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Investigan acusaciones anónimas contra obispo por abusos sexuales

A falta de comprobar su veracidad, estas acusaciones suponen un nuevo golpe para la comunidad católica chilena, conmocionada por el caso del influyente sacerdote Fernando Karadima, al que el Vaticano condenó por cometer abusos sexuales contra antiguos feligreses.


La Justicia chilena y un colegio católico han iniciado sendas investigaciones a raíz de la publicación de un correo electrónico anónimo en el que se acusa al actual obispo de Chillán, Carlos Pellegrín, de cometer abusos sexuales contra alumnos de esa conocida institución escolar.

Según informa la prensa local, el fiscal nacional, Sabas Chahuán, ordenó el pasado miércoles que se indaguen las acusaciones contra Pellegrín, que entre 1999 y 2006 ejerció como rector del reputado Colegio Verbo Divino, ubicado en un acomodado sector de la capital chilena.

El propio fiscal nacional fue alumno de ese centro escolar, en el que ahora también estudian sus hijos.

En tanto, la Congregación del Verbo Divino aseguró que «la identidad de quien difunde el correo electrónico es falsa», pues el nombre señalado no corresponde a ningún alumno o exalumno del colegio, ni tampoco a ningún familiar de estos.

En un comunicado difundido a última hora del viernes, la institución explicó que, por ello, el actual rector del colegio, Armando Schnydrig, presentó esta semana una querella por injurias y calumnias ante el cuarto Juzgado de Garantía de Santiago.

Pero, al mismo tiempo, el centro escolar ha instruido una investigación canónica «como un gesto de transparencia y de voluntad de esclarecer los hechos» y se ha puesto en contacto con el fiscal encargado del caso para colaborar con él cuando sea necesario.

Por su parte, el actual obispo de la ciudad de Chillán, situada a 400 kilómetros al sur de Santiago, rechazó las acusaciones en su contra.

«Soy atacado yo con injurias y acusaciones que son falsas y que me duelen en el alma», declaró ayer Carlos Pellegrín.

A falta de comprobar su veracidad, estas acusaciones suponen un nuevo golpe para la comunidad católica chilena, conmocionada por el caso del influyente sacerdote Fernando Karadima, al que el Vaticano condenó por cometer abusos sexuales contra antiguos feligreses.

Al caso de Karadima, que formó a una veintena de sacerdotes, entre ellos cinco obispos, se sumó a fines de marzo el de la monja Isabel Lagos, exmadre superiora de la congregación Santa Úrsula, acusada también de abusar sexualmente de antiguas alumnas de esa institución.

Estos casos han llevado a la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) a pedir perdón en reiteradas oportunidades a las víctimas de abusos sexuales y a poner en marcha un nuevo protocolo para agilizar las investigaciones ante posibles denuncias que involucren a religiosos.

En este sentido, según informa el diario La Tercera, la CECh aseguró ayer que no ha recibido las denuncias contenidas en el correo anónimo que ahora se investiga.

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