El comandante en jefe de la institución castrense, general Jorge Rojas, dijo que este antecedente no representa ninguna relevancia en el accidente que cobró la vida a 21 personas, entre ellas el animador de TVN Felipe Camiroaga y el director de Desafío Levantemos Chile, Felipe Cubillos.
La Fuerza Aérea de Chile confirmó este sábado que el avión CASA 212, el cual se precipitó al mar en Juan Fernández y que causó la muerte a 21 personas, despegó con 165 kilos de sobrepeso. No obstante, el comandante de la institución, general Jorge Rojas, descartó que este hecho tenga relevancia en el accidente.
Un comunicado de prensa emitido por la institución, señala que según el informe elaborado por la Junta Investigadora de Accidentes de la FACh la sobrecarga equivale a un 2 por ciento por sobre del peso máximo de despegue.
La FACh comunicó que todos estos antecedentes fueron puestos a disposición del ministro en visita que investiga el accidente, Juan Cristóbal Mera.
La institución castrense también precisa que el efecto que este antecedente pudiera tener en la caída del avión “será determinado por la investigación que se encuentra en curso”.
«Sin embargo, el mismo informe consigna que al momento del accidente, la aeronave se encontraba dentro de los parámetros de controlabilidad de vuelo recomendados para aterrizar», explica el texto.
Conforme al comunicado de la FACh, «el mayor peso tampoco debiera haber influido en aumentar el consumo de combustible, ya que la magnitud de la variación (2 por ciento) carece de incidencia sobre este parámetro».
En tanto, el comandante en jefe de la FACh, general Jorge Rojas, dijo en una entrevista a El Mercurio que este antecedente “en el vuelo mismo no tiene ninguna relevancia”.
«Más grave que en el despegue, es el efecto en el aterrizaje. Un avión no puede aterrizar con exceso de peso. Pero en este caso, durante el vuelo, el avión habría consumido una cantidad bastante importante de combustible, cercana a una tonelada; por lo tanto, el peso de aterrizaje habría sido muy por debajo del peso máximo recomendado», sostuvo el general.
A su juicio, estima que con los datos que se conocen “estimamos que un evento como éste no habría influido en las causas del accidente, toda vez que el avión se encontraba en parámetros normales sobre el archipiélago Juan Fernández».
Consultado si pensó en renunciar luego de la tragedia ocurrida hace siete meses, el comandante en jefe de la FACh dijo que «soy un funcionario del Estado, y mi puesto siempre está a disposición del señor Presidente de la República. Pero soy el líder, también, de una institución permanente de la República, y es mi responsabilidad conducirla en un momento difícil».
También reiteró que su institución no ha ocultado información como sí lo aseguran los familiares de las víctimas de la tragedia aérea, afirmando que “desde el primer minuto, y como lo ha hecho en su historia, hemos colaborado permanentemente con la justicia”.
Sobre la polémica ocurrida por calificar de “secreto militar” un informe solicitado por un medio de comunicación, el general Rojas señaló que “se adujo secreto militar al requerimiento de una persona natural en torno a antecedentes de la flota de aviones CASA 212, que, de acuerdo a las normas jurídicas y reglamentarias que existen no se le puede entregar, porque constituyen un problema de seguridad nacional”.
