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La Moneda observa con interés el nacimiento de la disidencia en RN

Claudia Rivas Arenas
Por : Claudia Rivas Arenas Periodista de El Mostrador @crivasa
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Aunque venían trabajando en silencio, finalmente verán la luz cuando destacados representantes de la oposición lleguen hasta el Hotel Las Acacias a exponer en el seminario “Ya somos gobierno, ahora cómo nos proyectamos”, organizado por el grupo que apoyó al diputado Cristián Monckberg en las internas del partido. En Palacio se mantienen al margen, pero no le pierden pisada a este grupo que podría convertirse en un referente importante dentro de la colectividad y en un apoyo para el mandatario.


Las últimas semanas, tras las elecciones internas de RN, Carlos Larraín ha sido notificado de diversas maneras que durante los dos años de su tercera gestión a la cabeza del partido sus pasos serán fiscalizados por una disidencia interna oficial. Así, el sector que apoyó a Cristián Monckeberg en su intento por arrebatarle el cetro al concejal de Las Condes, se aglutinó en un grupo nada menor que hará su presentación en sociedad este fin de semana con un seminario que algunos califican como “progresista”. En La Moneda se dividen entre los que observan con cautela y quienes ven hasta con satisfacción que los perdedores hayan optado por “no hacérsela fácil” al timonel de la principal tienda oficialista, la del Presidente Sebastián Piñera.

La disidencia de RN comenzó a estructurarse apenas concluyó la disputa interna con el triunfo de Larraín. Y, en un trabajo de hormiga, se preparan no sólo para enfrentar un período que estiman no será fácil para Piñera, particularmente en el ámbito legislativo. Pero también, porque no han renunciado a la posibilidad de lograr hacerse de las riendas del partido en un próximo período. Concientes de que el timonel del partido nunca ha sido un aliado dócil, en Palacio no pierden de vista el proceso en el que se embarcó la disidencia. Aunque reconocen que el Mandatario fue “un poco mezquino” con el equipo liderado por Monckeberg, pues fue incapaz de hacer un gesto hacia los liberales durante la campaña por la presidencia de la colectividad, como sí lo hizo hacia Larraín.

Pero explican que eso se debió a que desde La Moneda, en su momento, “se apoyó a Larraín, jugando al realismo político”. Tanto Piñera como su entorno “sabían que no era posible que Cristián le ganara a la maquinaria” del concejal que iba por su tercer período consecutivo a la cabeza del partido. Y concientes del riesgo que significaba para el Mandatario no sólo ponerse del lado del perdedor, sino provocar la molestia del más seguro triunfador, se habría decidido por el “gesto” hacia Larraín.

[cita]Concientes de que el timonel del partido nunca ha sido un aliado dócil, en Palacio no pierden de vista el proceso en el que se embarcó la disidencia.[/cita]

Quien optó por asumir una línea distinta fue el brazo derecho de Piñera, Rodrigo Hinzpeter. Aunque muy cerca del día de las elecciones, para que pudiera causar algún efecto en el electorado interno, le deseó suerte al sector liderado por Monckeberg, tras una reunión de trabajo con varios de los diputados que integraban la lista retadora. Este gesto, aunque tardío, fue agradecido por los aspirantes a dirigir RN. Es por ello que el ministro del Interior es percibido como un aliado por el sector. Pese a que en Palacio sostienen que ni él ni ningún otro personero de gobierno dará señales públicas de respaldo a la disidencia, pues ello implicaría “ganarse un conflicto con Larraín”. Algo que en La Moneda no están dispuestos a patrocinar, dado que aún no se supera el complejo proceso de instalación y que se vienen etapas difíciles  en el plano legislativo.

Sin embargo, para la disidencia es una buena señal el hecho de que Juan Carlos Jobet, jefe de gabinete de Hinzpeter, y Hernán Larraín Matte, asesor de la Presidencia, hayan aceptado participar como expositores en el panel sobre “Las nuevas caras de La Moneda”.

No al inmovilismo

Por otro lado, para la disidencia no ha sido sencillo acomodarse a este plano. Una fuente del sector admite que al hacerse público el seminario, al que invitaron a exponer a reconocidas figuras de la Concertación, desde la directiva se comenzó a generar la sensación de que el equipo liderado por Cristián Monckeberg pretende dividir el partido. Aún cuando en defensa de su actuación los aludidos explican que la idea del encuentro es comenzar a sacar a la tienda del “inmovilismo” en que la ha sumido su actual timonel.

La idea, sostienen, es “mantener vivo el partido y manifestar nuestras diferencias, si las hay, respetando a la directiva”. Y el seminario apunta a generar un debate acerca de lo que Renovación Nacional debe ser hacia delante. Porque si bien se logró el objetivo de llegar a La Moneda, aclara un alto personero de la disidencia, “ahora es necesario tener claro como el sector se mantiene vigente mirando hacia el futuro”.

De hecho, producto del debate que se genere en el encuentro –que se realizará entre el sábado y domingo en el Hotel Las Acacias-  surgirá un documento que sus promotores esperan poder presentar al partido para generar una discusión interna. Si bien “el grueso” del texto ya fue elaborado, tras el seminario se le agregarán elementos y conclusiones que resulten de él. Según aclaró una fuente el documento “es un conjunción de opiniones de diferentes personas” a las que se le añadirán otras que resulten de la cita del fin de semana.

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