y desde noviembre del año pasado que no visita la Isla.
Un motivo de peso para no volver a poner pie en La Habana, radica en las aristas de la investigación judicial mencionada en el “dossier Marambio” del Partido Comunista cubano, que amenaza con convertirse en una suerte de Mop-Gate cubano.
Según el informe reservado del único partido político legal de Cuba, los negocios del empresario chileno en la Isla estarían vinculados a supuestos delitos como la venta de productos con sobreprecios y fraude. Dos ilícitos centrales para la fiscalía que habrían motivado la detención de colaboradores de Marambio y los largos y duros interrogatorios a los que fue sometido el gerente de Río Zaza, Roberto Baudrand, hallado muerto en su departamento de La Habana el pasado martes 13.
Cabe recordar que el 8 de marzo, el diario oficial “Granma” informó de la destitución del presidente del Instituto de Aeronáutica Civil, Rogelio Acevedo González, un destacado general de la Revolución que, de acuerdo a versiones extraoficiales, habría estado relacionado con una operación de malversación de fondos. Más tarde, se supo de la detención de la esposa de Acevedo, Ofelia Liptak, directora comercial de Río Zaza, y de Lucy Leal, contadora de las empresas de Marambio en Cuba. En ambos casos se habla de supuesta malversación de fondos y desvío de recursos al extranjero. Una tesis que dos fuentes cubanas allegadas a la diplomacia de ese país ratificaron por separado, apuntando a supuestos intentos de expatriación de recursos de mandos medios detectados por el círculo de hierro de Raúl.
Fuentes del PC chileno confidenciaron a El Mostrador que uno de los motivos por los que el Ministerio Público cubano decidió iniciar una indagatoria radica en que se detectaron situaciones irregulares en el comportamiento de las empresas de Marambio. Una de ellas fue el pago de sobresueldos a los empleados -práctica común en las empresas mixtas para fomentar la productividad-; la otra: la existencia de tráfico de influencias, gracias al nivel de “llegada” de Marambio en algunos sectores del gobierno.
[cita]Fuentes del PC chileno confidenciaron a El Mostrador que uno de los motivos por los que el Ministerio Público cubano decidió iniciar una indagatoria radica en que se detectaron situaciones irregulares en el comportamiento de las empresas de Marambio.[/cita]
Estas serían las principales razones de la caída en desgracia de Max Marambio ante las autoridades cubanas. Aunque también existen otras.
Todas los supuestos delitos e irregularidades en los negocios de Marambio son puestos en contexto por un cercano al ex oficial de Tropas Especiales que cree que hay una persecución en su contra por el rol protagónico que jugó en la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami y el estilo poco ortodoxo del candidato. “Hace un año, sus empresas eran puestas como ejemplo de cómo hay se hacen las cosas bien en Cuba y ahora, de la noche a la mañana, un día después de la elección del 13 de diciembre, las mismas prácticas cotidianas, aceptadas y promovidas por Raúl se convierten en ilegales”.
Según él, detrás de las situaciones mencionadas en el “dossier Marambio”, se esconde el hecho de que los cubanos “le quieren pasar la cuenta” al ex mirista por haberlos convencido de que el único candidato presidencial de izquierda o progresista que tenía chances de derrotar a la Concertación en la elección pasada era Marco Enríquez. Cuando en realidad, según la lectura de La Habana, lo que hizo fue abrirle las puertas de La Moneda al primer gobierno de derecha democráticamente elegido en los últimos 50 años, con el consiguiente cambio en los equilibrios políticos en Latinoamérica, que son estratégicos para la sobrevivencia del régimen comunista de los Castro. De hecho, hasta la llegada de Piñera al gobierno Chile no se había alineado de modo frontal contra Cuba.
En ese proceso, el núcleo de confianza de Raúl Castro no le perdona al jefe político de MEO no haber apoyado de manera decisiva a Eduardo Frei en la segunda vuelta presidencial. Tampoco, que en distintos momentos de la campaña haya operado a tres bandas: 1. Con las autoridades cubanas para que le quitaran su apoyo al candidato comunista Jorge Arrate e influyeran sobre Venezuela para restarle ayuda a la campaña de Alejandro Navarro 2. Con la Presidenta Bachelet para que Enríquez endosara su apoyo a Eduardo Frei en la segunda vuelta electoral y 3. Con Andrés Allamand y Andrés Chadwick, quienes querían que el hijo de Miguel Enríquez no apoyara a Frei o que si lo hacía, apenas fuese un gesto tibio que no afectara a Sebastián Piñera. Cosa que tampoco ocurrió porque en su discurso final, Enríquez vinculó a Piñera con el pinochetismo y aquellos que mataron a su padre.
Hasta ahora la única versión sobre el hecho no ha venido de Marambio, sino de Marco Enríquez-Ominami. En una entrevista con La Tercera, dijo que lo que está ocurriendo en Cuba con el ex jefe político de su campaña es un “proceso de acoso y derribo de las empresas de Max” que partió el 14 de diciembre. Un día después de la derrota del candidato que provocó la furia del gobierno de la Isla y la respectiva queja a Marambio, cuando poco tiempo antes dijo en una entrevista en CNN con Tomás Mosciatti: “El día que levanten el embargo, vamos los dos a liberar a Cuba”.
En el PC chileno la versión del acoso político es refutada. “Lo que hay aquí no es un caso de ese carácter, de acuerdo al informe reservado de sus pares cubanos y el análisis político interno, sino económico, por anomalías en la forma en que Marambio manejaba sus empresas en Cuba. El asunto es que la justicia en Cuba cuando investiga, lo hace de manera muy reservada con el fin de obtener las pruebas necesarias y darlas a conocer cuando termine la investigación. Cuando eso pase, será el MOP-GATE de los cubanos”, dice una fuente de esa colectividad, organización que tiene viejas rencillas con Marambio a raíz del período en que él y los comunistas fueron socios en la Universidad Arcis y gestionaron con el gobierno de Hugo Chávez un préstamo blando para la casa de estudios de US$ 8 millones.
La versión coincide con la carta aparecida en El Mercurio del 11 de abril de varios empresarios chilenos que le quitaron el piso a Marambio.
La misiva es clara: “El caso de las empresas del empresario chileno Max Marambio es una situación puntual que se encuentra en proceso de investigación ante los Tribunales de Justicia en Cuba, y será de su competencia el dirimir las transgresiones que hayan podido cometer a las regulaciones vigentes, problemas que ninguna de las otras empresas chilenas en Cuba tienen».
Entre los firmantes estaba Ángel Domper, dueño de TJP Internacional, quien al ser consultado por el matutino incluso fue más allá con sus declaraciones: «Él no es una víctima. Hay colaboradores de su empresa en prisión y otros sujetos bajo investigación. En Cuba cuando hay investigaciones así, es que los organismos ya tienen una serie de antecedentes acumulados”.
El Mostrador se comunicó con las oficinas de Marambio en Chile para solicitar su versión, pero se informó que no haría declaraciones.