Sostuvo que su participación en las Fuerzas Armadas se limitó a la Dirección de Inteligencia de la Armada, donde se cumplían «funciones absolutamente distintas (a las de organismos represores como la DINA o la CNI)».
El presidente de la Iglesia Metodista Pentecostal, Obispo Roberto López Rojas, negó este viernes el haber participado en la disuelta Central Nacional de Informaciones (CNI), desestimando así eventuales nexos con las acciones represivas ejecutadas por el organismo durante el régimen militar.
El pastor dijo estar dispuesto a colaborar en todas las instancias vinculadas a la defensa de los derechos humanos que lo requieran, como las comisiones del ramo en el Senado y la Cámara de Diputados, al programa de Derechos Humanos del ministerio del Interior, y a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
López precisó que su participación en las Fuerzas Armadas se limitó a la Dirección de Inteligencia de la Armada, donde se cumplían «funciones absolutamente distintas (a las de organismos represores como la DINA o la CNI)».
El pastor evangélico afirmó además que sólo se enteró de las violaciones a los DDHH «por la prensa, igual que lo que supieron la mayoría de los chilenos y me vi vinculado en el sentido de que esto me afectó de forma muy personal», dijo, recordando que su padre fue detenido por 50 días tras el golpe de Estado de 1973.
Por otra parte, Roberto López desmintió que haya afirmado estar «orgulloso» de haber pertenecido a la CNI, expresando que al decir esto, se refería a la marina.
«Yo me siento orgulloso de haber sido parte de la Armada de Chile, lo llevo adentro, fue mi institución querida, la que me dio la formación, la que me enseñó valores y que nunca me pidió que yo hiciera algo que estuviera al margen de la ética y la moral», dijo.
Aclaró que su vinculación con la desaparecida CNI se debe a un curso de formación en «protección de personas importantes, conducción avanzada, todos los cursos que son relativos a personas que cumplen labores de seguridad militar».
A través de una carta abierta, expresó que considera «un agravio doloroso e inmerecido, las imputaciones que he recibido en el curso de los últimos días».
