El timonel de la Sitrach explicó a los miembros de la Comisión que pese a los avances legislativos de los últimos años persisten prácticas que inducen a los choferes del transporte pesado a recargar sus jornadas, arriesgando así su vida y la de terceros.
El presidente del sindicato nacional de choferes de camiones del país, José Sandoval, dio a conocer que anualmente mueren 30 conductores, la mayoría en impactos por alcance ocurridos debido al cansancio de jornadas extenuantes.
Todos los vicios laborales que hacen más insegura la conducción de camiones en las rutas interurbanas denunció el gremio de trabajadores a la Comisión de Seguridad Laboral que fue creada el 23 de agosto por el Gobierno.
El timonel de la Sitrach explicó a los miembros de la Comisión que pese a los avances legislativos de los últimos años persisten prácticas que inducen a los choferes del transporte pesado a recargar sus jornadas, arriesgando así su vida y la de terceros.
Ilustró esta situación con el promedio anual de 30 muertes de camioneros, cifra que si bien ha bajado respecto de décadas pasadas, sigue siendo preocupante. Recordó que en no pocos de estos casos fatales hubo también víctimas de vehículos impactados por camiones.
El descenso de los accidentes, especialmente las colisiones frontales, lo atribuyó a la doble vía interurbana que hoy se extiende entre Puerto Montt y La Serena, y que llegará hasta Copiapó.
Sin embargo, persisten los choques por alcance, es decir, aquellos en que un camión embiste por detrás a otro vehículo. Justamente, este tipo de accidentes lo atribuyó al cansancio de los conductores que son inducidos a recorridos extenuantes para aumentar sus salarios, en lo que calificó como un “incentivo perverso”.
Hoy, explicó Sandoval, el sueldo fijo de un chofer fluctúa entre los 200 mil y 240 mil pesos mensuales. Para alcanzar los entre 600 mil y 700 mil pesos de salario promedio el conductor aumenta sus horarios de manejo y las distancias recorridas.
La jornada máxima de conducción mensual no debe sobrepasar las 250 horas, considerando incluso tiempo extra, pero Sandoval afirmó que ese límite es usualmente incumplido.
Al respecto, hizo ver que la actual libreta de control de jornada laboral es fácilmente falseada por lo que debe imponerse un sistema automático que no sea vulnerado.
Otro vicio, explicó, es el no pago de los tiempos de espera, aquellos en que el chofer debe aguardar la carga o descarga del camión y que la ley obliga a cancelar.
También hizo ver que por vacíos legales la fiscalización al gremio de choferes alcanza sólo a los que trabajan para el dueño del vehículo, esto es, unos 25 mil en todo el país. Sin embargo, acusó, hay casi 20 mil conductores dueños de sus máquinas que no son controlados y que fuerzan sus jornadas para hacer progresar su pequeño negocio.
