El titular de Mideplan explicó que los $3.700.000 corresponden al monto superior para hacer la compra y no significa que sea el precio final a pagar.
Una polémica comenzó a crecer esta mañana luego de que se conociera una licitación para adquirir un sillón de cuero para la oficina del ministro de Planificación Felipe Kast. La información indicaba que el monto disponible para realizar la compra era de 100 UTM; es decir, una suma cercana a los $3.700.000.
En Mideplan explicaron a El Mostrador que Kast dio la instrucción de que el máximo a pagar por el mentado sillón sea $500.000. Además, se indicó que no es para el despacho del secretario de Estado sino que para la oficina de reuniones del gabinete.
«Esto demuestra que el desprestigio de la política tiene fundamento. No es posible que el diputado Gabriel Ascencio sea tan poco serio, y que ni siquiera conozca las leyes que los mismos parlamentarios aprueban. La ley de compras tiene como tramo inferior disponible el de $ 0 a $ 3,5 millones, y en consecuencia aca el sofá de costo millonario sólo existe en la imaginación de Ascencio, porque éste no se ha comprado y el tope superior -que está definido por ley- no tiene relación con el monto final a pagar. Acusaciones como estas explican por qué las nuevas generaciones prefieren marginarse de la política, y eso es algo que tenemos que revertir», dijo Kast.
El secretario de Estado se refirió de esta forma a las declaraciones del diputado Ascencio, quien señaló que “es vergonzoso y un insulto para los pobres de este país que el ministro de la pobreza se compre un sillón millonario».
