El ministro del MOP se reunirá en los próximos días con una quincena de potenciales inversores y grandes compañías constructoras del país oriental, para explicarles la posibilidad de que se presenten a los procesos de licitación de concesiones de obras públicas que se están preparando ahora mismo en Chile.
El ministro de Obras Públicas, Hernán de Solminihac, se encuentra esta semana en China para tratar de recoger experiencias de reacción ante catástrofes y, sobre todo, tratar de atraer inversiones para la reconstrucción de sus infraestructuras tras el terremoto del pasado 27 de febrero.
Lo más interesante de la posibilidad de que participen en la reconstrucción de Chile empresas del gigante asiático es poder aprovechar su experiencia ante catástrofes naturales similares y, sobre todo, su tecnología, explicó Solminihac.
«Tienen alguna experiencia bastante interesante en cuanto a prevenir y cómo reaccionar cuando hay un problema de una catástrofe natural», indicó.
Por ese motivo, el ministro se reunirá en los próximos días con una quincena de potenciales inversores y grandes compañías constructoras del país oriental, para explicarles la posibilidad de que se presenten a los procesos de licitación de concesiones de obras públicas que se están preparando ahora mismo en Chile.
En total, son licitaciones que suman unos 8.000 millones de dólares, «una cifra muy atractiva, que no se ha invertido antes en el país», y que se espera que genere interés en el gigante asiático.
«Las características que nosotros tenemos pueden ser interesantes para China y la rapidez de su trabajo nos puedan ayuda con la reconstrucción y los distintos proyectos de desarrollo que tenemos en el país», aseguró.
«La rapidez es muy importante para nosotros, sin descuidar la calidad, por supuesto», señaló.
Sin embargo, la famosa velocidad de construcción de las firmas chinas se basa en gran parte en las condiciones laborales y la abundancia de mano de obra barata con que cuenta el gigante asiático.
El ministro, que confía en atraer inversión china gracias, también, a la estabilidad económica y política de su país, cree que si lo consigue, las primeras constructoras chinas deberían de estar trabajando, a pie de obra, el año que viene, ya que el Gobierno de Sebastián Piñera espera reconstruir el país en tres o cuatro años.
«Desde que asumimos el Gobierno, el 11 de marzo, nos ocupamos primero de la emergencia, del modo de recuperar rápidamente las cosas importantes, como son la conectividad, los colegios, los hospitales, la atención en hospitales, el agua potable», recordó Solminihac.
«Tenemos esa emergencia prácticamente superada, y ahora estamos en la etapa de reconstrucción», y dentro del Ministerio de Obras Públicas, señaló, en la reparación de «carreteras, puentes, aeropuertos, represas, agua potable, tanto rural como urbana, e instalaciones pesqueras».
La prioridad, con todo, son «hospitales, carreteras, aeropuertos y cárceles», con el objetivo de «que vuelva la actividad normal de la gente y tenga la seguridad de transitar, para volver a la actividad productiva en cada zona» de Chile, concluyó.
El ministro, que hoy visitó el pabellón chileno en la Exposición Universal de Shanghái, presentará mañana en un seminario empresarial su actual programa de concesiones para la construcción de infraestructuras, y se reunirá con el vicealcalde de Construcción, Urbanismo, Gestión Urbana y Protección Civil de Shanghái, Shen Jun.
