«Yo tenía un camino pensado para repostularme como alcaldesa y estoy segura que me habría ido estupendamente bien», indicó la ex jefa regional.
La ex intendenta de la Región del Biobío, Jacqueline Van Rysselberghe, aseguró que no fue un «honor» que el Presidente Sebastián Piñera le solicitara ser jefa regional.
“Para mí no fue ningún honor que el Presidente me solicitara ser intendenta de la región, yo tenía un camino pensado para repostularme como alcaldesa y estoy segura que me habría ido estupendamente bien, la Concertación muy probablemente no habría tenido un buen candidato que estuviera dispuesto a enfrentarme, por lo tanto, me iba a ir muy bien”, sostuvo anoche en el programa «Tolerancia Cero» de Chilevisión.
En ese sentido, dijo que no se había “preparado mentalmente para ser intendenta. Durante los primeros cinco, seis meses, me dediqué a trabajar y a abordar la emergencia y di muy poco espacio a las mesas de diálogo, a las mesas de trabajo».
«En el camino -señaló- herí susceptibilidades probablemente, ofendí a más de alguna persona y fui probablemente desconsiderada, pero no me di cuenta”.
Respecto a las quejas de Renovación Nacional, afirmó que de volver atrás “haría el esfuerzo de generar los espacios para la integración de los partidos políticos y de los parlamentarios».
«Al final del día eso me pasó la cuenta”, sentenció Van Rysselberghe.
De igual modo, hizo hincapié en que “nunca le mintió al Gobierno ni a los pobladores. Inventar no está en el sentido de mentir, está en el sentido de crear el argumento social, sobre el sustento social y técnico que permitía postular a los vecinos a través de esta resolución que existe».
«Se pueden mezclar personas que están terremoteadas con personas no terremoteadas. Inventar una historia fue darle coherencia a estas tres variables, que aisladas entre sí, no tenían la potencia si uno las mezclaba porque pertenecían al mismo grupo social”, agregó.
