El experto analizó las discrepancias al interior de los partidos de gobierno y aseguró que «les cuesta ponerse de acuerdo, porque al final del día hacen un cálculo político para evaluar su continuidad en el poder».
El analista político y académico de la Universidad de Santiago (Usach), Bernardo Navarrete, dijo que han sido evidentes las diferencias entre los partidos de gobierno en la discusión presupuestaria de 2012, agregando que el gremialismo, la UDI, tiene mucho que ganar con un aumento de recursos en áreas socialmente sensibles, aunque ello signifique sacrificar una parte de su ideología.
El experto analizó las discrepancias al interior de los partidos de gobierno y aseguró que «les cuesta ponerse de acuerdo, porque al final del día hacen un cálculo político para evaluar su continuidad en el poder».
«La UDI tiene más en juego, porque es el partido con más diputados y más alcaldes en el país. La pregunta al final del día para la UDI, es si puede Sebastián Piñera dejar instalado un candidato presidencial de sus filas para 2013. Si no cambia la lógica del gasto social y la aprobación del mandatario se mantiene baja, no hay candidato presidencial. El cálculo es esencialmente político. En una lógica de poder, la UDI cede en lo ideológico y gana en lo pragmático», sostuvo Navarrete.
Lo anterior, agregó, explicaría, por ejemplo, que parlamentarios como Gustavo Hasbún (UDI), sean férreos partidarios de reducir el impuesto específico a los combustibles.
«En el impuesto a los combustibles es la misma estrategia, porque para la UDI no hay costos en aumentar el gasto, lo que parece inconsistente con sus posturas económicas de los años ’80 o en los veinte años de la Concertación», explicó el académico de la Usach.
Navarrete aseveró que Renovación Nacional (RN), en la discusión presupuestaria, no tiene mucho margen para maniobrar, porque el ministro de Hacienda milita en esa tienda. Esto da un espacio al gremialismo para actuar con mayor pragmatismo.
«RN está obligado a apoyar el presupuesto nacional presentado por uno de sus militantes, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín. La UDI no tiene un costo político. Es curioso que el partido que aparece como el más conservador, sea el más liberal en cuanto a aumentar el gasto. Esta paradoja es curiosa porque, en definitiva, al final de la discusión presupuestaria, la UDI puede aparecer como el partido que más ha logrado quebrar la línea financiera del ministro de Hacienda», concluyó Navarrete.
upi/so
