La medida está dirigida a flexibilizar instrumentos y aumentar los recursos, para apoyar a agricultores en el traslado del ganado, el abastecimiento de forraje desde lugares aislados y la posterior reposición de las praderas.
El ministro de Agricultura, José Antonio Galilea arribó este jueves a la región de La Araucanía donde anunció la declaración de emergencia agrícola para las comunas de Lonquimay y los sectores más afectados de Curarrehue, Melipeuco, Curacautín, Cunco, Pucón, Villarrica y Vilcún, ante los efectos de las fuertes nevazones que han caído en la zona.
En la ocasión, el secretario de Estado, el intendente (s) Miguel Mellado y los seremis de Gobierno, OO.PP. y Agricultura, viajaron hasta Curarrehue para la firma de la resolución, en donde se reunieron con el alcalde de la comuna Héctor Carrasco y el equipo técnico de la CREA (Comisión Regional de Emergencia Agrícola) con el fin de coordinar en terreno las medidas adoptadas tras dicho anuncio.
«Hemos venido a reiterar nuestro compromiso como Gobierno de apoyar al sector. Desde el inicio de nuestra gestión, hemos estado trabajando en planes preventivos, en conjunto con los agricultores y las autoridades locales, para prepararnos ante emergencias como ésta, y a una semana de las nevazones podemos comprobar que estábamos preparados y la gran mayoría de los agricultores cuenta con alimentos para su ganado” destacó la autoridad.
Galilea precisó que “dada la intensidad de las nevazones queremos hacer un esfuerzo adicional, declarando zona de emergencia agrícola, para así disponer con mayor celeridad de los recursos humanos y materiales que sean necesarios para enfrentar esta emergencia», aseguró.
La medida del Minagri incluye un aumento de recursos para programas en apoyo de los agricultores en sus necesidades inmediatas, como el traslado del ganado, el abastecimiento de forraje desde lugares aislados y reposición de infraestructura, como galpones, cercos e invernaderos.
Asimismo, se contemplan acciones para superar la emergencia en el mediano plazo, como fondos extras destinados a la reposición de las praderas, programas de la Comisión Nacional de Riego (CNR) y operativos sanitarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), para evitar plagas y enfermedades, entre otros.
