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Diputados ‘díscolos’ provocan terremoto en la UDI por salario mínimo

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Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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En una complicada situación está el gremialismo debido a que tres diputados de su bancada se niegan a aprobar la propuesta del gobierno que aumenta el salario mínimo en un tres por ciento. En la tienda aseguran que respaldarán el proyecto del Ejecutivo y que los parlamentarios que están en contra no tienen piso al interior de la UDI.


Un verdadero terremoto grado seis provocó en la UDI la decisión de tres diputados de su bancada de exigir un reajuste del salario mínimo de un seis por ciento. Gonzalo Arenas, David Sandoval y Romilio Gutiérrez sorprendieron esta mañana a su directiva al anunciar públicamente su postura en contra de la asumida por el gremialismo que no está disponible para aprobar un alza superior al cuatro por ciento. Así, estos parlamentarios se transforman en los primeros díscolos de la bancada oficialista, colocando a la tienda presidida por Juan Antonio Coloma en una difícil posición frente al gobierno de Sebastián Piñera.

La situación se complica al interior de la UDI, porque los diputados tienen la convicción de que un aumento como el que exigen es viable sin perjudicar la política del gobierno en materia de empleo. Al punto que sostienen que el informe de la Comisión Asesora Presidencial sobre salario mínimo del propio gobierno plantea que un alza de hasta un seis por ciento “no afecta, en ningún sentido, los equilibrios económicos” que se ha propuesto la actual administración.

A este respecto el diputado David Sandoval insiste en que la posición asumida por él y sus otros dos compañeros de bancada “es razonable y está en sintonía con el informe técnico del propio gobierno”.  Para el parlamentario oficialista es necesario que con el reajuste del salario mínimo “la gente tenga realmente acceso a mejorar sus actuales condiciones” y precisó que desde el inicio del debate sobre el tema, él planteó su punto de vista a la bancada y a los representantes del gobierno.

Por su parte, Gutiérrez manifestó que “sentimos que el esfuerzo se puede hacer sin afectar las aspiraciones del gobierno en materia de empleo” y que de todas maneras un alza del seis por ciento “es abordable para situación que vive el país”.

Además, señaló que hay otros parlamentarios de su partido dispuestos a evaluar la situación y que también existen otros que apoyan esta postura. E indicó que aspiran a que se llegue a un consenso entre los trabajadores y el gobierno en este tema. Por lo que valoró que la CUT se abriera a aceptar un reajuste similar al que él, Arenas y Gutiérrez están solicitando. En esta línea añadió que pedirán al gobierno la creación de una mesa que genere una fórmula de reajuste para los próximos tres años, de tal manera de generar tranquilidad y estabilidad tanto en los trabajadores como en el empresariado.

Pero también aclaró que existe disposición a escuchar los argumentos de quienes rechazan de plano su postura, por lo que solicitaron una entrevista con la ministra del Trabajo Camila Merino.

Tanta es la convicción en estos diputados de que están en una postura correcta que incluso están dispuestos a rechazar en la Sala la propuesta del Ejecutivo, que no parece tener intenciones de sobrepasar del cuatro por ciento del reajuste.

La madeja política

Por lo pronto, en este grave impasse para la UDI quedó de manifiesto una impensada descoordinación, pues el timonel del partido de vio sorprendido por las declaraciones de estos diputados, que efectuaban la conferencia de prensa en Valparaíso en paralelo a la que Juan Antonio Coloma realizaba en la sede nacional del partido, en Santiago. Así, mientras el timonel gremialista defendía el proyecto de financiamiento de la reconstrucción, aduciendo que el gobierno no cuenta con recursos para financiarla, sus diputados exigían el reajuste del seis por ciento para el salario mínimo. Lo que desató un conflicto interno que hacía necesario conocer cuál era la postura oficial del partido. Misma que desde la directiva aseguran que sigue siendo de un apoyo irrestricto a la propuesta del gobierno y que no hay piso para un aumento superior al cuatro por ciento.

Inevitablemente comenzó a surgir la idea de que esta era una nueva confrontación entre colomistas y kasistas, dado el actual escenario de internas en la tienda. Lo que fue refutado por el diputado Gonzalo Arenas, dado que él es el único kasista de los tres.

Pero también queda en entredicho nuevamente la forma que tiene el Ejecutivo de relacionarse con sus bancadas. Ello, porque según aseguran los parlamentarios díscolos, nadie del gobierno se reunió con los parlamentarios de la UDI para analizar en profundidad el tema del salario mínimo, limitándose a enviar el proyecto al Congreso. Por otra parte, los diputados desestiman que su posición haya tomado por sorpresa a las máximas autoridades de la tienda y se defienden asegurando que habían puesto en conocimiento de su posición al jefe de la bancada, diputado Patricio Melero. Incluso, esta semana le habían solicitado que el tema se analizara en la reunión de bancada, pero Melero les habría señalado que no había tiempo para hacer un debate.

Quienes discrepan con la posición expuesta por estos tres diputados, afirman que no tienen piso al interior del partido para lo que están solicitando y que “están en la propia y no representan  para nada a la bancada”. Por lo mismo, el diputado Carlos Recondo, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Baja explicó que se le quitó la urgencia a la tramitación para intentar buscar un acuerdo transversal  en torno al reajuste del salario mínimo y que sea vinculante con el Senado, de tal manera que pueda ser aprobado rápidamente cuando llegue a esa instancia.

También defiende la propuesta gubernativa, asegurando que es prácticamente lo mismo que reajustó el gobierno el año 2009 y casi el doble del alza que se efectuó el 2008. Por lo que el Ejecutivo estaría dispuesto a llegar incluso al cuatro por ciento de reajuste, postura que oficialmente respalda el gremialismo. No obstante, admite que el tema nunca se analizó al interior de la bancada.

Esto es lo que molesta al diputado Arenas, quien estima hubo “falta de manejo político de parte de Hacienda”, porque le parece inaceptable que el gobierno haya enviado la propuesta al Congreso “sin que haya un mínimo de acuerdo con la CUT”. En esta línea, señala además que no es posible que “este gobierno que se tiene que ganar la confianza de los trabajadores, no converse con ellos, los notifique, y les trate de imponer una propuesta”. Y que, por otro lado, “nadie (del gobierno) se haya acercado a la bancada para socializar su postura”.

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