Claudio Borghi confesó que, además de la estrategia para el crucial partido del domingo, sus mayores preocupaciones provienen de las lesiones que han afectado, sobre todo, a su medio campo. Y la baja más notoria será la de Matías Fernández, quien debió retirarse del entrenamiento efectuado este viernes en Mendoza y quedó definitivamente descartado para el encuentro frente a los venezolanos.
Chile ha dejado en claro que no se siente favorito para el partido que jugará el domingo frente a Venezuela pero, más allá de esas apreciaciones y el respeto por el rival, es notorio el optimismo que resuma de avanzar en la búsqueda de su primer título de la Copa América.
El equipo que dirige el argentino Claudio Borghi lo muestra por los cuatro costados: de todos los escenarios, que incluían el temido choque frente a Brasil, el encuentro ante Venezuela es el que mejor le acomoda en los cuartos de final del torneo.
Sus jugadores lucen distendidos, bromistas y llenos de confianza en la previa, tal como se vio en el entrenamiento que realizaron este viernes en el estadio Andes Talleres, de Mendoza, su cuartel general en el que es arropado por la ‘Marea roja’ de hinchas que los siguen a sol y sombra.
Lo dijo Borghi, en un ambiente rodeado de las decenas de periodistas que acompañan a su selección: no se sienten «ni más ni menos que Venezuela», un rival al que se enfrentarán el domingo, en el estadio de la ciudad vecina de San Juan, «con toda la seriedad y el respeto que merece».
El ‘Bichi’ fue más allá y enfatizó que el gran crecimiento que ha experimentado la ‘Vinotinto’ en los últimos años hace que no se le pueda mirar por encima del hombro y puso de ejemplo el último partido que jugaron ambas selecciones en Santiago y que terminó en un empate de 2-2.
«Venezuela, en los últimos años siempre era el invitado de piedra, el que inauguraba los torneos, que jugaba con el local, hoy ya no es así, hoy se le mira con respeto», comentó.
Pero Borghi confesó que, además de la estrategia para el crucial partido del domingo, sus mayores preocupaciones provienen de las lesiones que han afectado, sobre todo, a su medio campo.
La baja más notoria será la de Matías Fernández, quien hoy pareció haberse recuperado de la lesión que sufrió la semana pasada, pero tras participar de un partidillo durante una media hora tuvo que dejar el entrenamiento.
El parte médico fue contundente, ‘Matigol’ no podrá actuar frente a Venezuela porque corre el riesgo de sufrir una lesión muscular seria.
A su ausencia, se suma la incertidumbre sobre Luis Jiménez, otro de los jugadores que hizo trabajos diferenciados, quien será sometido mañana a otros exámenes, mientras que Jorge Valdivia, el otro centrocampista que está en evaluación, tampoco está en condiciones de disputar un choque completo, porque ha jugado muy poco en los últimos meses.
«No es normal que en un plantel haya tres (centrocampistas lesionados), sabíamos que Jorge (Valdivia) venía lesionado antes de empezar la Copa, no teníamos evidentemente previsto lo de Matías, es la primera vez que él sufre un problema muscular, y Jiménez está jugando muy bien», comentó Borghi.
A todo ello se unirá la ausencia obligada de Jean Beausejaur, expulsado en el choque contra los peruanos, por lo que será Arturo Vidal el que ocupará su plaza en la izquierda, mientras que Carlos Carmona irá al centro.
A pesar de estos contratiempos, Chile mantiene su plan de trabajo y mañana viajará por la tarde hacia San Juan, donde prevé practicar, al final de la tarde, en el estadio San Juan del Bicentenario.
En su última jornada completa en Mendoza, a la que volverán para disputar una semifinal en caso de salir airosos del partido frente a Venezuela, ha quedado en claro que nada ha afectado a un equipo chileno que busca el equilibrio con un pie en tierra firme y otro en la esperanza de dar un paso más hacia la gloria.
