Así lo señaló la fiscal de Santa Cruz, Carmen Gloria Agurto, quien dijo que «no hay ningún antecedentes siquiátrico certero hasta ahora que permita señalar que estuviera siendo tratado (…) respecto a la declaración de vecinos, dicen que era conflictivo».
Óscar López Rodríguez, el anticuario que este jueves decapitó a una mujer y fue abatido después por Carabineros en la comuna Lolol, en la región de O’Higgins, no tenía antecedentes que indiquen que tuviera problemas siquiátricos.
Así lo señaló la fiscal de Santa Cruz, Carmen Gloria Agurto, quien dijo que «no hay ningún antecedentes siquiátrico certero hasta ahora que permita señalar que estuviera siendo tratado (…) respecto a la declaración de vecinos, dicen que era conflictivo».
Asimismo informó que López Rodríguez «era un consumidor de drogas, ya que se le encontró marihuana en su domicilio, que está siendo periciada».
En tanto, la segunda víctima que fue hallada en el patio de la casa del comerciante, fue identificada como Juan René Duarte Becerra, cuyos familiares habían interpuesto una denuncia por presunta desgracia.
Los hechos ocurrieron ayer cuando María José Reyes Moore, de 46 años, se dirigía a comprar antigüedades a la casa del agresor.
La mujer, que iba acompañada de dos de sus cuatro hijos, de 15 y 19 años, se bajó de su automóvil y se dirigió al domicilio donde López se dedicaba a vender de manera informal objetos antiguos que recopilaba.
De repente, y sin motivo aparente, el agresor agredió a la mujer y, a la vista de sus dos hijos, la decapitó, según relató hoy a medios locales un testigo de los hechos, Mario Bravo, que regenta un restaurante frente a la vivienda donde se produjo el crimen.
Los dos jóvenes dieron la alerta y unos agentes de policía que se encontraban cerca del lugar llegaron de inmediato y trataron de contener al hombre, pero éste intentó agredir con un hacha a uno de los carabineros y los policías lo abatieron a tiros.
En la inspección del domicilio, los agentes hallaron la cabeza de un hombre en el interior de una caja, mientras que el resto del cuerpo estaba enterrado superficialmente en el patio.
La fiscal del caso, Carmen Gloria Agurto, confirmó este viernes a los medios que los restos corresponden a Juan René Duarte, de 56 años, un campesino que fue visto por última vez el pasado 10 de julio.
Los agentes siguen rastreando hoy el terreno que rodea a la casa, con una superficie de 5.000 metros cuadrados, ante la posibilidad de que haya otros cuerpos enterrados, ya que en la zona se han registrado en los últimos días dos denuncias por presunta desgracia (desaparición).
«Hay a lo menos dos denuncias por presunta desgracia, pero aún no están conectadas con este caso. Hoy vamos a verificar si hay alguna relación», indicó la fiscal.
