“Hoy, las platas de la capacitación las están ocupando en empresa grandes, en trabajadores que ya cuentan con un nivel de educación, y no es a ellos a los que debemos apuntar”, dijo la secretaria de Estado. Y enfatizó que «si queremos generar cambios, debemos enfrentar este tema ahora, pensando todos -tanto parlamentarios de la Coalición, como de la Concertación- en cómo mejoramos».
La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, hizo este martes un duro diagnóstico del funcionamiento del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), al que acusó de dar un mal uso a los 300 millones de dólares que se le asignan anualmente para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores más vulnerables del país, lo que a su juicio queda de manifiesto con el “cero impacto” de los programas que lleva adelante la entidad.
“En el Sence se están gastando US$ 300 millones al año que tienen cero impacto, tanto en las remuneraciones, como en la empleabilidad de los trabadores más pobres”, dijo la secretaria de Estado, justificando así el trabajo que lleva a cabo la Comisión de Reforma al Sistema de Capacitación liderada por el economista Osvaldo Larrañaga.
Matthei dijo que entre las principales falencias detectadas por esa comisión se cuentan el mal uso de las franquicias tributarias y problemas en los Organismos Técnicos de Capacitación (OTEC) reconocidos por el Estado.
“Hoy, las platas de la capacitación las están ocupando en empresa grandes, en trabajadores que ya cuentan con un nivel de educación, y no es a ellos a los que debemos apuntar”, dijo la secretaria de Estado, detallando que una de las principales falencias es la escasa inclusión laboral de jóvenes entre 18 y 25 años.
“Hoy tenemos altas tasas de cesantía e inactividad, además de bajas remuneraciones. Pero más allá de los diagnósticos que conocemos todos y que es realmente vergonzoso, necesitamos provocar cambios y eso es lo que estamos tratando de hacer en el Ministerio“, señaló.
Para la titular del Trabajo ahora es necesario generar consensos políticos que permitan que los US$ 300 millones rindan frutos. “Si queremos generar cambios, debemos enfrentar este tema ahora, pensando todos -tanto parlamentarios de la Coalición, como de la Concertación- en cómo mejoramos. Se lo debemos a nuestros jóvenes y se lo debemos a Chile”.
Y enfatizó: “A esta altura, es tan evidente el diagnóstico, que llegó la hora de arremangarse la camisa y trabajar, no por caridad, sino por justicia”, agregó.
Evelyn Matthei abordó el tema durante su participación en un encuentro de jóvenes organizado por la Fundación Padre Hurtado, el que tuvo por objeto generar propuestas para contribuir al diseño de nuevas políticas públicas que contribuyan a la inclusión de los jóvenes, especialmente de aquellos que se encuentran desempleados.
Según los últimos datos de la Casen, un 14% de la población tiene entre 18 y 35 años de edad. A pesar de esto, cerca de 668 mil jóvenes no trabaja ni estudia, siendo un 62% de ellos personas pertenecientes a los quintiles más vulnerables.
