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«Obama deberá rendir tributo a Allende y a los miles de chilenos asesinados por Pinochet»

El ex presidente caribeño salió al paso al anuncio efectuado por el mandatario estadounidense de que viajará en marzo a Suramérica, señalando que su política «se complicará» en Chile, donde «es de suponer” que alguien debe rendir tributo al ex Presidente de la República y a las víctimas de violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar.


El ex Presidente cubano Fidel Castro se refirió este viernes al anuncio realizado por el mandatario estadounidense Barack Obama de que viajará en marzo a Chile y Brasil.

Los medios oficiales de la isla publican la última de las «Reflexiones» de Castro, quien dice que la política de Obama «se complicará» en Chile, donde «es de suponer que alguien debe rendir tributo a Salvador Allende y los miles de chilenos asesinados por la tiranía de Pinochet, que Estados Unidos impuso a Chile”.

En tanto, en el país del samba –agrega Castro- Obama podrá apreciar los estragos de las lluvias y será «ocasión propicia para auto criticar» el hecho de que su país no suscribió el acuerdo de Kioto o que su Gobierno «impulsó» la «política suicida» de Copenhague.

De igual modo, el líder Cubano anuncia que el presidente de EE.UU. enfrentará una «situación embarazosa» en El Salvador por los crímenes que su país patrocinó contra los combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), organización que pasó de guerrilla a partido político y está ahora en el Gobierno.

Discurso de Obama

Fidel Castro consideró que el discurso del Estado de la Unión del mandatario estadounidense del pasado martes fue una «encendida perorata» y un «delirante mensaje» con mentiras, en un artículo publicado hoy lleno de críticas e ironías sobre esa alocución.

«Es difícil que Dios pueda bendecir tanta mentira», asevera Castro tras reproducir el final del discurso que Obama concluyó con la frase «que Dios bendiga a Estados Unidos de Norteamérica».

Para el líder cubano, el mensaje sobre el Estado de la Unión «merece un análisis político y ético» porque «Estados Unidos es una superpotencia de la que, con independencia del Presidente y el Congreso, depende, entre otros importantes factores, el destino de la especie humana».

En ese sentido, recuerda que Obama está «envuelto en un proceso electoral» y «tiene que hablar» para «cada ciudadano y su opuesto» en EE.UU. «para terminar clamando que todos son norteamericanos, como si el 95,5 por ciento, es decir, el resto de los 6.900 millones de habitantes del planeta, no existieran».

Entre sus críticas al tono con el que Obama se refiere a la historia y el futuro de EE.UU., indica que omite temas como el de los monopolios que «controlan y saquean» los recursos del planeta, el acuerdo de Bretton Woods, o la «colosal estafa» que Washington realizó en 1971 al suspender «unilateralmente la conversión del dólar en oro».

«Obama gusta de relatar, en cambio, historias líricas sobre pequeños empresarios que supuestamente deslumbran, embelesan y conmueven a los oyentes que no estén advertidos de la realidad», señala Castro.

«Su oratoria, su estilo y su tono- continúa- parecen diseñados para escuchar, como niños disciplinados, sus conmovedores cuentos».

El ex mandatario cubano ironiza al indicar que algunos pasajes del discurso dejan «sin respiración» o cuando se refiere a Obama como «nuestro ilustre amigo» o «señor Presidente».

Indirectamente también lo tilda de melodramático al decir que el presidente estadounidense trata de «conmover» con algunos pasajes que parecen salidos de un filme como «Lo que el viento se llevó».

Castro menciona las referencias hechas por Obama al endurecimiento de las sanciones impuestas a Irán, y resalta que «no menciona una sola palabra del asesinato selectivo de científicos iraníes realizado por los órganos de inteligencia de Estados Unidos y sus aliados».

También destaca otras omisiones sobre el calentamiento global, la crisis alimentaria, o los alimentos que las grandes empresas de Estados Unidos «están consagrando» a la producción de biocombustibles.

Además, resalta que a Obama «ni siquiera le interesa disimular» el «robo insólito y confeso de cerebros» de su país, e ironiza al decir que esa actitud deber serle excusada «en consideración a su pasión por la ciencia y la sana competencia».

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