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Frei dice que Iglesia chilena está intervenida por el Vaticano

«El Vaticano intervino porque la jerarquía chilena no hizo su tarea», sostuvo el ex mandatario y actual senador.


El ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle afirmó este viernes que la Iglesia Católica chilena está intervenida por el Vaticano «porque no hizo su tarea» en cuanto a frenar los abusos sexuales contra menores cometidos por algunos de sus miembros.

«El Vaticano intervino porque la jerarquía chilena no hizo su tarea», sostuvo el ex mandatario y actual senador en declaraciones a Radio Cooperativa.

«Es una decisión que ya tomó la jerarquía eclesiástica hace rato. Todos los antecedentes se mandaron al Vaticano sin tomar la decisión acá. Por lo tanto, de alguna manera podríamos decir, entre comillas, que hay una Iglesia intervenida, porque todo se está resolviendo en el Vaticano», sostuvo.

«Acá estaban los antecedentes (de los casos), las realidades y los testimonios de los afectados», añadió Frei, que dijo haber estudiado en un colegio de las monjas de Santa Úrsula, congregación afectada actualmente por un escándalo de ese tipo.

También la esposa de Frei, Marta Larraechea y las hijas del matrimonio estudiaron en un colegio de las «ursulinas», cuya superiora, Isabel Lagos Droguett, más conocida como «Sor Paula», fue destituida por el Vaticano y enviada a un convento en Alemania tras varias denuncias en su contra.

En principio, las autoridades de la Iglesia local dijeron que se trataba de irregularidades administrativas y de algunas «actitudes impropias», pero en los últimos días han surgido denuncias de abusos sexuales de parte de antiguas alumnas.

El caso de «Sor Paula» se sumó al del Fernando Karadima, un influyente cura que ha sido el formador y guía espiritual de más de cuarenta sacerdotes, incluidos cinco obispos, acusado por varios antiguos discípulos de haber abusado de ellos cuando eran adolescentes.

Un juicio canónico condenó a Karadima a una vida de reclusión, oración y meditación, mientras la Justicia chilena avanza en una investigación para determinar eventuales responsabilidades penales.

Según Frei Ruiz-Tagle, estos casos debió resolverlos la jerarquía de la Iglesia chilena, pero no lo hizo y prefirió dejar la responsabilidad al Vaticano.

«Lo único que pido es transparencia y claridad: creo que en esta situación es muy complejo el cuadro porque la jerarquía chilena traspasó todo al Vaticano y por lo tanto no ha hecho la tarea que debiera haber hecho, esto se debió cortar en Chile», precisó.

«Acá estaban los antecedentes, estaban las realidades y los testimonios de los afectados. Hay una Iglesia intervenida, porque todo se está resolviendo en el Vaticano», insistió.

Recordó que las víctimas hicieron las denuncias donde corresponde, ante la autoridad eclesiástica y en la autoridad de las congregaciones, pero no pasó nada durante largos años».

En los últimos días se ha conocido que las primeras denuncias contra Karadima se hicieron en 1985, cuando era arzobispo de Santiago el ya fallecido cardenal Juan Francisco Fresno.

«Ellos son los que tienen que responder», manifestó Frei.

«¿Hace cuántos años se entregaron las denuncias? Hace poco dijo un sacerdote que las denuncias las escucharon en los años 80, en el caso de las Ursulinas hubo quiebres a fines de los 80 y esto estuvo en conocimiento de las autoridades eclesiásticas», sentenció.

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