«Vamos a ser muy creativos y perseverantes en facilitar ese acceso al mar. Pero sin duda que tenemos ciertas restricciones, particularmente en lo que se refiere a soberanía», declaró el mandatario.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reafirmó este domingo la voluntad de su Gobierno de facilitar un acceso al mar a Bolivia, pero advirtió que en el tema su país tiene «ciertas restricciones» en lo que se refiere a la soberanía.
En una entrevista que publica el diario El Mercurio sobre sus primeros cuatro meses en el Gobierno, el mandatario chileno destacó «el clima de confianza» que se ha generado con Bolivia, al referirse a la primera reunión de trabajo celebrada entre ambos países desde que llegó a La Moneda, el pasado marzo.
En esa reunión, celebrada esta semana en La Paz, se pasó revista a la agenda de trece puntos establecida en 2006 por los Gobiernos de Michelle Bachelet y Evo Morales, en la que por primera vez se incluyó la demanda boliviana de un acceso al Pacífico, que el país andino perdió en una guerra del Siglo XIX.
«Vamos a ser muy creativos y perseverantes en facilitar ese acceso al mar. Pero sin duda que tenemos ciertas restricciones, particularmente en lo que se refiere a soberanía», declaró Piñera.
El asunto ha perturbado desde entonces las relaciones entre ambos países y para Bolivia la recuperación de un acceso soberano al Pacífico es un asunto de importancia vital.
Piñera, que destacó la buena opinión que tiene del presidente Morales, aseguró que en la reunión se obtuvieron resultados «muy fecundos», como la reactivación del ferrocarril Arica-La Paz y la habilitación del puerto de Iquique como nuevo foco del comercio internacional boliviano, así como un acuerdo para cerrar la frontera común al tráfico de drogas.
Se acordó la instalación de un agregado policial de Chile en La Paz para facilitar el trabajo y se puso en marcha la Comisión Mixta de Drogas, paralizada desde hace años, destacó el mandatario.
Con relación al tema marítimo, Piñera insistió en que Chile «tiene la mejor disposición» de facilitar el acceso de Bolivia «a todo el mundo», a través de los puertos chilenos.
